Narra Lauren
Las cosas poco a poco comenzaba a mejorar con Camila. Mi novia comenzaba a sonreír otra vez y ya no permanecía todo el día en cama.
Hoy era día Viernes y yo volvía del trabajo con unas cuantas bolsas de comida para preparar en la cena, tenia planeado hacer algo delicioso para Camila. Entre a casa y sonreí al ver como mi novia miraba televisión mientras suavemente acariciaba su vientre.
-¿Como estas?-Dije inclinándome hacia ella besarla suavemente en los labios.
-Bien-Respondió simplemente.
Luego de ordenar las cosas me senté junto a ella. Rápidamente su cuerpo se acurruco contra el mio y su cabeza quedo recostada sobre mi pecho permitiéndome acariciar suavemente su cabello, aquello siempre la relajaba. EL hecho de sentir el calor de su cuerpo me hacia sentir en paz, me hacia sentir que todo estaría bien y me hacia recordar que siempre después de la lluvia, viene el arco-iris.
-¿Lauren?-Me pregunto. Hice un pequeño ruido para que ella supiera que tenia mi atención-¿Tu crees que merezco todo lo que me sucede?
-No-Dije rápidamente-Mi amor, tu mereces lo mejor del mundo y te prometo que pronto sera así. No quiero que te sientas mal contigo misma porque no es tu culpa y te prometo que yo voy a estar aquí, contigo, pase lo que pase.
Camila beso mis labios durante varios segundos hasta que se separo para decirme que Jacob y ella estaban muriendo de hambre por lo que rápidamente me levante para preparar un pizza, Camila las adora con su vida.
Desde la cocina escuchaba a Camila hablar con nuestro pequeño, le decía que por favor la perdonara por estar tan estresada pero que le prometía recompensarlo con una pizza que iba a preparar, me encantaba escucharla, hasta que la escuche decirle que yo no preparaba comida demasiado buena pero que había que conformarse.
-¡Te escuche!-Grite fingiendo estar ofendida. Escuche la risa de Camila, la risa que tanto extrañaba-Cariño, ambas sabemos que tu con suerte te haces el arroz.
Vi como mi novia se asomaba por la puerta y me miraba elevando una ceja. De inmediato deje todo a un lado y corrí hasta ella para agarrarla de la cintura y comenzar a darle cortos besos.
-Prefiero que cocines, tenemos hambre-Hice un puchero y volví a preparar la pizza-Laur-La mire aun con un puchero-¿Me acompañarías a comprar ropa para Jacob?-De inmediato asentí, me encantaba ir de compras.
***
Notaba a Camila mucho mas cerca de mi, podía notar que estaba algo asustada y que miraba cada rincón de la tienda como si aquel asqueroso chico volvería por ella. Tome su mano para que notara que no estaba sola y en caso de que alguien apareciera, no pensaba dejarla pero aun así, su pequeño cuerpo temblaba.
-¿Te gusta este?-Pregunte elevando una playera azul con un perrito en el centro. Camila no respondió, se encontraba mirando a su derecha-Mi amor...-Me queje-No pasara nada, estoy contigo...
-Es que...-Trato de explicar pero la interrumpí.
-Estas asustada, lo entiendo-Su mirada fue al suelo algo triste-solo... date cuenta que si estamos juntas, nada malo va a suceder, ¿Si?-Ella asintio y miro la prenda que tenia en mi mano-¿Te gusta?
-Me encanta-Sonrió.
El resto del tiempo que estuvimos en la tienda compramos unas seis playeras de distintos colores y con dibujos bastante adorables. Con Camila decidimos buscar algo para ella ya que por el embarazo debía comprar ropa mas grande así que se compro varios pantalones y playeras anchas que apesar de que pareciera ropa para vagabundear por la casa, le quedaba hermosa, aun así parecía toda una reina. También fuimos a comer, pues como la mayoría de las veces en el ultimo tiempo, Camila decía que estaba apunto de morir de hambre, no me sorprendería si Jacob termina siendo un niño obeso, mi novia termina de comer y ya muere por comer mas.
Llegamos a casa cargadas de bolsas que lanzamos al sofá y poco nos importo que la casa se viera bastante desordenada, solo queríamos descansar hasta el otro día, cosa que tampoco se pudo. Ally llego junto a Dinah con varias películas, mas comida y cartas para jugar, ¿Es que el mundo no comprendía que podría desmayarme del sueño ahí mismo? Supongo que no, porque en el momento en que se fueron, Camila comenzo a tener nauseas, perfecto.
-Princesa, creo que voy a morir...-Le dije sin poder si quiera abrir los ojos.
-¿Por que no duermes?-Me pregunto con la voz rasposa ya que acababa de vomitar.
-Mi amor, no pienso dejarte sola vomitando a las tres de la mañana-Acaricie su cabello-Ni por mas que quisiera.
-Tranquila, creo que ya termine-Me sonrió. Ella también estaba agotada, tenia unas ojeras terrible y ni si quiera levantaba su pies al caminar-¿No quieres cargarme?-Extendió sus brazos a mi.
-Si quieres que caigamos, por su puesto-Ella rió y negó con la cabeza mientras comenzaba a lavar sus dientes-Te amo-La abrace por detrás-Te amo mucho.
Cuando termino, caminamos hasta la habitacion y yo me tire a la cama apenas la vi, ¿Habia un lugar mas cómodo que una cama? A diferencia de mi, Camila se coloco su pijama, cepillo un poco su cabello y se acostó junto a mi.
Hicimos lo mismo de cada noche, ella elevo su playera y yo recosté mi cabeza sobre su vientre. Camila acariciaba mi cabello mientras yo no dejaba de dar besos en su vientre y decir 'te quiero', era algo tan lindo, algo por lo que esperaba todo el día, un momento de paz. No podía esperar a que Jacob estuviera con nosotras y poder enseñarle los números, a hablar, a caminar y un montón de cosas mas, apuesto a que mi novia se vera hermosa cargando al pequeño y dándole su leche a las horas correspondientes, Dios, como desearía que el tiempo pasara mas rápido para por fin poder acariciarlo...
-Mi amor...-Camila me susurro-Ya duerme, estas muy cansada-Asentí a sus palabras y bese su frente antes de cubrirme con las mantas para dormir-Por cierto, yo también te amo.
-Buenas noches-Le dije. Ella me dio la espalda y pego su cuerpo al mio, mi mano paso sobre su cintura y entrelazamos nuestros dedos.
-Buenas noches a ti.
