Capítulo 7. Bienvenida

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Los personajes de Miraculous Ladybug no me pertenecen, son propiedad de Thomas Astruc.

— Hablan —

Piensan

.........

— ¿De verdad? — dijo un rubio sorprendido por la noticia que le dio su padre

— Si, a partir de hoy se quedaran con nosotros — dijo Gabriel serio

— E-entiendo — Al ojiverde no le desagradaba la idea, la señora Coste y Soleil vivirían con ellos por un tiempo, aunque al principio sería un poco incomodo

— Ellas se quedaran en las habitaciones que sobran en la mansión — indico el ojiazul recordando el día que vendió la casa de su amiga — Odile llegará pronto con sus pertenencias...quería que estuvieras informado, espero que no sea una molestia para ti —

— No me molesta padre, gracias por informarme — recordó que la azabache seguía en su recamara y sería conveniente decirle a ella — Avisaré a Soleil — su padre asintió y se el rubio se retiró del despacho.

...

— Soleil — llamo Adrien cerrando la puerta de su habitación. La joven dejo de ver el programa, se puso de pie y presto total atención al rubio.

— Tengo una noticia para ti — se acercó a ella lentamente y la chica esperó a que continuara — Al parecer tu madre y tú se quedaran a vivir un tiempo aquí. La señora Coste hablo con mi papá y él acepto, así que...bienvenida... puedes contar conmigo — Adrien hizo una reverencia colocando una mano en su pecho y con el otro brazo extendido a un lado regalándole una sonrisa.

La joven se sonrojó y se puso nerviosa por la acción del rubio — G-gracias —

...

Odile y Soleil colocaban sus pertenencias en sus respectivas habitaciones, con la ayuda de empleados que la mujer se encargó de contratar para la mudanza. A Soleil le gustaba su habitación, era de un tamaño moderado pero demasiado grande para ella y lo que más le gustaba era la ventana que tenía. Después de terminar, Odile se dirigió a la recamara de la azabache.

La azabache se encontraba en su habitación sentada en su cama leyendo un libro tranquilamente hasta que su madre se hizo presente, cerrando la puerta tras de sí, la rubia se encontraba de pie, mirándola fijamente guardando silencio por un par de minutos. La joven se puso de pie esperando a que su progenitora hablara.

— Escucha Soleil — dijo la rubia desde su posición — el que estemos aquí no significa un gran cambio — la mujer se acercó hasta ella — Seguirás tomando tus clases, pero en otra parte y todo lo demás será igual. Recuerda que no es nuestra casa y respetaremos sus reglas — ella cruzo los brazos — ¿Entendido? — se acercó hasta la chica.

— Si — la chica bajo la cabeza

La de ojos grises dio media vuelta y camino hasta la salida, pero antes de irse paro en seco y hablo de nuevo — ¿Por qué hago esto, Soleil? —

— Por mi bien, madre — la chica continuo cabizbaja

— Correcto...no lo olvides — La mujer por fin salió de su habitación dejándola sola, la joven quiso continuar con su lectura, sin embargo, no pudo concentrarse, guardo el libro y se acercó a la ventana para observar el paisaje que le ofrecía Paris.

...

Un joven se encontraba caminando hacia la salida de la escuela los habían dejado salir media hora antes y tendría que esperar a su chofer.

Miraculous: New Heroes, The greatest miracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora