Capitulo 4.

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Carolina intentaba dar patadas, pero Agustín la sostenía por los muslos,encima de sus hombros.

-Estate quieta muñeca,no me gustaría tener que abusar de mi fuerza-pero ella no le hizo caso.
Agustín le dio una palmada en la nalga,cubierta solo por aquellas excitantes braguitas negras. Ella abrió los ojos y paro de patalear en el pecho de Agustín.-Veo que me entendiste.-sonrió y la dejo con cuidado en el copiloto. Carolina lo miraba con lágrima en los ojos,de los nervios,de la rabia. De todo. Agustín se puso las gafas de sol y metió las llaves por el cerrojo del auto. Le echó un ultimo vistazo a Carolina.

-No me llores ¿eh?-negó con su cabeza.-¿Confió en que ya te puedo desenmordazar?-ella asintió rapidamente. Agustín le quito la mordaza. Carolina respiro hondo y profundamente. Agustín arranco el coche sin una simple sonrisa,ni siquiera una tierna mirada. Frío, como él lo sabía hacer. Carolina lo observó. La chaqueta de cuero le daba un aire súper erótico,atrapado a sus musculosos brazos,igual que ese Jersey negro en sus abdominales.
Los pantalones ni estrechos ni anchos,daban mucho a la imaginación,aunque ella ya sabia el par de piernas que escondían.
Y las botas a lo militar terminaban de rematar la virilidad de aquel personaje. Se sonrojo sin saber porque. Vio su pantalón rasgado y como de él salia sangre sin cesar.

-Te sangra la pierna-dijo moviéndose en su asiento,como señal de que la desatara.

-Ya estoy acostumbrado. Esto es solo un rasguño.

-¿Un rasguño? Quizás hacen falta puntos y todo...-Carolina logró desatarse las manos y se inclino ante la pierna de Agustín.

-¿Que mierda haces? ¿Quieres que tengamos un accidente?

-Callate-le ordeno ella.Agustín por primera vez se sintió dominado. ¿Porque? Era él quien dominaba a las mujeres,no viceversa. Y aquella mujer lo había hecho callar.

-Estudie algo de primeros auxilios.

Le subió el pantalon a Agustín mientras apoyaba su frente en la rodilla derecha de él. Se mojo un par de dedos con saliva y mojo la herida. A Agustín le escocio esa herida. Se tensó y en su cara se expresaba dolor. Aunque no para todos pareció dolor. Un policía le mando que parase.

-Bueno,pero que tenemos aquí-dijo cuando Agus bajo la ventanilla. Y Carolina se reincorporo en su asiento,habiendo cubierto la herida de Agustín con un pañuelo.

-No agente, no es lo que parece-se intentó disculpar Carolina.

-No,si nunca es lo que parece.-la miró comiendosela con la mirada,ya que la chica solo iba cubierta con ropa interior. Agustín se percató y le tiro la chaqueta y esta se cubrió.

-Agente...

-Nada de peros,ni de quejas-sonrió.-Espero que lo haya disfrutado señor...

-Agustín,Agustín Bernasconi-dijo pasándose una mano por su cabello.-Aunque se equivoca.

-Ya,claro...-sonrió de nuevo.-Por esta vez solo serán doscientos dólares, porque la señorita también iba desabrochada. -Agustin saco su billetera y haciendo de la multa que le dio el policía,una bola tirada en el maletero del Lamborghini,pagó de mala gana. Asegurándose de que esta vez,Carolina si fuera abrochada, arrancó de nuevo.

-Lo siento-murmuro Carolina apenada por el gasto.-No debí moverme.

-No,no debiste-dijo Agustín gruñiendo.-Pudimos haber tenido un accidente.-Carolina se sorprendió.

-Pero no hablo de eso,de la multa.

-Por eso no te preocupes. No es nada.

-Si lo es...

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