Capitulo 31

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(Asuntos...)

Quiero pedirles una disculpa por mi ausencia, tuve algunas complicaciones con todo lo de COVID (con unos familiares) nada grave, todos están bien. Pero eso me tuvo ocupada y se me hizo imposible publicar (solo por eso voy a publicarles los capítulos faltantes hasta ponerme al corriente.

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Jamás pensé que el simple hecho de ir a Disneyland podía emocionarme tanto como si fuera una niña pequeña, pero la verdad era que tenía muchas ganas de ir. Además, esperaba poder ver a Andy, ya que ella ahora estaba en California, aunque era una idea surrealista... su carrera como fotógrafa estaba resultándole muy bien y mejor de lo que ambas esperábamos, eso me hacía feliz por ella, la vida comenzaba a sonreírle.

Ya habíamos empacado ropa necesaria, dos mudas de ropa por cada día en el parque, previendo lluvias o simplemente los juegos de agua. Estábamos en la sala de la casa, la cual se encontraba repleta de personas.

Gemma y Athala ya tenían sus maletas listas también. Solo esperábamos a Kaleb.

—Mi hermano tarda más que una novia el día de su boda —dijo Athala molesta poniendo los ojos en blanco.

—Solo espero que ese día no haga lo mismo, o vas a dejarlo sin descendencia por llegar tarde —le susurré a Gemma al oído, ganándome un puñetazo en el estómago de su parte.
—Calla Capaldi —dijo ella entre dientes.
—No lo negaste... —dije cantarina.
—Dije que te callaras.
—Bien, me callo —dije riendo, tomé mi maleta y la arrastré hasta que quedó junto a la de Clary.

—Cathalinna, me gustaría hablar con ambas —dijo Stella a Gem y a mí. Ella estaba aquí por un par de días pues venía a un congreso que se daría en Brooklyn. Asentí con la cabeza y la seguí escaleras arriba. Una vez arriba y a puerta cerrada Stella habló— Chicas, ya les di tiempo, creí que me contarían qué sucedió en Grecia por ustedes mismas, pero al ver que no, mi obligación como hermana mayor de ambas, es preguntar.
—Y yo respeto tu obligación —le digo a Ella con cariño— pero yo tengo derecho a guardar mi privacidad.
—Ella, no puedes pretender que Cathy hablé de algo así, y yo tampoco, porque le prometí no hacerlo, a nadie. Debes respetar eso.
—Ella, prometo que lo hablare a su tiempo, pero ese momento no es ahora —le dije a la que consideraba mi hermana mayor.

—Chicas, hora de irnos —dijo Athala interrumpiendo la conversación y tomándonos de la muñeca a Gemma y a mí— apúrense, antes de que a Kaleb se le ocurra pasar al baño o a desayunar...

Seguimos a Athala obedientemente, ya que nos estaba salvando de un largo cuestionario por parte de Ella. Solo esperaba que esa conversación no se repitiera pronto.

Niña Dorada —escuché como gritaba Rodrigo desde el pasillo, sin pensarlo mucho eché a correr hacia él, después de todo él era mi mejor amigo. Rodrigo me atrapó en el aire y me hizo girar unos momentos, luego me bajó y me dio un zape en la cabeza— debiste decirme que te ibas. Te hubiera apoyado tontita.

—Me conoces Ro, no puedes pedirme que haga algo que odio hacer —le dije refiriéndome a las despedidas.
—Lo sé —me abrazó y le devolví el abrazo.

Saludé a Sam y a David, quienes cargaban cada uno a Clary y Lizzie respesctivamente, Raymond rápidamente se apresuró a tomar a Clary de los brazos de Sam. Ya conocían a Athala de una vez que ella había llegado a cenar de sorpresa, y estaba demás decir que conocían a Gemma. Pero Kaleb si se presentó.

—Mmm... —dijo Thiago jalándome de la falda del vestido, bajé la mirada hacia el pequeño y me gaché hasta quedar a su altura.
—¿Qué sucede cariño?

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora