Capítulo 24: El despertar.

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Trunks observaba la ciudad en ruinas, impactado. Murmuró para sí mismo:

—No puede ser... Llegué demasiado tarde.

Había llegado a ese mundo en el tiempo que habían planeado, pero al aterrizar en la isla, algo no cuadraba. Esta era la ciudad donde, según su madre, los androides habían aparecido por primera vez, y donde la mayoría de sus amigos habían perdido la vida.

—Goku, mi padre, los demás... y los androides no están por ninguna parte. La isla está hecha un desastre. ¿Qué fue lo que pasó aquí?

La desesperación lo invadía. Sabía que no podía retroceder el tiempo. La máquina creada por su madre no tenía suficiente energía, y además, aún no estaba perfeccionada. Intentar usarla ahora podría acarrear problemas graves.

Mientras cavilaba, de repente sintió un ki cercano. Levantó la mirada, con una mezcla de esperanza y confusión.

—¿Qué...? Percibo un ki, alguien está peleando en esa dirección. ¡Ya veo! ¡Han cambiado el lugar de la batalla!

Sin perder más tiempo, Trunks despegó en esa dirección, volando a toda velocidad. Tras unos seis minutos, vio un gran cráter en el suelo. Aterrizó junto a él y, al acercarse, divisó la cabeza de lo que parecía ser un androide destruido.

—¿De dónde salió este robot tan extraño? ¿Con quién estaban peleando? No entiendo nada... ¿Qué está pasando?

De repente, una explosión resonó cerca de él.

—¡¿Qué?! ¡La pelea aún no ha terminado! —exclamó, elevándose hacia la zona de combate.

«Los androides que conozco son otros... ¿Qué significa esto? ¿Acaso habían más desde el principio?» —se preguntaba mientras volaba.

Finalmente, llegó al campo de batalla. Frente a él, estaban Piccolo, Ten Shin Han, Krillin, Gohan, Raditz y Nappa, todos en pie. Además, había un extraño anciano al que le faltaba una mano.

—¡Es Trunks! —gritó Piccolo, sorprendido. Trunks no entendía cómo lo sabía. Se suponía que solo Goku estaba al tanto de su identidad. Decidió ignorar ese detalle por el momento y centró su atención en el anciano, quien parecía un androide.

«Ahora que lo pienso bien... Mi tía mencionó que el Dr. Maki Gero se convirtió en un androide. ¡Debe ser él!»

—¿Quién es ese hombre? ¡No lo conozco! ¡Ustedes estaban peleando con él, ¿no es así?!

—¿De qué hablas? ¡Son los androides de los que nos hablaste! —explicó Piccolo, desconcertado.

—¿Qué significa esto...? —Trunks miraba a su alrededor, tratando de entender la situación—. ¿Son otros androides?

«No puede ser...»

Todo comenzaba a tener sentido en su mente. Ese tipo debía ser el Dr. Maki Gero, y el androide que había visto antes probablemente era su asistente.

—¡Es posible que ese androide sea el Número 19 y el anciano sea el Número 20! Después de ellos vendría mi tía, la Número 21. Ambos son completamente robots, igual que como mi tía me los describió. Viejo, arrugado, de piel morena, ojos azules, cabello largo y blanco. ¡Es él!

De repente, una idea cruzó por su mente.

—¡Si lo matamos a él, los androides no despertarán!

Pero esa solución traería un problema aún mayor. Si mataban al Dr. Gero, su tía no despertaría, y su yo de esta línea temporal jamás la conocería.

Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, una nave comenzó a acercarse al lugar. Krillin fue el primero en darse cuenta.

—¡Mira, Gohan! ¡Si no me equivoco, en esa nave va Bulma! —dijo, señalando hacia el cielo.

Efectivamente, una nave se aproximaba, y dentro de ella estaba Bulma, la madre de Trunks en esa línea temporal.

—¡Hola! —saludó ella desde la nave, agitando la mano. A su lado, en el asiento del copiloto, estaba Yajirobe, con una versión bebé de Trunks.

—¡No se acerquen, es peligroso! ¡Aléjense! —advirtió Trunks con urgencia.

De repente, una ráfaga de ki explotó cerca. El Dr. Gero, furioso, gritó:

—¡Les dije que no tienen salvación! ¡Pronto vendrán los androides 17 y 18 para matarlos! ¡Y también enviaré a mi demonio, el Número 21, si es necesario!

Trunks reaccionó rápidamente. Voló hasta la nave, tomando a su madre y a su yo bebé antes de que les ocurriera algo.

La hermana de Vegeta | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora