17.Detrás de tu voz

12 5 1
                                    

Leo y yo saltamos de alegría cuando nos confirman que me han aceptado en el casting que me presenté para participar en una película.
Llego a casa con una sonrisa permanente y la felicidad desbordante.

No sé nada de Cameron, lo que me extraña bastante. Su llamada de hace un mes, a la que no respondí, fue lo último que supe.
He intentado volver a verle para poder aclarar las cosas.

Decido llamarle para preguntarle cuándo está libre. De ahora en adelante no quiero dejar ningún cabo suelto. Quedamos en vernos en cuanto los dos tengamos algo de tiempo.
Esta vez no haré algo de lo que después arrepentirme, seré firme y mantendré una conversación con Cameron. Lo nuestro no va a ninguna parte, tiene que acabarse de una vez.

NARRA DEREK:

Estoy en mi despacho.  Estos ultimos días he estado intentando concentrarme en el trabajo, pero no puedo. Lo único que tengo en mente son unos ojos avellana, un cuerpo menudo, un aroma de miel.
No puedo dejar de pensar en ella.

Aparto las hojas que estaba leyendo de un manotazo.
—¡Joder!—Enma pasa frente la puerta abierta de mi oficina y me mira. Debe de pensar que estoy loco.

Tengo el teléfono en la mano, ya es tarde para arrepentirme porque escucho su acaramelada voz en mi oído.

—¿Si?— un simple monosílabo me provoca una imagen de sus labios en mi depravada imaginación.

—Lia. Soy Derek—

—Hola Derek, ¿Pasa algo?—
¿Por qué la he llamado? ¿Qué le digo?

—Quiero verte—eso a sonado mas a una orden que a una invitación. Va a pensar que soy un maleducado, sin embargo me sorprende con su respuesta.

—Y yo, he estado hablando con Cameron— una sensación desconocida para mí me invade. ¿Seran estos los celos de los que tanto hablan las parejas?

—No me lo puedo creer. Después de la noche que pasamos y me dices esto. ¿Estas jugando conmigo Lía?— Estoy apunto de romper el teléfono de tanta presión ejercida por mi mano.

—¿Te puedes callar un momento y dejarme terminar? Por Dios Derek tienes un problema, cada cosa que digo te alteras o la sacas de contexto. Quiero hablar contigo, si puedes mañana—

—Normal que me altere, te llamo diciendote que tengo ganas de verte y tú me hablas de tu ex—un pequeño silencio se hace entre nosotros.

—¿Nos vemos mañana?— responde con voz cansada.

—Y encima me ignoras—

—Hasta mañana Derek, que tengas un buen día — me cuelga el teléfono y me quedo con cara de tonto mirándolo.

Me río, Enma vuelve a pasar y me mira raro, ahora si que debe de pensar que se me está llendo la cabeza. Nunca antes una mujer me había colgado el teléfono. Nunca es tarde para una primera vez.

Estoy durante todo el resto del día dándole vueltas a lo de Lía, preguntándome de que querrá hablar y deseando verla.

Tocan mi puerta.
—Adelante— mi padre entra, vestido perfecto de pies a cabeza como siempre.

—Te veo sonriente hijo— se sienta en la silla frente a mi escritorio— me he enterado de que últimamente te estás viendo con una mujer.

Dejo los papeles en la mesa y me apoyo en el respaldo. Me frotó la sien preparándome para una de las charlas de papá. Siempre está con el mismo tema «Tienes que sentar la cabeza Derek » «Algún día conocerás a una mujer por la que hacerlo» Bla,bla bla.
Que obsesión con encontrar el amor en esta vida, quizá no esté hecho para ello.

En mi vida he tenido parejas formales, pero ahora que miro atrás no puedo decir haber estado locamente enamorado de alguien. Quizá no esté hecho para ello y nunca sienta eso de lo que tanto hablan. El amor. Lo que me hace dudar de lo que siento por Lía, no voy a ser hipócrita y decir que estoy enamorado. Pero si sé que estoy sintiendo algo que no había sentido antes. Sin embargo hay veces en las que la noto distante y ninguno de los dos estamos predispuestos a una relación.

—Derek— dejo mis pensamientos a un lado y miro a papá.

—¿Te lo hacontado Sara, verdad? Sera bocazas esa...—

—Habla bien de tu hermana. Y si me lo ha contado es porque ve que es alguien especial. Además, estos días andas con una sonrisa y mas alegre de lo común. Te conozco y se que hay algo o alguien que te ha hecho esto—

No sabía que desde fuera hubiera cambiado tanto, seguramente mi padre esté exagerando como siempre. Tampoco es para tanto que de vez en cuando sonría al pensar en Lía ¿No?

Pienso en mi padre y en lo mucho que le gustaría verme feliz con una mujer.
—Se llama Lia Bradley, es actriz. Y no empieces porque no somos nada. Y dile a Sara que deje de hablar de mí—

Thomas se levanta de su asiento y se acerca a mi, parándose frente al gran ventanal para mirar las vistas.

—Solo quiero verte feliz hijo— coloca una mano en mi hombro y me da un apretón — Si tú eres feliz yo lo soy ¿De acuerdo? Pase lo que pase—

—Y soy feliz papá— me levanto para quedar frente a él — ¿Pasa algo?— le noto mirando nostálgico hacia ningún lado en concreto— Ey, ¿Qué ha pasado? —

—Tu madre me ha llamado—

Me paro en el sitio, mi mano cae laxa a un lado de mi cuerpo. Las palabras impactan sobre mi mente, soy incapaz de procesarlas. Pensé que nunca más volvería a hablar de ella, pensé que desaparecería.

Maldita sea.

No se como reaccionar, no quiero saber nada de ella, sin embargo las dudas sobre que quiere me invaden.
Cuando mejor estoy tiene que aparecer para joderme.

Mi rostro se torna serio y duro, las manos empiezan a sudarme.

—Ella no es mi madre papá, te agradecería que no la llamarás así. Solo es...una mujer que...— intento calmarme, nunca volverá a alterarme— Pensé que nunca volvería a saber de ella. No quiero saber que te dijo, no me interesa.—

Vuelve a colocar una mano en mi hombro y me mira a los ojos, igual de claros que los mios.

—Lo siento, solo quería que lo supieras. Estás en todo tu derecho de no querer saber nada de ella, incluso yo me sorprendí cuando contactó conmigo. Se que ahora eres feliz y no quiero que nada ni nadie te impida seguir así — nos fundimos en un abrazo paternal.

Cuando vuelvo a quedarme solo mi cabeza da vueltas y vueltas, mi humor cambia repentinamente.
¿Por qué ha vuelto?

ÁMBARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora