MI SHUN |BlUE DREAM| HyogaxShun

XXV

Sin Bug..

Seiya

— Si, aceptó, pero también quiero unos hot dogs, una hamburguesa, banderilla, nieve de chocolate, papas, refresco grande de mandarina y unas gomitas. —Dije dando saltos por toda la sala, ya era hora de que alguien me alimentara correctamente como se mandaba y como debía ser.

— Solo podrías dejar de saltar, necesito decirte esto, es enserio.

Me gire a su dirección demasiado indignado.

—Yo no veo mi comida, primero tráela, sino no hay trato. —Me cruce de brazos y con mi pie comencé a golpear consecutivamente el suelo, esperando respuesta inmediata, no sé de qué rayos quiere hablar Shiryu.

Observo como camina a un lado mío y agarra el teléfono de la pequeña mesa.

—Hola, ¿Está abierto?.

—Podría por favor traerme a la mansión Kido, si , esta afueras, si, Una orden de Hot Dogs, Dos hamburguesas, banderillas, nieve de chocolate, papas, dos refrescos grandes de mandarina y por ultimo una cubeta de gomitas de sabores, Bien, si hare mi pago en efectivo.

—Listo, tardara un poco, como una hora en llegar. — Explicó, acercándose a mí.

—Ni creas que soy demasiado ingenuo, esperare a que llegue la comida y después de que la coma quizás pueda que te deje explicar. —Advierto con una enorme sonrisa en mi rostro, note como su ceño se fruncía, parecía estar enfadado. Me dio un poco de miedo así que solo aparte la mirada.

—Como sea, la comida tardará, ya la he pedido, créeme.

—Que aburrido, entonces me iré a mi cuarto. — Dije para luego comenzar a subir las escaleras, pero sentí una mano en mi espalda así que me giré.

— Me gustas.

— ¿Qué?. — Pregunté atónito.

— Que me gustas Seiya, me gustas.

— Ah... Ya no quiero comer gracias, jeje ya me dio sueño. Comencé a subir de espaldas lentamente.

— Puedo quitártelo si quieres..

— No gracias. —Entonces me eche a correr y sentí como el también corría.
Grite

Sé que no hay nadie en la mansión, pero que tal si alguien pasa afuera y entré.

"¡Saori ayuda! "Grite y antes de llegar a mi habitación me tropecé con la caja de galletas que había dejado en la mañana para marcar territorio.

Sentí unas manos en los tobillos las cuales me arrastraron por el piso y como pude tomé los barrotes de las escaleras.

— Ya suéltame quieres.. —Lloriqueo.

Me hace caso, entonces me pongo de pie y sacudo mis tomillos, mis manos están rojas por la fuerza que puse en los barrotes.

— Deja de estar jugando, Serpiente. — Dije indignado.

— No estoy jugando, lo que pasa es que todo lo que dice uno crees que es un juego. — Se excusa y yo solo achicó los ojos negando.

— y entonces si te gusto ¿Dónde queda Shunrei?.. Ah— Levanto las cejas, claro, le di en el punto.

Merezco algo de comer por eso.

— Pues...

— vez, estás jugando..

—Pero me gustas eso cuenta, y tienes suerte.