( ¿Feliz Cumpleaños? )
El miércoles me desperté con la melodiosa voz de Gemma cantando.
—... Chronia pollá se séna gia ta genéthliá sou ki ópou ki an pas na mi xechnás pos tha'maste kontá sou... Chronia Pollá Cathy —terminó ella con voz bajita pero cariñosa. Mientras se sentaba en mi cama con un pequeño pastel en las manos.
Sonreí mientras me sentaba y la abrazaba.
—Gracias Gem.
—Supuse que no querrías algo grande, así que por eso no le he dicho a nadie, aunque probablemente no te libres de la de Torie —agregó.
—Es un mal con el que puedo cargar —dije encogiéndome de hombros— ¿Nos vamos a comer el pastelito?
—Obvio que sí, pero con tu nana siempre hacen eso de los deseos... no me se la canción que canta ella, así que paso de cantarla.
—Está bien, podemos brincarnos unas pocas tradiciones por esta vez.Entonces Gemma me tendió una cuchara y ambas cominos el pequeño pastelito.
—Te han mandado todos regalos, obvio me han llegado a mí, por si se adelantaba la mensajería y tal, ¿Los quieres ahora? ¿O te esperas y los abrimos después de clases?
—Después de clases suena bastante bien.
—Bien, entonces tendré que brincarme una clase para recogerte y venir a abrir los regalos.* * *
Mi día había estado tranquilo, las clases normales. Me agradaba la idea de que por una vez, mi cumpleaños no fuese motivo de una fiesta, parecía raro, pero estaba a gusto con el hecho de no estrenar un vestido blanco este año. Me sentía felizmente ignorada el día de hoy. Ni siquiera Victoria se había visto conmigo el día de hoy pues me apresuré a irme a mis clases.
Aunque en realidad, la tranquilidad no duró demasiado. Quedé de ver a Gemma en Delta Gamma, para no alertar a las chicas. Iba subiendo hacia el cuarto piso cuando me encontré a Tiffanny a la mitas de las escaleras.
—Capaldi —dijo algo sorprendida, luego su expresión se volvió neutral— me esperas un momento ¿Por favor?
—Claro... —dije. Entonces ella regresó a su cuarto, mientras ella regresaba apareció Gemma sonriente.
—¿Qué haces acá? —inquirió curiosa.
—Supongo que esperar, Tiffanny me lo pidió.—Tengo por costumbre regalar algo a cada una de mis hermanas Anclas en sus cumpleaños, y ustedes Reinas, no son la excepción —dijo tendiéndome una caja envuelta.
—Gracias, supongo —dije aceptando la caja.
—Suelen ser piezas comerciales, pero supuse que por ser nuevas podría probar mi colección personal... espero sea de tu agrado Cathalinna. Y Feliz Cumpleaños.Ella sonrió y continuó su camino escaleras abajo. Miré a Gemma que lucía tan impactada como yo. Sin decir media palabra subimos hasta el piso cuatro y fue solo hasta cerrar la puerta y revisar que estuviésemos solas que Gemma habló.
—¿Tiffanny acaba de darte un regalo? —inquirió.
—Supongo que no es sorpresa que sepa el día de mi cumpleaños, después de todo es la líder de la fraternidad.
—Sería buenísimo que empezaras por abrir ese regalo entonces... —dijo ella indudablemente curiosa.Le quité el envoltorio, encontrándome una caja azul egeo con la leyenda Rendiffin en letras plateadas, cuando la abrí me sorprendí. Era un tocado en oro blanco tenía un leve estilo griego.
—Se parece a nuestras coronas de olivos —dijo Gemma cuando la vió.
—Lo mismo he pensado yo.
—¿Crees que me de una igual a mí en mi cumpleaños? —preguntó tramposa, yo me reí con ella.—¿Quién me ha mandado regalo? —inquirí.
—Oh cierto, espera que ya los traigo.Gemma volvió con algunos regalos y luego con otros, dando un total de ocho.
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La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|
ChickLitPrimera parte de la saga: El Camino al Paraíso. Aunque te vallas, sabes que jamás podrás huir de tu pasado, porque es precisamente ese pasado, el que te hace ser quien eres. Eso, Cathalinna Capaldi lo tenía muy presente, y sin embargo, no le impedí...