MI SHUN |BlUE DREAM| HyogaxShun

XVI

Había pasado un día después de aquella hermosa declaración que le dio el rubio al peliverde; esa tarde ambos la habían pasado juntos en la habitación del cisne jugando aquel juego "Mkart" que Hyoga había comprado en la tienda de vídeojuegos para Shun aquel día, después de eso le pidieron al chico guacamaya que prepara palomitas ya que verían una película de aventura al terminar, el menor se quedo dormido en brazos de su ya novio, este solo se deleito con la presencia dulce de sus ojos cerrados y respiración tranquila, tan tierno no podía ser más, lo mas hermoso que puedes ver, él lo tenía aun lado, durmiendo plácidamente, le cuidaría sin importar qué y no dejaría que nade se interpusiera en su relación.

...
Mansión Kido, Sala de estar.

"Diablos, diablos" La voz agitada de aquella mujer comenzaba a sonar por todo el lugar.

Se hundió en una oscuridad.

"Mamá, papá, ¡No puede ser!." balbuceó aquélla pequeña y frágil niña.

¿En dónde estoy?¿Por qué me encuentro aquí de nuevo?. Se cuestionó, no podía ser, tenia recuerdos borrosos de aquel día, lo único visible era el amor, era lo que podía sentir en aquel instante de oscuridad.

"Mamá"

"No es posible, será a caso amor?."

— Es extraño ver que llores, ¿No lo crees?, no me digas que... Aquél hombre musitó.

— Eso nunca, ya te he dicho que no creo en esas cosas del Amor, son estupideces. La chica rubia solo contestó desesperadamente, el hombre solo se dio la media vuela marchándose dejándola sola, se arrodilló, se sentía destrozada como aquélla vez.

...

"— Aioria, Aioria he encontrado esto además de lo de ayer. Había comenzado a griotenear aquélla vocecilla que el chico máquina poseía totalmente, llamando una y otra vez con ese nombre, gritando por los largos pasillos de la mansión hasta llegar a la sala de estar, al llegar miro al leonino sentado en uno de lo sillones aterciopelados leyendo una revista.

—  ¿Qué es lo qué te sucede ahora chico?. El jóven caballero dorado de leo preguntó con cierta repugnancia, apartando la vista de aquella revista sólo para dirigirla al chico, ciertamente aquél chico de cabellos tintados a varios colores y de peinado loco que hasta inclusive parecía guacamaya le caía demasiado mal pues con tan simple vista de verlo, ciertos rumores se escuchaban que él sería el heredero de la familia kido sólo por ser supuestamente hijo de Tatsumi.

—   Ayer que fui a su cuarto, ya ve que me mando por una taza de café y no hubo así que no le llevé la taza.

—  Si, y eso qué o qué?.

— Hace un par de minutos recorrí toda la mansión en busca de café y encontré esto en el piso.

—  ¿Un collar? pero qué tiene de importancia ese collar, oh.

Ese collar tenia un diamante verde en forma de circulo.

—  Se me hizo algo bastante valioso. Explicó con una emoción increíble, esperaría a que el leonino articulara alguna palabra.

— Quizás sea de... No no creo que se de mi Diosa, ha decir verdad no creo que use esto. Comento serio.

''Es como el día de la cena de acción de gracias, Tatsumi me habían pedido ver las cosas que encontraron ese día, una capucha y un papel a la mitad''

— Oye, qué haces con mi collar. Una voz femenina y aniñada se hizo presente, ambos hombres voltearon a donde provenía aquella voz.

— Es tuyo?. Aioria preguntó curioso y con cara de asco.