Epílogo. ¹

3.6K 241 17
                                    

Si estas leyendo esto,es porque algo salio mal,cariño... Siento no estar ahí,a tu lado,ahora mismo,pero no quiero que llores ¿si? Que sepas que te estoy viendo desde arriba y por las noches tendré que hacerte alguna travesura como castigo,por llorar por un estúpido como yo. ¿Sabes? las horas me parecen años aquí,me cuesta tanto seguir adelante sin ti. La comida esta asquerosa,nada se compara con los platos que , mi amor,sabes hacer. Además, estoy rodeado de estúpidos pajeros... y pensar que yo podría tenerte entre mis brazos ahora mismo...si les enseñase una foto tuya,se les caería la baba al suelo. Pero paso...no quiero que tengan sueños eróticos con mi nena. ¿Sabes otra cosa? Quiero que seas feliz,que rehagas tu vida...y que te acuerdes de este testarudo hombre de vez en cuando. Quiero que tengas hijos...entre ellos una niña,que salga igual a su madre,que tenga esa mirada limpia y ese gran corazón que tu tienes. Quiero que disfrutes,en otro hombre,de lo que a mi no me ha dado tiempo de darte. Y quiero que sepas,que yo...estando ahí arriba..o en todo caso,aquí abajo donde pertenezco más, estaré pensando en ti,a cada hora,cada minuto y cada segundo...

Te amé, te amo y te amará siempre.
Agustín Bernasconi.

Dos meses,dos meses han pasado desde la muerte de Agustín, todas las noches Carolina lloraba en la habitación de Agustín, arrugando la carta contra su pecho. No quería...no podía aceptar su muerte,aun había esperanzas en ella,Michael le dijo que no habían encontrado su cuerpo aún y eso le daba a pensar que él podía estar vivo.

Carolina estaba en casa de Agustín, en esa casa donde pasaron malos y buenos momentos. Estaba sentada en la sala,tomándose una,no,más bien cuatro cervezas,llorando a Agustín como todos los días, pensando en él, en su sonrisa,en su cuerpo,en él, en Agustín. Sus ojos hinchados de tanto llorar se iban cerrando poco a poco,hasta que el sueño la dominó por completo, y justo en ese momento tocaron el timbre. Carolina no lo escuchó, pues hace dos meses que no dormía más de tres horas,estaba ebria y con un sueño profundo...pocos segundos después,una carta pasó por debajo de la puerta.

ProtégemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora