Capitulo 23

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(Es un hecho)

Cuando me desperté Raymond me abrazaba, y es que supongo que nos quedamos dormidos después de mi pesadilla, asumo que debí hablar en sueños tan alto que terminé despertándolo, me sacó de mi pesadilla no sin llevarse unos buenos golpes de por medio y me había abrazado.

Me levanté para cambiarme antes de que Rayrick despertara y así evitar incidentes penosos. Cuando iba saliendo del baño, ya con la pancita puesta, Raymond entró, yo di batalla contra los zapatos, que, por el volumen de la pancita, me costaba trabajo ponérmelos, cosa que me hizo pensar en las pobres madres y cómo sufren.

Ya que por fin pude ponerme mis zapatos, caminé hacia la terraza y me senté en una de las sillas que había ahí a ver el mar. Cerré los ojos. Era como estar en casa y recordar las veces que iba al mar tanto con mi familia, como con mis amigos, me encantaba sentir la brisa marina en mi rostro, húmeda, salada y fresca, pero también extrañamente calurosa.

—Veo que alguien es fanática de la playa —dijo Raymond haciendo que abriera mis ojos, mientras se sentaba en la otra silla.

—Me gusta —admití— de niña solía jugar mucho en la playa.
—¿Enserio?
—Sí, mis padres nos llevaban seguido, o bien, podía ir sola. Era Grecia Gordo y tenía una playa para mí sola.
—¿Me presumes acaso? —me dijo sonriendo.
—Claro que no idiota —le dije en plan de broma— no es para nada lindo estar sola en la playa.

Se instaló un silencio cómodo, en realidad no quería romperlo, Raymond también miraba a la playa, probablemente, recordando, al igual que yo, otros momentos de antaño, cuando era menor e iba con sus padres. Sin embargo, teníamos cosas de las qué hablar, y mucho que planear y organizar.

—Cathy.... a todo esto, ¿Cómo nos conocimos? —por un momento no entendí su pregunta, pero luego pude responderle.
—Bueno, recuerdas que Gemma mencionó una fiesta...
—Si
—Bueno, fue en Julio, lo que da el tiempo perfecto para que esté embarazada de cinco meses y medio.

—Así que básicamente —dijo pensativo— ¿Nos conocimos en la fiesta?
—Pues sí, pero también tendría que haber quedado embarazada ahí, lo que quiere decir básicamente que dormimos juntos en esa fiesta.
—Pero no cualquiera aceptaría un hijo, así como así Cathalinna —dijo pensativo— o al menos eso es lo que pensará él —me miró— por lo que me platican de él, es de ese tipo de mentalidad.

Tenía razón, la mentalidad machista de Gavril, no le permitiría pensar que Raymond aceptó un bebé, así como así.

—Sonaría más lógico, que efectivamente quedaras embarazada, pero que siguiéramos saliendo un tiempo, sin yo saber que tú eras hija de Déborah Capaldi, y tú sin saber que yo era hijo de Daniel Rickford.
—Okey, y ambos lo ocultamos porque no queríamos prejuicios ni intereses en la relación —sugerí yo— salimos un tiempo...
—Y luego yo tuve que regresar a Estados Unidos —me interrumpió.

—Entonces cuando me enteré de que estaba embarazada, le conté a Gemma y Andy y cuando Gem me dijo que vendría a estudiar aquí, decidí venir con ella de buenas a primeras para buscarte.
—Me gusta —dijo pensando— ¿Crees que sea suficiente?
—Eso espero Ray, lo que de verdad marcará la diferencia será el cómo nos comportemos tú y yo frente a él, debo ser una perfecta mujer embarazada...
—Bueno... no serás mala madre Cathalinna, eso debe tener algo de trascendencia en esto.
—¿Qué quieres decir? —le pregunté.

—A que eres buena con los niños Cathy, mira a Clary, te adora.
—Bueno, teniendo en cuenta que seré su mamá postiza por un tiempo... creo que no está tan mal.
—Debemos ir a buscarte un vestido lindo para Año nuevo, y estuve pensando y creo que deberá presumir el embarazo, así efectivamente pareceremos unos papás emocionados por recibir a su nuevo bebé.

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora