Capítulo 4. Un nuevo comienzo

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Los personajes de Miraculous Ladybug no me pertenecen, son propiedad de Thomas Astruc.

— Hablan —

Piensan

.........

— Adrien... ¡Adrien, despierta! —

— Déjame dormir Plagg — contestó un adormilado rubio

— ¿No piensas ir a la escuela? — Preguntó el Kwami

— No Plagg, no tengo ánimos de ir — el joven rubio se enredó más en los cobertores

— Pero ¿tu? —

— Si Plagg, voy a quedarme aquí —

— ¿Adrien? ¿El responsable Adrien no va a ir? Pero ¿Por qué? —

— ¡Porque no quiero verla ahora! — el ojiverde le grito a Plagg quitándose las cobijas de encima. El pequeño Kwami se sorprendió por tal actitud — Lo siento Plagg —

— No importa... y en cuanto a Marinette, tarde o temprano volverás a verla y tendrás que hacerle frente a la situación — dijo Plagg

— Si lo sé, lo sé. Pero hoy no iré a clases me quedaré en casa — dijo el rubio

— ¿Qué hay de tu padre? — dijo el kwami

— Le dije que estaba enfermo — respondió Adrien ocultándose de nuevo debajo de las mantas.

— Bien... ¡pero yo tengo hambre! ¡aliméntame! — Plagg comenzó a jugar con el cabello del ojiverde para que se levantará de la cama.

— ¡Aaah¡ ¡Plagg! —

.........

Una joven peliazul esperaba nerviosa la llegada de cierto rubio, quería saber cómo sería su relación a partir de ahora. Al pasar los minutos la primera clase dio inicio, después la segunda y tercera clase, hasta que sonó la campana dando inicio el receso.

— Alya no has visto a Adrien de casualidad — pregunto la ojiazul

— No amiga, no llegó a las primeras clases y nadie lo ha visto. Yo diría que no va a venir— contestó la castaña

Adrien — la peliazul entristeció.

.........

En una habitación de la mansión Agreste se encontraba trabajando Gabriel, revisaba que cada diseño se encontrara perfecto, sin ninguna falla.

— Señor Agreste, tiene una llamada — informó Nathalie. Gabriel le indicó a su asistente que le entregara el teléfono.

— ¿Allô? —

— ¡Me costó conseguir un número de teléfono para localizarte! — se escuchó una voz femenina.

— ¿Solo llamo para decir eso? Me hace perder el tiempo — contestó el ojiazul enfadado.

— ¡Ah! ¿Así le hablas a tu amiga? — Gabriel se sorprendió al escucharla pero después sonrió de lado, ahora la recordaba.

— Me sorprende tu llamada — dijo Gabriel más animado

— A mí me sorprende que no me reconocieras...pero basta de dramas ¿Cómo has estado? Espero que bien —

— En efecto, me encuentro bien — contestó el ojiazul volviendo a usar un tono serio

— ¿Y cómo va tu carrera de diseñador? —

— Soy un famoso diseñador, me atrevo a decir que el mejor de París — dijo Gabriel orgullosamente

Miraculous: New Heroes, The greatest miracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora