Capitulo 20

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(Curar heridas)

No supe en qué momento ni cómo fue que estaba en casa de Rayrick, sentada en el sillón de la sala, con tres pares de ojos mirándome, Clary lucia bastante preocupada, Andrea me miraba nerviosa y Rayrick curioso con una taza de té en las manos mientras se acercaba para ofrecérmela.

—Imagino que es un tema delicado —dijo Raymond, "Claro que lo es idiota, si no, no estaría así" pensé y seguramente mi mirada lo expresó pues él bajó la mirada, me sentí mal, él definitivamente no tenía la culpa.
—Bastante —dije al final, encontrando un poco de mi voz— No.... no creí que fuera a pasar tan pronto...

Raymond se fue a sentar al lado de Clary en el sillón contiguo y le susurró algo que no escuché, ella solo asintió solemne y corrió hacia mí y me abrazó, un abrazo que me sacudió aún más todas las emociones que ya traía encima.

—No estés triste mami —susurró en mi oído— no voy a dejar que te pase nada. Papi y yo vamos a cuidarte.

No es que fuera algo muy esperanzador, pero encontré bastante tierno que la niña me dijera eso con la convicción que lo hizo.

—Gracias Muñeca —intenté sonreír por ella. Le di un beso en su mejilla— buenas noches Clary.
—Buenas noches mami —me dijo al oído apretando su abrazo. Luego se soltó y corrió hacia las habitaciones. Raymond se debatió entre ir tras ella o quedarse en la sala conmigo.

—Ve, yo estaré bien. Aún estamos a un mar de distancia, y si Andy está en lo correcto, faltará tiempo para que... —Raymond me miraba de una forma extraña... y aún no tenía el valor de hablar de nada— solo ve con ella Ray.

—Vigílala un momento por mí ¿Bien? —le dijo a Andy, quien sonrió condecendiente.

Raymond no discutió más y fue tras Clary.

—¿Quieres que me quede? —inquirió.

—Necesito estar sola hermana, por favor —le pedí.

—Ambas sabemos que eso no es cierto —dijo con cierto tono que me sonó a decepción— pero también entiendo que algo pasó el tiempo que no estuve que aún no puedes decirme. Si no es a mí, llama a Gemma entonces, o incluso el chico de lindos ojos que está con esa niña encantadora, pero Cathalinna, habla con alguien, no te quedes con esto.

—Gracias hermana —le dije, y lo decía por todo.

—No tienes que agradecerme nada, y a pesar de que aún no me fío mucho de Lennan, sé que él te tiene ley, por eso decidí venir. Ahora me voy, sé que no llegué con las mejores noticias y entiendo que necesitas tiempo.

—Te acompaño al ascensor —le dije y ambas nos encaminamos al aparato, una vez ahí ella se volvió hacia mí con las maletas.

—Mantente a salvo, estaré arreglando lo de los vuelos y las locaciones, pero te quiero a salvo Cath —dijo dándome un beso en la frente.
—Cuídate también hermana —le pedí, ella iba a presionar el botón cuando se escuchó el ascensor y se abrieron las puertas.

—Ray me preguntaba si... —comenzó una cantarina voz que ya conocía. No estaba en la disposición de lidiar con nadie, menos con esa chica en el mismo piso que yo.
—Creí haberte dicho que no volvieras con excusas tontas —por algún extraño motivo, todo el enojo que sentía desde que Andy ma había hablado de Gavril, decidí pagarlo con ella, después de todo, no era alguien a quien quisiera cuidar de no lastimar, a demás del hecho de que no me gustaba que Melany estuviera aquí. Ella se volteó hacia mí cuando escuchó mi voz.

—Yo... yo...
—Tú ya te ibas ¿No? —dije con veneno en la voz, de reojo pude ver a Andy mirarme sorprendida.
—No sé quién seas, y sinceramente no me interesa... cuando le hagas lo mismo que ella, volverá corriendo a mí —dijo la chica armándose de valor.
—Espera sentada entonces, porque no pienso hacerle lo mismo. Y no sea la de malas que te vayas a cansar.

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora