Capítulo 30 . Zoorceress

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Los personajes de Miraculous Ladybug no me pertenecen, son propiedad de Thomas Astruc.

—Hablan—

Piensan

.........

— ¿Y bien? —La mujer se cruzó de brazos y piernas, reclinando un poco su asiento, esperando a que la joven hablara.

La azabache suspiró. De nuevo se encontraba en problemas, y ahora no sabía que decir, pues no tenía ninguna excusa. —Yo...

— ¿Sabes qué? Mejor no digas nada, no hace falta que te diga que tu castigo se alarga más debido a tus acciones, pero algo que quiero que tengas en mente es que es la última vez que quiero quejas de ti y que sea la última vez que tu teléfono termina roto; si recibo una queja más puedes irte despidiendo de esa escuela ¿Esta claro?

—S-Sí—Dijo con la voz entrecortada.

—Bien. Puedes irte, Adrien te está esperando.

La menor asintió y se retiró del lugar.

...

—Ivette, es hora de irnos. —Su compañera de clase preparaba sus cosas para salir de la biblioteca.

—Espera un poco más por favor, ya casi completo mi cuaderno de notas ¡Este lagarto es genial!

La chica suspiró —Bien, te esperaré en la entrada de la escuela.

—Si, iré en un momento. —Continuó escribiendo con entusiasmo para después ilustrar sus apuntes, ella solía dibujar e incluso colocaba algunas imágenes impresas ya que no era del todo buena. Realmente disfrutaba de ello.

Poco después, la puerta se abrió, no obstante, debido a que estaba tan concentrada en su trabajo no prestó atención a aquello hasta que de repente fue empujada haciendo la caer de su asiento.

— ¿Pero qué...?

—Vaya, sabía que seguías con lo mismo. Eres la única persona que conozco que hace cosas tan raras como coleccionar fotografías de animales e incluso hacer una especie de ¿libro? Si que eres extraña. —Dijo la recién llegada

—Y yo ya sabía que no dejarías de meterte en la vida de los demás. —Se puso de pie y acomodó sus lentes —¿Por qué no vas a molestar a alguien más? Realmente tu presencia me repugna.

—¿Y crees que a mi no me da asco la tuya?

—Si, sí. Solo lárgate ¿Quieres?

La joven frunció el ceño y tomo el cuaderno de la chica de Ivette — Realmente estoy cansada de ti, así que te voy a enseñar a no meterte conmigo. —Salió corriendo del saló siendo seguida por la de anteojos.

— ¡Devuélvemelo!

— ¿Después de cómo me trataste? Yo creo que no. —Aceleró su paso, entró a los sanitarios y cerro la puerta al instante. Abrió una de las llaves del lavamanos y se aseguraba de que esa libreta quedara mojada al mismo tiempo que Ivette golpeaba la puerta y gritaba que se detuviera. Al asegurarse de que ya estaba completamente empapada entró a uno de los baños y lo tiro en uno de los inodoros. Satisfecha con el resultado esta abrió la puerta y de inmediato la joven de lentes se abalanzó sobre ella.

— ¡Suéltame! ¿Acaso también estas loca? —Intentaba zafarse de su agarre.

— ¿Crees que voy a dejarte ir así de fácil después de lo que hiciste? —Ivette abofeteo a la chica dejando una marca roja, procedió a jalarle el cabello y volver a abofetearla.

— ¡Ivette, Ivette! ¡Para! —Su amiga se acercaba con velocidad hacía ella. Al llegar, la apartó de aquella joven. — Escuché tus gritos y me preocupé mucho, pero no esperaba encontrarme con esto ¿Qué paso?

Miraculous: New Heroes, The greatest miracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora