PROLOGO

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Dos niños de 11 años de edad corrian cerca del la orilla de un lago donde siempre habían jugado, desde pequeños, amigos desde básicamente estando en pañales. Ambos siempre felices de tenerse el uno al otro, sin embargo, como todos en el mundo con peso en sus pequeños hombros. Jensen, el mas bajito de ellos, un chico rubio de hermosos ojos verdes y adorables pecas en su rostro, se mostraba triste, lo cual era extraño en él. Su amigo Jared, quien era un poco mas alto, castaño de ojos pardo, estaba preocupado por él.

- Jen ¿Qué sucede?

- Tengo miedo Jay

Ambos se sentaron en la orilla metiendo sus pies al agua – Me entere de algo... en mi familia ha habido algunos omegas, Jay... ¿Qué pasa si yo soy uno? Sé bien lo que piensan de ellos y como son tratados por todos, no quiero que eso me pase a mi – confesó aguantando las lágrimas.

Ambos a sus 11 años estaban a escasos 3 o 4 años de saber si eran Alfas, Betas u Omegas... estos últimos eran usados solo para esclavitud ya sea sexual o laboral y para procrear, solo eso, las leyes no los protegían ni un poco, al menos no en Texas. Jared quien provenía de un clan completamente de Alfas sabia que lo peor que podría pasarle es ser un beta, pero en el fondo estaba seguro que al igual que todos seria un Alfa, creía lo mismo de Jensen, pero ahora estaba preocupado, no quería que su mejor amigo fuera torturado por nadie.

No lo podía permitir.

- No te preocupes Jen, nada malo te va a pasar, te lo prometo

- ¿Cómo puedes prometer eso?

- Porque si llegas a ser un Omega... Yo seré tu Alfa – habló con total seguridad el castaño, con una gran sonrisa en su rostro, creyente completamente de lo que estaba diciendo.

Jensen se sonrojo – ¡Estás loco! ¿sabes lo que eso significa, ¿verdad? – le pregunto sorprendido por el ofrecimiento, pero a pesar de su corta edad ambos sabían lo que era que un alfa y un omega estuvieran juntos.

- Vamos Jen, no dejare que te entreguen a cualquier Alfa, puedes estar conmigo hasta que encuentres a alguien que te merezca y yo voy a ayudarte en eso, pero hasta entonces tu estarás bajo mi protección

El rubio lo miraba agradecido, no podía haber pedido a un mejor amigo – No se si pueda pedirte tanto Jay – le dijo quedito, el mas alto sonrió y le puso un brazo sobre sus hombros, acercándolo a el y ambos observando su reflejo en el agua.

- Tu no me estas pidiendo nada, yo te lo estoy ofreciendo... jamas dejare que nadie te lastime Jen, Alfa, Beta u Omega, no me importa, siempre seras Jensen para mi

- Te quiero Jay

- Y yo a ti Jen

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