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La mañana había pasado rápido. Mi abuela había vuelto del mercado y se había puesto a cocinar, y yo bajé a leer en la cocina con ella para hacernos compañía mutua aunque no estuviésemos hablando de nada. Comimos las dos solas ya que mi abuelo seguía en el lago, y hablamos de cosas triviales, sobre mis hermanos, su día a día aquí, algún cotilleo de alguna vecina que mi abuela creía que recordaba quien era, y poco más. En acabar la comida, ambas recogimos la cocina y mi abuela me dijo que iba a acostarse un rato en el sofa mientras se hacía la hora de que empezase su novela latina preferida, que a pesar de estar en plena Louisiana, ella seguía siendo tan latina como siempre. Yo por mi lado estaba algo cansada de estar encerrada en casa, así que le dije que iría a dar una vuelta por Nueva Orleans, hacía mucho tiempo que no venía aquí, y mucho más que no visitaba el centro y menos por mi sola. 

Era Lunes y mediodía, por tanto las calles estaban desiertas. Tomé el primer autobús que pasó por delante de la parada más cercana de la casa de mis abuelos, y me senté en uno de los asientos pegados a las ventanas. Me coloqué los auriculares y me dispuse a escuchar música mientras veía pasar las casas y más tarde los edificios del centro, en busca de algo que me llamase la atención para bajarme del autobús. Mientras escuchaba las canciones reproduciéndose en aleatorio en el reproductor, una llamada interrumpió la música. Se me hizo un nudo en la garganta hasta que miré la pantalla del móvil para ver quien era, mis alarmas habían saltado pensando que sería Camila al no verme en toda la mañana en la universidad, pero no, menos mal, era mi madre, así que lo descolgué.

- Sí?! - Respondí bastante seca, aún estaba molesta con ellos.

- Hola cariño. Cómo estás?! - Preguntó mi madre al otro lado del aparato.

- De verdad te importa, o es por mera cordialidad?! - Había sido bastante dura con esas palabras.

- Lauren... Está bien... Te llamaba para saber como habíais llegado... - Escuché como suspiraba fuerte del otro lado. - Y también para decirte que los papeles de tramitación del cambio de universidad ya están en marcha, y necesitan que vayas a la universidad de Loyola para firmar algunos papeles, y seguir tramitando para que te puedas incorporar cuando antes...

- QUÉÉÉ?!!!! Pero mamá, qué no entiendes de que no voy a cambiarme así como así.. ?! Aquí no conozco a nadie, tengo a mis amigas allí, y también... - Me quedé callada, no podía revelarle a mi madre en una conversación tan estúpida lo que había estado callando por años. - DIOS MAMÁ... - Le reñí por el teléfono mientras me bajaba del autobús, porque no quería que en un cubículo tan pequeño, toda la gente escuchase mi conversación.

- Lauren... hija... lo hacemos por tu bien... De verdad. - Suspiró. - Hazlo por mi, por tu padre, por tus hermanos... Acércate a la universidad por favor y echa un vistazo a los papeles...

- Mamá, no sé lo que haré. Ahora déjame, tengo cosas que hacer. - Y colgué la llamada, estaba muy enfada realmente, y no sabía si estaba más enfadad con mis padres por obligarme a hacer esto a la fuerza, o conmigo misma.

Cuando colgué la llamada vi que estaba en tierra de nadie, no reconocía nada de lo que había a mi alrededor, y vislumbré un parque a unos 100 metros, así que me dirigí hacía él para encender el gps y mirar que había cerca del lugar que me encontraba. Me senté en un banquillo y empecé a trastaer mi móvil, cuando a una cierta distancia vi a una pareja que me llamó la atención.

Me quedé mirando a la pareja que por la distancia a la que se encontraba no podía verme, y vi que eran dos chicas mirando el lago frente a ellas, sentadas en una posición muy cariñosa, una de ellas era rubia y llevaba la mayor parte del cabello rapado con un corte muy moderno, y la otra chica era castaña oscura, con la tez morena y muy delgada, hacían una buena pareja. Entonces me vino a la mente como me vería yo con Camila cuando estábamos ambas juntas, pero bueno, eso no podía pasar, ya que nunca íbamos a pasear a un parque, o nos cogíamos de la mano en una solitaria playa de Miami... Era estúpido pensar en nosotras como pareja, porque realmente no sé ni se nos podía considerar así a pesar de los dos años de "noviazgo". 

Ahora tú (Laucy) #NeónAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora