MI SHUN |BlUE DREAM| HyogaxShun

XXII

Habían entrado a la habitación en la cual se suponía que estaba su amigo y camarada Jabu, nunca imaginaron que persona estaría allí.

— ¿Tú qué haces aquí?

Aquella voz era femenina y un algo conocido para los novios, El peliverde no podía ver de quien trataba porque su novio estaba al frente de él, tapándole el panorama.

— ¿Qué no se suponía que eras amiguita de Ikki?. Hyoga preguntó demasiado molesto. No fuera más que esa chica que estuvo en el restaurante estuviera ahí, para él era demasiado fastidiosa y más porque era cargada.

Ikki hermano. Pensó el menor demasiado triste, su corazón comenzó acelerarse.

Cada vez que escuchaba alguien decir el nombre de su hermano, no hacía más que ponerse triste y querer llorar porque sinceramente pensaba que jamás lo querría ver por su noviazgo con el cisne.

Se hizo a un lado y pudo notar muy bien que se trataba de Melissa, aquélla bulliciosa la cual lo había notado para después correr y estamparlo contra la pared.

Uff... Su espalda sí que había dolido.

— Shun, tenía tiempo sin verte.. Le apretó con bastante fuerza, el peliverde podía jurar que se estaba quedando sin aire.

"No sé cómo esta chica puede tener tanta fuerza" Pensó.

—Ya, ya, suéltalo. —Entonces fue apartada con brusquedad, —Aléjate de mi novio castañita. Reclamó el rubio con enojo.

No le gustaba que nadie se le acercará a su Shun más que él.

— jum...

— ¿Por qué necesitas muletas?, si sólo te has quemado. — cuestionó tratando de controlar su enojo.

—Es que cuando me dejaron sólo en la sala de emergencia una aspirante a enfermera se tropezó con la camilla por culpa de un joven que venía por parte de 'salas de emergencia', según él, era de un programa y por ende yo salí volando. — Jabu explicó lo que le había sucedido días antes de que se quebrara una pierna.

— ¡Uy!, con lo delicado que eres verdad ¿unicornio?

—Tengo huesos de vidrio y piel de papel. —Una lágrima se le escapó de su ojo, mordía sus labios para evitar reír.

Sacaría ventaja a todo aquello que le sucedió; y eso consistían en que la diosa, su diosa, fuera a cuidarle.

Suspiró pensando en Saori.

—Estamos perdiendo demasiado tiempo, hay que empezarnos a ir ya porque según esto habrá una tormenta de lluvia. —Informó la castaña con algo de miedo, lo que decía era verdad, pues esta madrugada había tomado la metro en Shibuya, y todos traían bolsas y paraguas y ella solo traía un traje deportivo rojo por el frio.

— La chica del clima.

— ¿Disculpa?, estoy más linda y hermosa que la chica del clima, ¡amargado!. Se cruzó de brazos lo bastante indignada, era obvio que no se parecía aquella chica del clima.

Ya que según ella era naturalmente bella.

— ¿Podrían dejar de pelear? El menor pidió, sinceramente no quería ver pelear a nadie.

— ¡Bien!. Los dos exclamaron rendidos y se dirigieron a la puerta para poder salir.

— ¿Podrías echarme una mano? Jabu le pidió al rubio, y antes de que saliera por completo solo se giró de mala gana caminó a un lado de su camilla y le extendió una mano para ayudarlo a caminar. Al salir de aquella habitación caminaron con precaución a lo largo del pasillo, tenian que ir con el guardia para que le firmara el pase.