Capítulo 23: El elegido.

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Bulma había regresado del viaje, junto a ella había una gran noticia. Hace años logró algo que llamó el más grande invento del ser humano y junto a eso, su más grande desafío como científica y como ser humana. Una máquina del tiempo. Trunks ya la había utilizado hace unos años, el que había sido su primer viaje exitoso. 

Gracias a eso, el mundo de 20 años atrás había sido advertido de las futuras catástrofes que se avecinaban. Eso incluía la enfermedad de Vegeta y Goku, la aparición de los androides.

―¿entiendes?

― no del todo.― se encogió de hombros y miró otra vez a la máquina.

― ¡Te lo he explicado toda la mañana!.― su paciencia se estaba agotando.

― Mamá..― Trunks la tomó de los hombros para tratar de tranquilizarla. Luego de eso, miró a Vegita.― Yo viajé al pasado..― comenzó a explicar con lujo de detalles todo su viaje.― ¿ahora entiendes?

Vegita asintió― sí. Trunks explica mucho mejor que tú, Bulma.― Se burló y la miró.

― ¡Ay, cállate!

― ¿Y cuándo te vas?.― miró otra vez a su sobrino.

― Hoy.― le sonrió.

― ¿Hoy?.― frunció el ceño confundida.― ¿Por qué hoy?

― Hoy es 12 de mayo, ______.― dice Bulma, como si fuera algo muy obvio.

― sí, hoy es 12 de mayo.― se encogió de hombros.― ¿Por qué hoy es importante?

― ¡Porque se cumple otro años desde que aparecieron los androides,_____!¡Enchúfate!

― ¡Oye!.― gruñó.― ¡Que esa una androide no significa que soy un aparato electrodoméstico, Bulma!

Trunks se estaba riendo y se acercó para que se separaran.― Ya.. Ya dejen de pelear.

― Entonces, irás a detener el despertar de los androides.

― Así es, pero también les diré qué pasó contigo y..

― No.― interrumpió.― Eso último no lo harás.

― pero..

― Escúchame.― lo señaló con el dedo índice.― Tú vas a ir y vas a fingir no saber mi paradero

― ¿Por qué?

― No estoy muy segura pero existe la posibilidad de que mi cuerpo se encuentre en el mismo lugar que el de 17 y 18. Sin embargo, si no es así.. deberías evitar hablar sobre eso.― hizo una seña para Trunks no la interrumpiera.― Muy al contrario, si los encuentran antes de que los despierten y yo estoy ahí, solo actívame a mí. Ellos suelen ser temperamentales. En ese caso deja que yo lo arregle, ¿Entiendes?

― Entiendo.― asintió, aún un poco confundido. 

― Bien. Ahora sí puedes ir.

― No entiendo muy bien tus planes.― murmuró Bulma.― pero sé qué eres muy inteligente y debe haber una razón por la que tomas esas decisiones.

Luego de esa conversación los tres se sentaron en la mesa a tomar desayuno. Bulma se había encargado de preparar mucha comida para Trunks y que se sintiera fuerte. Vegita miraba a Trunks comiendo. Ella no necesitaba ingerir alimentos así que solamente tomaba agua o jugo y los miraba. 

La forma en que se movía, el cómo comía le recordaba a Vegeta. Era exactamente igual a él. Se sentía terriblemente culpable por cómo había terminado su relación. Discutir con él fue lo peor que pudo haber hecho. No solo fue secuestrada por Gero y convertida en androide, incluido a eso generó muchos sentimientos de culpa en Vegeta. 
Obligándolo a sentirse culpable de todo lo que pasó.

«Me gustaría volver a verlo y pedirle una disculpa. Igual que a Kakarotto.»― pensó, mientras tomaba de la taza y mantenía su mirada gacha, pegada a la mesa.

― ¿Ocurre algo, tía Vegita?.―  Pregunta Trunks, un tanto preocupado por su silencio.―  

― Nada.―  negó al ver a ambos mirándola con preocupación.―  Solo me preguntaba qué pasaría conmigo en ese mundo. En si todo saldría bien y si podría reconciliarme con Vegeta.― se encogió de hombros. 

― Haré lo posible para que eso pase.― Sonrió Trunks.

Cerca de las 09:30 a.m los tres dirigieron al jardín, Trunks sacó la máquina del tiempo de su cápsula.

Bulma se acercó y abrazó a su hijo, rogándole que se cuide.― Hijo. Cuídate por favor.

― Déjalo respirar.― bufó Vegita, recién había llegado desde el interior de la casa.― Ven.―  le habló a Trunks y le hizo una seña para que se acercara. En sus manos tenía una caja de cuero, con un grabado en color dorado que decía algo en un idioma diferente al terrícola.

― ¿Qué es eso?.― preguntó con curiosidad.

― Es una reliquia de mi familia.― pasó su mano por encima de esta procedió a abrirla.― Hace unos días fui al Monte Paoz. Hablé con Chichi, ella no tuvo ningún problema al reconocerme, me dejó pasar y me sorprendí de ver a su padre ahí también. En fin.― sacó el contenido de la caja.―  Estaba buscando las cosas de Raditz y Nappa, resulta que ellos cumplieron su promesa.―  suspiró con pesar.― Cuidaron las reliquias de mi familia.― Dejó la caja en las manos de Bulma y procedió a enseñarle la espada a Trunks.

― Impresionante...― murmuró. 

 ― Es para ti.― eso hizo que Trunks se sorprendiera.― Te cuidará.

― ¿lo dices de verdad?.―  estaba sorprendido. 

― Debes tener en cuenta de que no es una espada ordinaria.. ―  la sacó de su estuche.― Esta espada le pertenece a la familia 'Ouji'. A la realeza saiyajin. El rey o reina la hereda al príncipe o princesa que cree que podrá guiar a su planeta a la paz y justicia. Mis padres me la heredaron cuando tenía 11 años, ahora te la doy. Se supone que se daría a Vegeta, pero ya sabes. Más te vale que no la pierdas o me ocuparé de destruirte.― amenazó.―Aparte de que vi que tienes una buena destreza con aquella espada que traes contigo. Vi que sabes usarlas así que me decidí a darte esta.

«Es una muy buena decisión elegirlo. El es el orgullo de la familia»

La hermana de Vegeta | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora