¡Gracias por cuidarme![BTS y tú]

Capítulo 19

-Promete que lo enviarás mamá- le digo por tercera vez en lo que llevamos de llamada.
-Ya te dije que sí, lo envié hace una semana- responde mi madre al otro lado de la línea.
-¿Segura? Pensé que se te olvidaría.
-No soy tonta ______.
-Yo sé que no, es sólo que necesito que lleguen para navidad.
-Y ahí estarán, los mandé por correo express. Tranquila hija.
-Yo también ya envié sus regalos- le digo con una sonrisa- te encantará el tuyo.
-¿Qué me enviaste?- pregunta emocionada.
-Es algo que has estado buscando durante mucho tiempo- río ante su curiosidad.
-Más te vale que no sea una broma.
-Por supuesto que no-respondo entre risas.
Me encanta hablar con mi madre, desde que compré el teléfono es más fácil comunicarme con ella. Admito que tenía razón.
Escucho como tocan la puerta de mi habitación.
-Ah, espera mamá- la interrumpo y voy a abrir la puerta, encontrándome con Jin del otro lado.
-Hola _____, ¿estás ocupada?.
-Estoy hablando con mi madre, ¿por qué? ¿Pasa algo?.
-Ah no, perdón por molestarte- Jin intenta irse pero lo detengo.
-Te llamo mañana mamá- me despido de mi madre.
-Vale, cuídate mi niña. Adiós- cuelga y guardo el teléfono en mi bolsillo.
-Ya- le sonrío- ¿qué pasó?.
-Es sólo que...hay un nuevo restaurante y me dijeron que el pollo era bueno...¿quieres acompañarme?.
-¿Justo ahora?- cuestiono.
-Si.
No he salido mucho con Jin y siento que será una gran oportunidad para conocernos mejor.
-Bien, deja me cambio- respondo y sonríe aliviado.
-Te espero en la puerta- me dice y asiento amablemente.
Me pongo una blusa decente y una chamarra ya que es de noche y hace algo de frío.
Salgo de mi habitación y encuentro a Jin en la puerta con los zapatos puestos. Rápidamente tomo los míos y me los pongo.
-Lista- digo y abre la puerta para que pase, lo hago y salimos del departamento.
-Perdón por sacarte tan tarde- dice mientras seguimos caminando.
Salimos del edificio y dejo que él guíe.
-No te preocupes. Es la primera vez que salgo de noche a caminar por la ciudad- observo el cielo, tan despejado y que sólo deja a la vista algunas estrellas.
-El lugar no está muy lejos. Llegaremos pronto- sonríe.
Yo voy del lado izquierdo de Jin, a un lado de la calle viendo los autos pasar.
Alguien pasa y me empuja de repente, pierdo un poco el equilibrio y cuando me recupero veo a la persona haciendo reverencia en señal de disculpa.
-No se preocupe- yo respondo y hago otra reverencia.
-Ven aquí- Jin me toma del brazo y me posiciona a su derecha; quedando expuesto al lado de la calle-Listo.
-Gracias.
Sonríe y se detiene frente a un restaurante.
-Creo que es aquí- dice mirando el local y entrando. Yo lo sigo.
Jin rápidamente escoge una mesa y me recorre la silla para que me siente.
Me doy cuenta de que es muy caballeroso.
-Ahhhh, tengo tantas ganas de pollo- suspira sentándose frente a mí.
-Yo comeré lo que sea. Puedes pedir lo que quieras.
-¿Es la primera vez que comes comida coreana?- se acerca sorprendido.
-A-algo así.
-Que pecado. Ya casi cumples un mes aquí.
-Lo sé, por eso, por mí lo que sea estará bien- sonrío asintiendo.
-¡Tráiganos un plato de bibimbap y algo de pollo agridulce!- grita de repente a una mujer y está asiente con una sonrisa.
-¿B-bibimbap?.
-Tienes que probarlo al menos una vez- me guiña un ojo- prometo que te encantará.
Jin es muy gracioso y se le nota entusiasmado cuando habla de comida. Fue una buena decisión haber venido.
Él comienza a hablar de muchas cosas, yo lo escucho atentamente y a veces hago comentarios, pero prefiero oír lo que platica pues tiene muchas historias interesantes.
-Aquí está su orden- una señora deja una bandeja con mucha comida en la mesa y se retira rápidamente.
-A comer- Jin sonríe y toma los palillos muy fácilmente.
Sabía que este momento llegaría.
-Jin oppa- me muerdo el labio avergonzada- Yo...no sé usar palillos.
Me mira con los cachetes inflados por si comida y no puedo evitar reír.
-¿No sabes? Vale, te enseñaré- traga lo que tiene en la boca y se acerca a mí.
Pone los palillos en mi mano derecha y los posiciona.
-Así deben estar. Mueve tu mano.
Obedezco y los palillos comienzan a moverse como quiero.
-Intentaré tomar algo de pollo- acerco los palillos al pollo y al querer agarrar uno se resbala- Oh diablos.
Intento tres veces seguidas pero el resultado es el mismo.
-Bien- Jin mueve su silla a un lado mío y hace lo que yo no pude- Toma.
Acerca el pedazo a mi boca y yo lo recibo.
-Gracias, pero no es necesario- digo mientras saboreo la deliciosa comida.
-Luego te enseñaré a comer con palillos, por ahora deberás permitirme darte de comer, ¿vale?.
-Vale- bajo la cabeza algo sonrojada. Estamos en público y se puede malinterpretar.
Jin me da de comer en la boca como un bebé hasta que terminamos el plato.
-Ah, estuvo delicioso- dice recargándose en su silla.
-Si- toco mi estómago lleno.
-Deberíamos ir a comer más seguido. Tienes un buen apetito.
-¿Eh? ¿Comí mucho? Lo siento.
Bajo mi mirada avergonzada. Quedé como una glotona.
-Me gustan las chicas que comen bien- siento como acaricia mi cabello.
Levanto mi cabeza lentamente y me encuentro con sus ojos, cruzamos miradas unos momentos hasta que Jin la desvía.
-I-iré a pagar la cuenta- rasca su nuca nervioso.
Se levanta y me deja algo confundida.
¿Se habrá avergonzado? Río ante ese pensamiento. Jin oppa es muy tierno.
-Podemos irnos- dice aún sin mirarme.
Salimos del restaurante y caminamos hombro con hombro de regreso al hotel.
-Gracias por lo de hoy. Lamento no haber pagado lo mío, llegando a casa te daré el dinero- hablo sin mirarlo.
-No es nada. Puedes pagarme con esto- responde y pasa su mano por mi espalda atrayéndome hacia él.
-¿Eh? Yo...- mi voz tiembla por la vergüenza.
-No digas nada. Relájate- me interrumpe.
Intento respirar correctamente y recargo mi cabeza en su brazo.
Admito que mi corazón se aceleró mucho.
Corea, el lugar donde a _______ le dan mini infartos cada día.
Y todo gracias a estos chicos.