Capítulo 15- Desenmascarado

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Tenía ocho años y ella quince cuando aquella tragedia pasó. Uno de sus sueños desde niña era poder viajar por distintas partes del mundo, por lo que desde temprano se puso las pilas en la escuela y por eso desde primero de secundaria pudo irse de intercambio a muchos otros países.

Yo la quería mucho y ella siempre se las arreglaba para hablar conmigo por teléfono casi todos los días además de jugar conmigo en las vacaciones de verano, pues siempre en esas fechas estaba aquí.

Cada semestre solía cambiar de país, pero me alegré mucho cuando dijo que quería quedarse un semestre con nosotros, quería pasar un cumpleaños conmigo que era su "mellizo que se retrasó", pues además de ser prácticamente un reflejo del otro sexo entre nosotros, nacimos el mismo día y casi a la misma hora, solo que con siete años de diferencia.

Regresó tan pronto iniciaron sus vacaciones de invierno, mis padres y yo la recibimos en el aeropuerto con más entusiasmo que las otras veces, pues además de nuestro cumpleaños pasaríamos juntos las fiestas Dicembrinas.

Era 5 de abril de 2008 cuando mi hermana murió, puedo poner las manos al fuego por eso sin temor de haberme equivocado. Ese día era sábado por lo que teníamos el día completamente libre así que después del almuerzo ella y yo salimos a la banqueta a jugar un poco con la pelota.

Separados por una distancia no muy grande comenzamos a patearnos entre nosotros la pelota. En una de esas que me quise pasar de chistoso patee la pelota muy fuerte y bastante lejos de ella además. Rin no pudo detenerla, así que la pelota rodó hasta casi estar en la otra banqueta pero seguía en la carretera. Naturalmente mi hermana comenzó a caminar para recogerla, pero la energía que tenía me hizo correr a mi.

"Yo la traigo" fue lo que le dije al pasar rápidamente junto a ella, con mi vista fijada únicamente la pelota, sin percatarme de la camioneta que venía a bastante velocidad a pesar de que no debería ser así por esas calles.

Todo pasó muy rápido... cuando mi hermana gritó mi nombre, cuando intentó advertirme pero no había tiempo, cuando corrió hacia mí y me empujó con todas sus fuerzas, cuando la camioneta quiso frenar, pero que al ir a tal velocidad y con tanto peso no pudo detenerse a tiempo.

Yo estaba completamente en shock, mi amada hermana mayor estaba en la carretera sangrando e inconsciente.

El hombre que manejaba y su acompañante bajaron enseguida y, viendo la situación, se pusieron nerviosos, pero la mujer no tardó en gritarle al conductor que llamara a una ambulancia.

En eso escuché como una bandeja se caía y como uno que otro plato se rompía, había sido mi mamá que nos iba a llevar una merienda pero que al ver lo que ocurrió no dudó en dejarlo caer para ir corriendo hacia Rin.

Llena de lágrimas llamaba con gritos a mi hermana levantando su cuerpo con cuidado, Rin respiraba de una forma muy leve. Mi madre al ver la hemorragia que tenía detrás de la cabeza se quitó su blusa para presionar la herida, sin importarle que hubiera extraños en su presencia.

Mi hermana respiró fuertemente dos veces antes de dejar de hacerlo, la ambulancia llegó en ese instante, no había tardado mucho en llegar.

Los paramédicos salieron disparados hacia el cuerpo de mi hermana ignorando todo lo demás, mi madre se hizo a un lado suplicando que la salvaran.

En contra de mi voluntad, mi madre me mandó a ir a la casa de la vecina, una mujer un poco avanzada edad con la que solía convivir, más que nada para jugar con sus nietos que la visitaban de vez en cuando. Intenté replicar, pero mi madre no me dio opción alguna y es por eso que fui.

El Llamado de los MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora