Capítulo 31 "Camila insiste"

18 10 9
                                    


César —Yanira se fue— Camila contenta — ¿¡se fue!? ¿Y para dónde? ¿Y cómo lo sabes? ¿Por qué contestaste el teléfono de tu casa César? — se enoja por último. César — es que la verdad me escape del hospital. Y no sé para dónde se fue, me siento muy mal. Lo peor es que la mamá me dijo que ya nunca regresará a su casa— Camila — ¡César! ¡Por Dios! Te pasas la verdad vos ¿te sigue doliendo algo? Y con respecto a lo otro, pff eso es mentiras, es obvio que va a regresar en algún momento de su vida— César —Me siento bien, tranquila, sólo son unos dolores pequeños los que siento. Y yo como sea necesito hablar con ella— Camila — ¿Y qué tal qué si esos dolores te pueden afectar en algo de tu vida? ¿Quién te asegura que estás bien? ¡Vamos al hospital de nuevo!— César — ¡Yo no quiero Camila! ¡Estar en el hospital es una tortura! — Camila — ¡Pero entendelo! Tenes que estar bien y es por prevenir— César respira profundo y exhala —enserio me siento bien Camila— Camila preocupada —pues sí vos te podes sentir bien, pero podes estar mal— César — ¡Camila ya! — Camila —de milagro estás vivo sabías— César — ¡no más Camila! ¡Me siento bien! ¿Y qué cosa peor me podría pasar? ¡Si ya no tengo a nadie que se preocupe por mí! — Camila —yo existo ¿sabías? Mira, está bien. Porque no mejor nos comunicamos en un lugar donde den de cenar, para que no penses tan mal y también veré en qué te puedo ayudar— César —está bien— Camila —yo te voy a pasar a recoger y nos vamos en algún bus—
Camila ve que  César se ve muy decaído y con heridas en partes de su cuerpo. Camila angustiada — ¡Dios mío! ¡Vamos al médico! — César —Camila, ya lo hablamos, por favor— Camila — ¡Pero es qué me angustia verte así! — César cansado —Camila…— Camila —bueno está bien, todo por vos— se van caminando despacio, y llegan a la parada de un bus y el bus llega y se suben, se sientan y se van tranquilos. Mientras el bus avanzaba cada vez más, Camila no dejaba de ver a César todo lastimado, se le sonrojan sus mejillas. César aburrido — ¿qué pasa Camila? — Camila triste —Nada César, nada… — ellos no hablan cuando se van en el bus.
Ya están en el restaurante buscando asientos, el restaurante no es de los que cobran mucho. Camila —yo invito— César —no te preocupes, para eso traje mi dinero. Yo invito— Camila —bueno, si así lo deseas— lo agarra de un brazo, mientras sonríe viendo hacia un lado —tengo un poco de frío César— César —qué mal— Camila se pone bien mal y le pregunta — ¿cuándo te vas a fijar en mí César? — César la suelta. Y se sientan en una mesa. César con mucho valor le dice —Cuando olvide a Yanira ¿y sabes cuándo va pasar eso? Nunca— Camila molesta —estás bien mal César, quizás de tan obsesionado que estabas con esa pasmada, eh… Ella ya no te habrá querido ver y por eso se habrá ido— César —la que está mal sos vos, ¿qué no te das cuenta? Yo no te quiero para algo serio, sólo como mi amiga— Camila —es que la verdad ya no sé qué hacer con vos, para que al fin te fijes en mí ¡y olvides a esa dunda! Es que enserio César, yo hago lo que sea con tal de que me queras, o sea, aprovecha que tenes a alguien ¡qué te quiere! — Se le escucha la voz muy aguda. César —Camila, cuando uno ama a otra persona, no puede amar a alguien más— Camila se jala unos cabellos y le dice muy preocupada, muy triste —ay no, es que yo sólo te quiero mucho para algo serio. Además, yo no te estoy pidiendo que me ames de un día para otro, por supuesto que no, todo es a su tiempo, mientras podes ir borrándote de la cabeza a esa tonta de Yanira, que a saber en dónde ha de estar— César —Camila por favor… Yo pensé que no te ibas a poner así cuando habláramos de Yanira— Camila —César dame tus manos— César le da sus manos. Camila muy triste — ¿qué hago decime? ¿El qué hago? — se lo dice con un nudo en la garganta. César le suelta sus manos. —no tenes que hacer nada. Yo amo a Yanira, entendelo— Camila grita un poco — ¡Es qué no entendes! ¡Esa ya no te quiere! ¡La que te quiere soy yo! ¡Esté es el presente no el pasado! — César con lastima —sería muy infiel si anduviera con vos, porque cargaría la imagen de otra persona a la que amo en mi cabeza, y no a vos— Camila llorando —no me importa, yo sé que con el tiempo la olvidarías y asunto resuelto— César —Camila…— Camila desesperada —no sabes cuánto te deseo y te anhelo— se levanta de la mesa y se acerca a él —te puedo demostrar de muchas formas lo mucho que te quiero— César con lastima —Camila no insistas, vos sabes que mientras ame a otra persona no podremos ser algo más— Camila se acerca un poco más y lo besa. César comienza a recordar cuando se besaba con Yanira y se siente muy mal. La suelta. —Camila ¡te dije que no! ¡Basta! ¡Yo no quiero algo serio con vos! Déjame en paz y lo siento— Camila triste— ¿¡qué!? ¿Qué está mal besarte? — César entristecido —es sólo que… Aún recuerdo sus besos— se le comienzan a salir lágrimas. —No te puedo querer Camila, lo siento—  Camila lo toca de su cara —César te amo, tenes que ser fuerte— César le quita las manos de su cara. — ¡Es qué hasta eso me recuerda a ella! Me siento muy mal Camila ¡entendeme! ¡Escuchame si es qué tanto me queres! — llora.

Camila apenada —Lo siento César

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camila apenada —Lo siento César. No quise que volvieras a llorar. De verdad, lo lamento... Tal vez hoy no sea buen tiempo para conquistarte— César se siente muy mal que suelta más lágrimas —lo único que logras con eso es que me acuerde de ella aún más. No Camila, simplemente no puedo volver a querer a otra—

La Pasmada de Yanira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora