Capítulo 26.

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-"Me das...asco, te odio.-agachó la mirada, y dejó caer el anillo de compromiso, al lado de Agustín."

Carolina terminaba de recoger unos papeles del escritorio.

-Bueno...-dijo mirando el reloj. -aún tendré tiempo de cenar con Agustín.-sonrió, viendo que habían pasado tres horas y eran las nueve menos cuarto de la noche. Mónica se asomó por su despacho.

-Caro...

-¿Si?

-Hay una chica...Sarah,creo, que quiere verte.

-Ah...-Carolina quedó pensativa. Sasha. -dile que puede pasar...-sonrió. -¿Le habrá pasado algo a Agustín?-dijo preocupada.

Sasha apareció en su despacho.

-Hola, linda.-la saludo, ella.

-Buenas noches.-sonrió Carolina. -Dime...¿ha pasado algo con Agustín?

-Oh, si, eso quería contarte...-sacó el móvil. -es...una pequeña cosa...que quería mostrarte.

El volumen al tope. Le dio play. Y le enseñó el vídeo a Carolina. Ella se quedó extrañada al principio. Las piernas la empezaron a temblar. Sasha no dejaba de formar una sonrisa en su cara. Mientras veía la expresión de Carolina. Viendo a Agustín. Viéndola a ella misma. Follando. Gemidos, jadeos, y deseos entre ellos dos. Los ojos de Carolina empezaron a humedecerse.

-No...susurró. No sentía el cuerpo, pareció como si su alma hubiera volado y la hubiera abandonado. Una sensación de ira y de pura depresión la abrumaron. -¡No!-masculló, aún sintiendo a Agustín disfrutando con Sasha. Carolina tiró el móvil contra la pared, y se cubrió los ojos con sus manos. Le ardían. De dolor, de pura ira, de todo en general.

-Es de apenas hace una hora.-sonrió Sasha. -espero que disfrutes de tu luna de miel.-se rió y se dirigió a la puerta. -por el móvil, no te preocupes, me compraré otro...total, la tarjeta de memoria es la misma. Así tendré un buen recuerdo.

Carolina se levantó. Le ardían las mejillas, las lágrimas caían por su cara. Le tiró un pote lleno de lápices y bolígrafos a Sasha.

-¡Eres un pedazo de puta! ¡Vete de acá! ¡No quiere verte más!- le gritó. Sasha solo se divirtió más. Se volvió a acercar a ella, con la intención de vacilarla, quizás pegarle y todo si se le venia en cara.

-¿Que dices? ¿Una puta?-sonrió. -Quizás, pero bien que he disfrutado a tu querido y 'enamorado' Agustín. -fue a colocar una mano en el mentón de Carolina.

-Sacá tus manos de mí. -dijo ella. Sasha sintió como en su vientre, algo apretaba.

-Oh, nunca pensé que la mosquita muerta de Carolina Kopelioff fuera a llevar una arma encima. Me sorprendes.

-Quizás fue la única idea buena que tuvo el hijo de puta de Agustín. Ahora vete sino quieres que te atraviese el cráneo con una bala, zorra. -Sasha tardó en quitarle las manos de encima. -¡Que te vayas!-apretó más la boquilla de la pistola contra su abdomen. Sasha al fin la dejó ir.

-Que te vaya bien.-hizo una señal con el brazo y desapareció por la puerta. Mientras que el mundo de Carolina se derrumbaba en mil pedazos.

{...}

Carolina entró a casa. Sin hacer ruido, cogió la maleta que horas antes había dejado. Sin coger nada más, allí llevaba un buen equipaje. La volvió a arrastrar hasta la salida. Deseó que Agustín no estuviera, o que simplemente no se enterara de que ella estaba ahí. Pero las luces se encendieron. Y él apareció por el corredor, frente a ella.

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