- ¿Quién es ella ?-dijo Brais Duncan sin apartar la mirada del escenario, admirando el cuerpo esbelto de aquella chica de cabello rosa, se movía con sensualidad captando todas las miradas del publico, la pista era suya. Unos ojos verdes penetrantes...
-Bueno Brais... ya estamos aquí ,no hay vuelta atrás, deja de ser una estúpida gallina.
Tenia mucho frio aquí afuera en esta noche oscura frente a la puerta enorme del hospital, no me animaba a pisar mas allá, creo que no es una buena idea de llegar aquí como si nada hubiera pasado entre nosotros, giro para marcharme del lugar la nieve caía sobre mi cuerpo, paro mi caminar y miro el cielo nubloso, cierro mis ojos y siento los copos de nieve caer sobre mi rostro.
En qué momento me he convertido en un cobarde. Mantuve mis palabras sobre ayudar a Lili en estas dos semanas, dos semanas que no he salido de mi departamento a excepción a trabajar aún no he aceptado el trabajo solo me queda una semana y cuatro días para pensar en aceptar o no. Tiemblo al sentir el aire frio chocar por mi cuerpo, durante estas semanas mi hermana se mudo en mi departamento, siempre fuimos muy unidos y nos apoyamos en todo, con ella en casa me hace recordar siempre de Mei y de como fui tan estúpido con ella. Mi madre no me dirige la palabra hace días, hace tiempo que no veo a Mei la ultima vez fue cuando exploto la bomba.
-si sigues aquí un rato más creo que morirás congelado
Abro los ojos de golpe para ver parada a unos pasos de mi al amigo de Mei.
-¿me has estado observando?- le pregunto con cautela metiendo mis manos en mis bolsillo.
-no-niega con la cabeza- pero es fácil darse cuenta cuando una persona siente frio...porque no entras, estas temblando y tu nariz esta roja cariño.
-Marcos ¿cierto?-asiente- ¿Qué haces aquí afuera?
-tengo que ir al club
-me había olvidado que tu también trabajas en ese lugar-digo entre dientes.
-eres un idiota con todas las letras- censura mirándome con desagrado.
Ruedo los ojos cansado de escuchas ofensas dirigidos hacia mi persona. Creo ¡yo! que ya tuve suficiente con las ofensas de parte de Jessica, Xavier y mamá.
-¿Cómo se encuentra Lili?
-mira cariño cambiemos de tema, mejor entras tu mismo por esas puertas - apunta la entrada del hospital- ves con tus propios ojos el estado de Lili, no soy un maldito noticiero para informarte de todo lo que esta pasando y mas sabiendo que estas a pasos de esas dos mujeres que amo y que tu amas, así que cariño mueve ese trasero y entra por esa maltita puerta, hasta donde tengo entendido Mei no muerde, ni tampoco lanza acido de su boca- dice poniendo sus manos en su cadera.
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Con pasos temerosos ingreso al hospital, sabia de memoria el piso, pasillo y la sala donde estaba Lili, los pasillos estaban vacíos solo se escuchaban mis pasos giro a la izquierda y veo a unos enfermeros caminando hacia mi dirección, se veían muy cansados. A unos pasos veo a una mujer familiar sentada en la silla de la sala de espera llorando mientras ocultaba su rostro en sus manos, corriendo me acerco a mi madre me pongo de rodillas y la abrazo.
