ÁMBAR

1.Relaciones tóxicas

Meses antes:

Mientras estoy tumbada en la camilla del hospital pienso en como he podido llegar hasta aquí. Mi trabajo está empezando a inmiscuir en mi vida personal.

Alguien toca la puerta.

—¡Lia! ¡Pero que te ha hecho ese malnacido!—Leo entra en la habitación como un remolino. Coloca sus manos a ambos lados de la cabeza y me mira sorprendido.

—Por favor Leo, no empieces. Solo es un esguince—

—No, esta vez no Lia. Primero  fueron las fotos. Después te destrozó el apartamento. Y ahora te atropella con el coche. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Que te empuje por una ventana sin querer?—

—Leo—pronuncio su nombre alargando la última letra — Sé que Cameron no es un ángel, pero no me atropellaría queriendo. Fue un accidente—

— ¿Y qué publicara esas fotos también fue un accidente?—

—No estoy diciendo eso...—

—¡No! Ya, basta ahora mismo voy a hablar con un abogado para que solucione esto.—

Me froto la sien pensando en que momento me pareció buena idea aceptar a Leo como mi representante. Lo último que necesito ahora mismo son más problemas.

—Leo — le llamo repetidas veces. Pero como el buen cabezota que es ya esta hablando por teléfono mientras camina de una punta a otra.

-Insoportable - pienso.

Tres horas mas tarde, tras pasar por un escáner, comprobar que no es nada serio y firmarle un autógrafo al médico estoy en casa.
Leo me repite una y otra vez que como falte a la cita con el abogado renunciará a trabajar conmigo. Yo no se sí eso sería un alivio o un disgusto.

Me tumbo en el sofá y reflexiono sobre mis últimos meses.
El imbécil de mi exnovio no hace mas que empeorar las cosas. Cameron y yo empezamos a salir hace un año. Todo iba bien hasta que comencé a rodar mi última película, en la que tuve que representar bastantes escenas sexuales.

Cam empezó a volverse posesivo y extremadamente celoso. Al poco tiempo corte con él. Quedamos como amigos ya que habíamos pasado muy buenos momentos y no quisimos perder nuestra amistad.

Volvió a ser el mismo chico al que conocí. Agradable y gracioso.
Pensé que simplemente fue una mala racha y que todo había pasado. Entonces volvimos a acostarnos. Intentamos volver a salir pero sus celos nos impedían progresar.

Finalmente decidí alejarme de él.
Como amigos lo único que conseguíamos era acabar en la cama. Y mi trabajo no era compatible con él.

Después de eso todo ha cambiado. Ya no queda nada del chico tranquilo y gracioso que conocí. Desde que me distancié empezó a comportarse como un acosador.

Primero publicó unas fotos comprometidas a una revista de cotilleo. Me cabreé muchísimo, no comprendía que cojones le pasaba. Finalmente el revuelo de esas fotos acabó con un puñado de proposiciones para rodar desnuda en películas o anuncios.
Algo que nunca había hecho, ya que si alguna vez había participado en escenas de ese tipo nunca había salido completamente desnuda.
Lo que en un principio me cabreó acabo siendo un aumento en mis propuestas de trabajo.

Intenté olvidarlo, pero Cameron volvió a atacar.

Esta vez llegué a casa y me encontré todo tirado. Mi ropa en el suelo, objetos que habían sido lanzados contra la pared y un espejo roto.
Al entrar en la sala había una nota suya colocada en la mesa.
Me pedía perdón por lo sucedido. Como había estado evitándole él solo pretendía entrar en casa para poder hablar conmigo. Pero todo lo que le rodeaba le recordó a nuestra relación y no pudo contenerse.

En esos momentos estaba empezando con un trabajo importante en el que tendría que viajar a Francia en unos días para permanecer allí una temporada. Así que decidí dejarlo pasar.

Por último, ayer estaba en una reunión con una compañía de modelos para concretar unos puntos y al salir me di cuenta que un coche me seguía. Al fijarme mejor me di cuenta de que era su coche.
Aparqué, baje a la calle y me acerqué. Él, asustado al percatarse de que le había pillado aceleró. Con la mala suerte de pisarme un pie.

Lo que acabó en un esguince y un representante muy enfadado llamando a un abogado.