Capítulo 8

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N/A: Muy buenas, un día más os dejo un nuevo capítulo. La tormenta continúa fuera veremos si dentro hay calma o la tormenta ha entrado dentro jaja. Gracias a todos por escribir y a mi compi por su trabajo.

Los personajes no me pertenecen…
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POV RICK

Empezaba a hacerse de noche…la tormenta seguía con fuerza azotando las dos granjas. Kate estaba sentada junto a Luck cerca de la chimenea que estaba a punto de apagarse. Yo solo podía pensar en todo lo que podía estar pasando allí fuera y que no veíamos por la oscuridad.

Estaba mirando por las ventanas hasta que me di por vencido, la oscuridad era negra, que ya no veía nada a través de esos cristales. Justo cuando me di la vuelta, para acercarme a ellos, sentí un fuerte ruido y un montón de cristales cayeron a mí alrededor.

Una de las ramas movidas por el fuerte viento había atravesado la ventana en la que hacía solo un segundo estaba yo.

- Rick ¿estás bien? - pregunto Kate preocupada.

- Sí, necesito algo para tapar esto o se nos colara todo el agua y el frio.

Con su ayuda conseguimos tapiarla con un mueble viejo. Aún entraba algo de frío, pero al menos habíamos evitado que el aire pudiera entrar.

- Mami tengo miedo.

- Creo que deberíamos irnos ya a la cama - dijo Kate preocupada… podía vérselo en la mirada.

- Mami ¿puedo dormir contigo?

- Claro. Dormiremos todos juntos en la cama de mama - dijo mirándome y yo asentí con una sonrisa.

Cogimos todas las mantas que habíamos encontrado en la casa y nos tumbamos todos en la cama con el pequeño en medio de los dos. Antes de que nos diéramos cuenta la luz se apago sin necesidad de que alguno le diéramos a ningún interruptor.

- Lo que hacía falta – dije intentando poner un poco de humor al ambiente algo enrarecido por la situación.

- Bastante ha durado – apostillo Kate - Cariño tu duérmete ¿vale?

- Si mami - dijo abrazándose a ella.

Cerré los ojos intentando dormir, pero el aire, aún fuerte en el exterior hacia un ruido infernal y eso me tenía un poco intranquilo. Pero con el ritmo de las ramas contra la casa conseguí quedarme dormido.

Un poco después desperté al sentir un cambio en la cama. Cuando abrí los ojos vi una figura que se alejaba. Miré hacia el otro lado y ahí estaba el pequeño, completamente dormido, pero Kate no estaba. Me levanté despacio para no despertarlo y seguí los pasos de la sombra nocturna que había visto.

La encontré mirando el destrozo de la ventana y la chimenea apagada. Sentí como su cuerpo se estremecía cuando empezó a llorar desconsoladamente. No sé cómo, ni porque, pero me acerque hasta ella y la abracé con fuerza por su espalda acercándola hacia mi pecho. Vi como al principio se sorprendió y se resistió, pero finalmente se dejó mimar.

Cuando sentí como se relajaba, la gire para encararla, pero ella mantuvo la mirada fija en el suelo y me dolió tanto verla así tan rota a pesar de lo fuerte que había podido descubrir que era que no pude evitar envolverla con mis brazos, abrazándola con fuerza. Sentí su boca sobre mi pecho y sus lágrimas empapándome la camiseta, pero me daba igual, solo quería conseguir que se relajara, que distendiera sus músculos, al tiempo que encontraba algo de paz.

Poco a poco se fue separando de mí y la acompañe hasta el sofá para que tomara asiento, y yo me senté cerca de ella casi rozando sus rodillas con las mías y espere a que ella estuviera preparada para hablar.

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