Capítulo 10- Novio de Chocolate

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—¿Entonces Piko te ayudó a cruzar por completo? —preguntó la mujer totalmente atenta a la historia que contaba el niño de ojos anaranjados.

—De cierto modo, sí —contestó Lui, quien estaba sentado sobre las piernas de Piko —. De no haber sido por él hubiera estado vagando mucho tiempo en el hospital— se giró un poco para poder ver el rostro de Keyo-mors—. Gracias.— le dijo con una gran sonrisa y abrasándolo.

—N-no es nada...— respondió el de cabellos blancos tratando de devolver el abrazo, tarea difícil ya que traspasaba el "cuerpo" del Hibiki.

—¿Porqué de todas las almas de un hospital Piko se tuvo que topar con Lui?— preguntó James mirando a techo —¿Y qué hice para merecer que lo vea de nuevo en el mundo terrenal?— se lamentó extendiendo sus brazos a sus costados.

—Como que debiste ser actor de telenovela mexicana, ¿no?— comentó la de coletas al ver el dramatismo del de orbes negros.

—¡Pero no sabes las cosas que me ha hecho este demonio!

—¡Oye! ¡Demonio tu abuela!— le respondió Lui aún abrazado al Keyo-mors.

—¡Cállate hijo de tu pu...!

—¡James!— reprendió la adulta.

—...purísima madre!— Piko suspiró, al parecer estos dos niños no se llevaban nada bien...





—¿Cómo ha estado mi novio de chocolate?— preguntó el rubio dentro del espejo. El Utatane se sonrojó, Piku se sorprendió y Oliver sus puños apretó.

—¿E-eh?— tartamudeó el de mirada distinta.

—¡Increíble!— exclamó Miku. Se acercó —¡Lo lograste y a la primera! ¡Felicidades!— le dijo con una gran sonrisa y tomándole de los hombros.

—G-gracias— respondió el Keyo-mors, retiró sus manos del espejo cuando la adulta le avisó que podía hacerlo.

—¡Hola!— saludó la peli negra al niño de ojos anaranjados, agachándose a su altura — Mi nombre es Miku Zatsune, tú eres Lui, ¿no?

—¡Hola! Sip— el mencionado miró con atención a la mujer —, soy Lui Hibiki.

—Que niño tan lindo y educado.— comentó la mayor con una sonrisa.

—¡Ja! Esos adjetivos son los antónimos de Lui— comentó James de manera inconsciente, llamando así la atención del alma en el espejo. —...rayos.— murmuró al darse cuenta.

—¿Qué haces tú aquí?— le preguntó el Hibiki sorprendido — Hace cinco años que no te veo en el Más Allá.

—Haciendo cosas de importancia, yo no sólo estoy de vago en el Más Allá.— respondió el rubio con mechas negras con una sonrisa burlona.

—Entonces, Lui— interrumpió la adulta antes de que el ojos naranjas respondiera —, te tengo una propuesta.

—¿Una propuesta?

—Oh, no, ¿qué piensas hacer?— le preguntó James a Miku.

—Así es— dijo la de coletas ignorando la pregunta de mirada negra —, te propongo lo siguiente: ¿Qué tal si vienes a quedarte al mundo terrenal y hacemos una conexión?

—¡¿Qué?!— exclamó el niño de apariencia mayor.

—¿Quedarme aquí?— el rubio menor pensó un poco —Hmmm... No sé, antes sólo venía unas cuantas horas para jugar con Piko cuando estaba pequeño pero...

El Llamado de los MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora