Especial Año Nuevo 2014!

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Especial año nuevo 2014

“Destino…

¿Parecemos estar tan lejos pero en realidad estamos tan cerca…? ¿O al revés?”

Jamie

Esperaba a que mi amigo aceptara la solicitud de video-llamada, lo había estado esperando un par de horas a que se conectara porque tenía mucho que contarle. Hacían ya cinco días que no hablaba con él y ese idiota se hacía extrañar.

Finalmente, su rostro apareció en la pantalla de mi computadora. Sus ojos azules brillaban de alegría, lo saludé con la mano gritando su nombre bien alto: “ALEEEEEEXANDER”.

Mi amigo me respondió de la misma manera y comenzó a interrogarme sobre cómo estaba y qué hacía, qué contaba de nuevo y qué pasaba con el asunto de mi trabajo y mi padre. Cuando llegó a esos últimos temas cambié de tema rápidamente, no quería hablar sobre eso. Iba a arruinar mi buen humor y no quería. Además tenía otra cosa que contarle. Le pregunté a él qué novedades le habían pasado pero él estaba medio distraído mirando de lado a lado por lo que no me daba respuestas bien claras.

--- ¿Qué pasa, Lightwood? – Pregunté porque no aguantaba que no me prestara atención a mí cuando han pasado días sin comunicarnos.

--- ¿Eh? ¿Eh? Oh, perdón, es que… tengo visitas en mi casa, y… ¡DEJA LA HELADERA CUATRO OJOS! – “¡ya basta de decirme cuatro ojos! Aparte estos cuatro ojos conquistan, pregúntale a Giselle sino” escuché una voz de hombre a lo lejos que le respondía, aguanté una carcajada. – ¡ENTONCES TÚ PREGÚNTALE SI EL ÚLTIMO ANÁLISIS DE VISTA QUE HA TENIDO LE HA SALIDO BIEN PORQUE ES EVIDENTE QUE ESTÁ CIEGA! – Le respondió Alec y tiró un almohadón del sillón a no sé dónde. Un quejido se dejó escuchar y luego el cierre de la puerta de la heladera.

--- ¿Visitas? ¿Te atreves a prestar más atención a tus amigos de ahí que a tu mejor MEJOR amigo a la distancia con el que hablas cada una semana? – Le reclamé.

--- Metti, no se ponga celoso, querido. Que mi amor es solo suyo. – Bromeó y esta vez fui yo quien tuvo ganas de lanzarle un almohadón, pero eso solo haría que mi computadora se estampara contra el piso y no, no era recomendable.

--- Psst – resoplé haciéndome el enojado.

“¿Qué pasa con tu amigo, Alec? ¿Acaso no sabe que nosotros tenemos prioridad?” escuché la voz de una mujer. Mi amigo miró hacia la derecha, supongo que hacia donde estaba ella.

--- ¿Prioridad? Ja-ja-ja – me eché a reír sarcásticamente. – Muy gracioso. – Murmuré.

--- ¡HEY! Sé que me aman y mueren por mí pero no hace falta que peleen. Mi corazón es grande, chicos, se puede compartir – el implicado nos guiñó un ojo y yo solté una carcajada.

--- Que no se te suban mucho los humos, amigo. Ahora dime, ¿Quién carajos es ella? ¿La que está cuestionándome? – Inquirí amenazante. CONMIGO NADIE SE METE, COMO QUE ME LLAMO JAMIE CAMPBELL BOWER.

“Ni se te ocurra decirle mi nombre” dijo la acusada.

“¿Por qué?” preguntó Alec.

“Porque no, MEJOR AMIGO” dijo enfatizando las últimas dos palabras. Le hubiera respondido si no fuera porque mientras decía eso pasaba a través de la pantalla, se acercaba a Alec y le daba un beso en la mejilla como refregándome en la cara que podía estar cerca de él y yo no. Luego se fue. A pesar de eso, no pude concentrarme en su contraataque hacia mí, en lo que había dicho o en lo que había hecho, mi mente estaba atascada en el mínimo segundo que la vi.

En Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora