Capítulo 36. I Found You

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Los personajes de Miraculous Ladybug no me pertenecen, son propiedad de Thomas Astruc.

—Hablan—

Piensan

.........

El rubio y la azabache caminaban hacia el salón de clases mientras conversaban, el rubio sonreía y reía en varias ocasiones ya sea por algo dicho por él o por la joven. Entraron al aula y encontraron el mismo ambiente animado de todos los días, no obstante, cambio cuando sus compañeros se dieron cuenta de la presencia de Soleil, eso no pasó desapercibido por él ni por el pelirrojo del grupo. La tímida chica se percató de eso cuando las miradas se posaron en ella haciéndola sentir incómoda.

—Vamos, te acompaño a tu lugar. —Dijo el ojiverde llamando la atención de la chica y olvidándose de aquel momento.

—Buenos días Soleil... Adrien. —Habló Nathaniel a lo que ambos respondieron.

—Si... necesitas algo, no dudes en decirme ¿De acuerdo? —El rubio sonrió a lo que la chica asintió y se fue a su lugar.

Lugo de un tiempo, la chica también noto la mirada del de ojos turquesa y se volvió hacia él. —¿Pa-Pasa algo?

El pelirrojo sonrió. —No es nada ¿Terminaste la tarea?

—¡Oh! Si la termine y la traje para que pudiéramos comparar los resultados.

—Yo también. —Miró la hora en su teléfono. —Aún quedan algo de tiempo ¿Quieres revisarlo ahora?

—Por supuesto. —Buscó en su mochila y le entrego la libreta a Nathaniel. —Espero no tener algún error.

—Lo dudo. En todo caso tal vez yo sea el que tiene varios. —Rió.

—Tampoco creo eso. —Una sonrisa apareció en su rostro pasando desapercibida.

—Entonces empecemos.

—Si. —Ella se acercó un poco más y señalo el primer ejercicio. —E-Este no fue tan difícil, supongo, pero puede llegar a ser algo confuso, hummm... lo que pude hacer fue tomar esta cantidad de aquí y....

No, ella no era nada de lo que los demás decían, ¿Cómo podría? Y se lamentó el haber dudado de ella ¿No era suficiente todo lo que había hecho por él para confiar? Y no solo por él. Sea quien sea el que haya esparcido esos rumores, no lograría su cometido y ahora le tocaba a él velar por su amiga.

...

—¡Marinette!

—¡Alya!

Las dos chicas se encontraron una de las bancas del patio de la escuela, había preguntado a cada uno de sus compañeros, sin embargo, no hallaron nada.

—¿Nada? —Dijo la ojiceleste

—Nada. —Respondió la castaña.

—¿Qué dijo Nino?

—Él no fue y tampoco obtuvo nada.

—No lo entiendo ¿Quién más sabía de eso?

—No lo sé, solo nos han dicho que les llegaron mensajes a sus correos advirtiéndoles de eso. —Dijo la de lentes.

—No puede ser. —Suspiró la peliazul. —Sé que les íbamos a decir a todos, pero no de esa forma. Hay muchas cosas que están alteradas.

—¡Hola chicas! —Juleka y Rose se acercaron a ellas. —Las estábamos buscando. —Habló la pequeña rubia.

—¿Qué sucede?

—Hummm... digamos que hemos hecho una reunión de grupo para hablar sobre... ya saben. —Dijo la pelinegra.

Miraculous: New Heroes, The greatest miracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora