ÁMBAR

21.Perdón

NARRA DEREK:

Dos semanas después:

Al salir de la oficina me sorpendo al encontrarme con Amber frente a mi coche.
La chica alta, rubia oscura y delgada que veo es la chica con la que he estado manteniendo relaciones antes de conocer a Lía. Bueno... Y durante.

Me arrepiento de lo que le hice, no se lo merecía. Me presenté en casa de Lía después de haber estado con Amber sin pensar en las consecuencias que ello podría acarrear.
Fui un egoísta que solo pensó en mí, en mis ganas de ver a Lía.

Joder, estaba bebido y no sabía lo que hacía. Cada beso que le di a Amber fue pensado para otra persona y al finalizar la noche no pude evitar dirigirme hacía la mujer que había estado anhelando durante todo el día.

¿Se puede saber que hace aquí?

—Hola Amber ¿Esperas a alguien? —le saludo tranquilo.

—Te espero a ti —coloca una mano sobre mi hombro y me coge del brazo —¿Qué pasa Derek? Hace mucho que no nos vemos—

Maldita sea, no voy a decir que no he pasado buenos momentos con Amber pero en este instante no tengo ganas de lidiar con ella. Mucho menos quiero fastidiar lo bien que estamos Lia y yo ahora, la prensa es muy mala cuando quiere y una foto como esta se podría malinterpretar.

—¿Qué tal si vamos a tomar algo y hablamos?— le propongo para alejarnos de las calles tan transitadas.

—¿No prefieres que vayamos a mi casa?—suspiro con fuerza y me deshago de su mano. Ella frunce el ceño sorprendida por mi respuesta.
En otros tiempos no sería lo mismo.

—Ven, vamos— empiezo a andar en busca de un bar cercano en el que podamos conversar como es debido.

Cuando cada uno tenemos nuestras bebidas y estamos cómodos me pronpongo terminar con esto cuanto antes.

—Hace unos meses conocí a una mujer que actualmente está empezando a ser importante en mi vida, no quiero defraudarla. Sea lo que sea lo que tú y yo tenemos tiene que terminar ahora— me mira con cara de pocos amigos, como si quisiera estrangularme. De un momento a otro su mirada a pasado a ser de asco total.

—¿Es esa chica con la que tanto sales? La actriz de pacotilla esa que lo único que hace es desnudarse delante de las cámaras. No me lo puedo creer—me impresionan tanto sus palabras, dirigidas con tanta maldad que me sorprendo.

Esta mujer es una víbora.

—Cuidado con lo que dices Amber—

—¿Cuidado con qué? Solo digo la verdad. He estado todo este maldito tiempo detrás de ti como una tonta para que venga esa y me remplaces como si nada. ¿Se puede saber que tiene ella que no tenga yo?—

—Ya basta, no te permito estas faltas de respeto ni hacia ella ni hacia mí. ¿Que te piensas que soy? Yo no remplazo a las mujeres y viendo como eres tendría que haber tenido esta conversación contigo hace tiempo—

Por Dios podría dar mil motivos por las que nunca he querido nada más serio con Amber.
Desde que nos conocimos se ha dedicado a hablarme de tonterías, en el único aspecto que coincidimos es, mejor dicho era, en la cama.

Nunca se interesó por conocerme más y aún así se pregunta porque no quiero nada con ella.

Para mi desgracia Amber no tiene esos ojos castaños tan risueños que no salen de mi cabeza, ni el pelo claro y salvaje en el que tanto me gusta enredar los dedos.
Solo se ríe, contestándome a todo que sí. No me dice frases irónicas como Lia, no me hace reír con sus ocurrencias.