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Entre aquellos arbustos se ocultaba un figura femenina, su rostro estaba cubierto por una capucha oscura, solo sus labios pintados de negro podrían observarse y alguno que otro  cabello rubio rizado sobresalía de la capucha.

  —  Así que el mocoso esta enamorado, no cabe duda que los humanos son tan estúpidos. 

Susurro, sin querer piso una rama la cual crujió al instante, partiéndose en dos, logrando que aquellos dos cuerpos unidos en un beso apasionado se despegaran asustados y nerviosos y así aprovechar para poder tomar aire.

  — Vamos a ver que sientes cuando lo pierdas, quizás  vamos a ver que eres capaz de hacer... mascullo vilmente soltando una pequeña risita cínica inaudible.

  —  Juguemos a algo divertido hmm...

pronto  la figura femenina que era cubierta por la luz de la luna desaparecía entre la oscuridad.

...

El peliverde estaba llorando, aun estaba hincado en el piso, se puso de pie para salir corriendo rumbo a su habitación, al entrar cerro la puerta y se dejo caer en ella, se sentía muy triste por aquel beso, quizá si hubiera sido en otra situación no estaría triste por ello de cierta manera no era así, qué otra cosa más le podía ocurrir, la muerte quizá, no ha tenido buenos días en estos últimos días, su mente estaba nublada de preguntas respuestas e hipótesis de lo ocurrido de ayer, lo de sus marcas y ese amor que sentía, deseo que un tren lo arrollara.

Sin darse cuenta se quedo dormido, vagaba en sus sueños: que tan poco eran buenos que digamos, se removió golpeando su brazo en la puerta, sudaba  y se quejaba.

Era aproximadamente las tres de la mañana.

  — ¡ No !... 

Se despertó de golpe, aquel sueño le estaba abrumando aún más, sus ojos cristalinos, se abrazo así mismo tratando de evitar llorar; ese sueño era uno de los peores que había tenido hasta el momento, un sueño en donde perdía todo.

 se puso de pie, abrió la puerta para salir rumbo a la habitación de Shiryu.

Toc... Toc..
Toc.. Toc..

Toco la puerta dos veces para comprobar si aún estaba despierto, al ver que  nadie abría  se dio la vuelta triste, dispuesto a marcharse de nuevo a su habitación.

  — ¿Shun?. El peliverde se giro e hizo una mueca de felicidad.

—   ¿Te desperté?. Shun pregunto con algo de pena, Shiryu pudo notar aquellos cristalinos ojos que hace rato lloraban.

  —   No, estaba leyendo además de que no puedo dormir. Contesto mientras extendía sus brazos a los lados, el peliverde no dudo en abrazarlo y comenzar a llorar.

  — ¿Pesadillas cierto?.

 —  Si. contesto entre sollozos, estar en los brazos de su amigo le hacia sentir consentido y protegido.

  —  Entremos. 

Ambos chicos entraron, el peliverde se acostó en la cama de su amigo, este lo cubría con los cobertores ya que era una madrugada muy fría. 

MI SHUN  |BlUE DREAM|         HyogaxShun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora