CAPÍTULO 1: EL COMIENZO"Una guerra nunca termina para la diosa Atena, la batalla siempre estará cuando se tenga que proteger a la humanidad".
Eran aproximadamente las 15:00. p.m. el cielo estaba despejado que se podría apreciar de que era un día bastante soleado sin alguna posibilidad de que el clima cambiase a pesar de que en los noticieros tenían pronósticos de lluvia y solamente, no habían pronosticado ninguna otra tormenta que pudiera afectar a Japón.
Estaba tan soleado que el calor se sentía en las afueras de Tokio, precisamente en la mansión Kido donde la mayoría de los caballeros de Atenea se encontraban echados en sus habitaciones con sus respectivos abanicos intentando ventilarse un poco mientras pedían a nombre de su diosa griega que el clima fuese mucho más gentil con ellos, pero aparecer eso era obra de Apolo.
No todos estaban pensando en el calor que hacía, por ejemplo, aquel joven japonés de cabellos verdes tintados se encontraba en el suelo mientras contemplaba a su vez un cuadro que sostenía en sus manos.
"— Ikki, hermano. — Pronunció en un hilo de voz bajo que denotaba añoranza.
Aquel nombre que había pronunciado pertenecía al de su hermano, el caballero del Ave Fénix con quien había sido muy cercano durante su niñez, actualmente también lo era, pero su mayor parecía distanciarse o perderse cada vez que podía. A veces simplemente Shun intentaba buscar alguna respuesta, pero no hallaba a ninguna, solo sabía que siempre lo iba a estimar y a amar muchísimo porque Ikki siempre lo protegía de cualquier mal, le debía prácticamente la vida a su hermano porque sin él Shun creía que hubiese muerto en la Isla de la Reina Muerte.
El joven japonés soltó un suspiro entre tantos sollozos. No dejó de contemplar en ni un momento aquel retrato en donde él era un frágil, inocente y pequeño bebé cargado por su hermano mayor Ikki quien en ese entonces era un niño también.
Estaba seguro de si su madre estuviera aquí la vida de ambos sería demasiado diferente y posiblemente no serían caballeros de la diosa Atena, pero al parecer el destino los quería en la vida de la diosa.
A pesar de que ya se había tranquilizado por unos momentos, no tardó poco para que sus ojos se volvieran a humedecer y que las lagrimas salieran para empapar sus mejillas e incluso el mismo retrato.
Shun comenzó a llorar sin parar.
El joven tenía bastante miedo en ese momento, ese miedo era a causa de pensar que pudiese perder a su hermano de cualquier forma, pero no solamente era perder a su hermano sino que también a sus amigas, amigos a sus camaradas y a la diosa Atenea quien a parte de ser su diosa, Saori también era como su amiga.
A pesar de que era quien portaba la armadura de Andrómeda no se sentía capaz de seguir usándola cuando pensaba que ni si quiera sería capaz de proteger a cada persona que le rodeaba lo cual casi siempre le hacía sentir abatido y culpable. A veces lo único que Shun quería era morir como fuese, ser aplastado por una roca gigante del santuario o ser arrollado por un inmenso tren o lo que fuese.
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MI SHUN |BlUE DREAM| HyogaxShun
Fiksi PenggemarDiferentes historias, diferentes momentos, pero en todas ellas hay un recuerdo. Algunos se aman, otros se odian unos se quieren en secreto, pero al final de todo esto, podrán superarlo? Atena lo sabe, pero ella no puede hacer nada, son sus caballero...