9. Nervios

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Cuando mi compañera de trabajo me dijo que me iba a ayudar, en lo último que pensé fue en esto.

Me miro al espejo una vez más. Creo que el resultado es bastante decente. ¿Cómo se visten las personas para una gala benéfica?

El vestido burdeos me cubre solamente un hombro. Se ciñe a mi cuerpo y deja al descubierto gran parte de mi pierna derecha en una abertura, para dejar la tela flotando sobre mis tobillos.
Los tacones plateados le dan un toque brillante al conjunto.
Creo que estoy lista.

—¡Khloe, sal del baño si no quieres que lleguemos tarde maldita sea!—

Sara pensó que salir un poco (aunque fuera a un evento como este) me sentaría bien y tiene razón.
¿Cómo no me iba a sentir agobiada si hace siglos que no salgo?
Necesito conocer gente, visitar Londres...No estar todo el día del trabajo a casa con la escusa de estar cansada.

Aunque a veces, después de un jet lagg terrible es inevitable tirarse en la cama durante días.

Taconeo de un lado a otro por la estancia. Cada vez me sorprendo más con mis reacciones con respecto a Derek.

Me negué de inmediato, pero finalmente Sara me convenció para que Derek me viniera a buscar.
Solo pensar en volver a verle me pone los pelos de punta. Cuando Sara insistió decidí que Khloe podría acompañarme en está ocasión.
No podría aguantar a Derek durante todo el trayecto.
Y mucho menos al pensar en nuestro último encuentro.

—¡Ya salgo pesada!— la puerta del servicio se abre para dejar paso a una deslumbrante Khloe metida en un precioso vestido dorado, corto pero muy elegante, que deja al descubierto sus esbeltas piernas.

—¡Guau! Chica, estas como un tren—Da una vuelta frente de mí para lucirse.

En la calle, el sonido de un claxon empieza a pitar. Me asomo por la venta y diviso el BMW negro en la acera.
Sonrió mientras Derek sigue tocando, siempre tan escandaloso... En todos los sentidos.

Bajamos las escaleras a todo correr. Dentro del portal puedo ver el coche de Derek, aún esperando.

—¡Vamos Lia, abre la puñetera puerta!— las manos empiezan a sudarme y me siento tonta de remate. ¿Se puede saber que me pasa?

—¡No me grites Khloe, que me pones mas nerviosa. ¿Tengo bien el pelo?—

—Oh vamos, callate ya— me mira de arriba abajo— Estas perfecta. Tienes los ojos castaños claros mas grandes que he visto en mi vida, que va a juego con tu cabellera brillante, aparte de esas tetas bien puestas que incluso yo siendo hetero, me gustaría tocar. En conclusión, no te preocupes, respira hondo y salgamos—

Apoya una mano en mi espalda para infundir apoyo a sus palabras y me sigue hablando.

—Tanquilizate Lia. Nunca te he visto así con un tío desde que tenías quince años— suspiro, sé que tiene razón.

Vuelvo a ser la Lia de siempre, segura y decidida. Abro la puerta para disponerme a salir. ¿Desde cuando un simple beso me ha trastocado tanto?
Esto es nuevo para mí.

—Además estoy deseando ver al tío que te pone tanto—

—¡Khloe!—se ríe quitándole importancia y seguimos andando.

La puerta del automóvil se abre. Derek salé con un traje negro, chaleco gris y pajarita negra. Esta espectacular. Empiezo a salivar, como si mis hormonas no pudieran controlarse y tengo que tragar sonoramente.
Me mira de arriba abajo, algo común cada vez que nos vemos. Sus ojos son como rayos X, siento que me está desnudando. Coloca una mano en mi espalda desnuda y me estremezco.

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