En Mis Sueños

Sueño VIII: Confianza

Jamie

Había decidido hacer el cover de la canción “Illa Illa” con la esperanza de poder encontrarla y así poder conocerla más verdaderamente. Quería saber si esa chica que yo conocía y a la vez no, sería la misma que en la vida real. Siempre existe esa posibilidad de dos caras, hay personas así. Con el pasar de la mañana, había estado pensando en que reaccioné demasiado mal con ella cuando solamente estaba tratando de acercarse a mí un poco más. ¿No era ese mi plan también? Tenía que arreglarlo en el próximo sueño. Bueno, hice el cover apenas pude y vi, tan pronto lo subí, varios comentarios. La mayoría de mujeres, puesto que la canción era romántica. Pero un comentario me llamó la atención por su foto de perfil.

Salía la silueta de una chica por detrás, caminando en la noche extendiendo sus brazos como si en el momento en que sacaron esa foto, ella hubiera estado disfrutando de alguna brisa fresca. Se veía un poco oscuro y la silueta era como una sombra. Además que parecía que alguien más le había sacado la foto. Pero tan pronto la vi más de cerca pude reconocerla. No estaba cien por ciento seguro, pero digamos que más o menos sí. Así es que le respondí el comentario de modo que ella respondiera.

Consideré que si le decía “gracias” nada más, no me volvería a responder, por lo que traté de escribir uno para que pudiera obtener una respuesta. Y así, seguir la conversación.

Pasé el resto de los segundos esperando una notificación. Esto de estar momentáneamente descansando del trabajo ayudaba. Por suerte, no tenía nada que hacer y si tuviera tampoco lo haría porque tenía cero ganas de levantarme de mi cama y abandonar mi notebook. Tenía que aprovechar este día de franco para no hacer absolutamente nada. Ah, amo este tipo de días. En serio, ¿hay otra felicidad tan plena aparte de pasar todo el día en la camita, calentito? O durmiendo, o escuchando música, o en la camita durmiendo y escuchando música al mismo tiempo.

La tan esperada notificación por fin llegó y yo casi salto de mi cama porque estaba con los párpados casi cerrados (sí, tengo el sueño fácil). Lo abrí nervioso y me preparé. Lentamente, sentí una sonrisa aparecer en mi bello rostro. Seguimos comentando mientras el entusiasmo me inundaba más y más. De verdad había funcionado. Había tenido mi optimismo y mis esperanzas pero aun así no lo podía creer. La había encontrado. Ya no era alguien al azar que conocí mediante un extraño método irreal, ahora ella era un punto al que yo podía alcanzar. Esta vez, no iba a quedarme sentado como un estúpido viendo la vida pasar como tantas veces antes. Esta vez, iría en serio. La conocería personalmente, me prometí a mí mismo. Añadí su rostro a mi lista de metas.

…

Antes de sumirme en los brazos de Morfeo, pensé en las disculpas que le daría a Nadia por mi comportamiento exagerado de la última vez.

“Nadia, no deberías haberme insistido pero te perdono. También admito mi parte de culpa, así que perdón.”

No, ¿qué era eso? No puedo estar pensándolo en serio.

“Nadita, bonita, hermosa. Perdón por ser un idiota.”

No, qué carajos. Tengo mi orgullo también.

“Nadia… lo siento. Yo exageré un poco, no debería haber sido tan duro y responderte así. Espero que me perdones y volteemos la hoja.”

Eso sonaba más a mí.

… … … … … … … … … …… … … … …… … … … …… … … … …… … … … …… … … … …

Este lugar… no lo reconocía.

Estaba parado en medio de la calle frente a una casa de ladrillos rojos bien prolijos, con rejas negras de un estilo algo elegante. No era lujoso pero si pintoresco. Habían dos grandes ventanales de cara a mí y una puerta color madera oscuro. De dos pisos, podía ver. Un jardín encaraba el frente, se veía que estaba bien cuidado. Viendo las otras casas y el alrededor podría decir que era un buen barrio.