Capitulo 42.

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Nunca pensé que el amor es tan cruel, amas a alguien ciegamente sin saber la clase de persona que puede llegar a ser, me siento devastado sin poder creer aun sobre la otra identidad de Mei, todo paso en un abrir y cerrar  de ojos. 

Mis mejillas están empapadas por mis lagrimas, llorar es de débiles en lo que respecta en los hombres, eso me importaba un carajo en este momento, el dolor que siento lo dejo salir en lagrimas, me siento herido y estafado por Mei ¿Cómo caí tan bajo en sus encanto? ¿Cómo afrontare la verdad ahora? miles de preguntas inundan mi cabeza en estos momento. Me veo obligado a pelear conmigo mismo por ser un hijo de puta en tratarla de esa manera, solo que mi orgullo esta lastimado en estos momentos.

Tal vez debería haberla apoyado en lo que hacía, no en juzgarla, soy un maldito hijo de puta. Solo basta con recordar su rostro en ese instante. Sabía que le estaba causando daño y una parte de mi gozaba verla de esa forma, sentía celos de los hombres que estaban disfrutando de mi mujer en carne y huesos, malditos bastardos. 

No entiendo de como fui tan ciego en no verla en el bar, era siempre ella, su figura, su mirada, esa chica que bailaba todas las noches era mi, era mi Mei. Esa mujer hermosa que me cautivo desde el primer día, mujer con belleza exótica, la amo tanto que me destruye en pesar en mi comportamiento con ella al saber su otra vida.

Hablar en tiempo pasado duele, se que después de lo que paso ya no es mi chica.

-Jessica, si vienes a reprocharme no creo que sea el momento indicado -dije al verla parada frente mío.

-claro que es el momento indicado zopenco- refunfuña sentándose en el sofá.

Retire con frustración algunas lágrimas que se habían escapado de mis ojos nuevamente. Con un suspiro me levanto del sofá y camino hacia la cocina por otra lata de cerveza.

-¿Quien te comento?- me recuesto sobre el marco de la puerta.

-no hace falta que nadie me cuente- arqueo mis cejas- se cuándo mi hermano pasa por un mal momento, tenemos esa intuición de hermanos, algo similar que los gemelos tienen.

-Jessica- advertí en un susurro

-bueno, bueno- rodo los ojos para sentarse en el sofá- mamá me comento por llamada que tuviste una pelea muy fea con Mei, hasta el punto de humillarla por el trabajo que eligió...creo que me dijo que la humillaste pedazo de mierda -gruñe molesta mi hermana - ya sabemos que te enteraste que no trabaja en el bar que no recuerdo muy bien el nombre ¿los vudús? ¿las donas?...

-los Duques

-si Los Duques ese mismo bar...

-¿ustedes sabían que Mei gana su vida acostándose con cualquier hombre?-gruñí sentándome de nuevo en el sofá, la cerveza estaba bien fría, el sabor amargo como me gusta.

-no hermanito...No me vengas con ese tono-dijo mirando sus uñas- yo como tú me acabo de enterar de eso.

-¿entonces?

-mamá no es tonta y eso lo sabes muy bien, desde el día que Lili se quedó por primera vez con mamá ya había descubierto todo de algún modo se dio cuenta - alzo su vista mirándome- no podemos engañarla fácilmente a nuestra madre porque ya lo sabe todo, es como si tuviera en algún lugar oculto una bola de esfera que usan las adivinas. Creo que fuiste duro con ella Brais te dejaste llevar por tu ira diciendo palabras que ni me atrevo a pronunciar, la trataste como si fuera basura. Hermanito querido la basura eres tu por tratarla de esa forma, antes de tratarla de esa manera debiste ponerte en sus zapatos. Para mi esa chica es una guerrea que esta sacando adelante a una pequeña con una situación delicada, nunca te pusiste a pensar que no tenia otra opción, que no encontraba un trabajo que le haga ganar mejor que este trabajo de bailarina... ambas son huérfanas y tienen historias que tu jamás sabrás y muchos menos comprender.

- no me trates de esa forma, se que fui muy lejos con ella -bebo mi cerveza amarga -no me parece divertido enterarme que mi novia se acuesta con otros tipos y luego viene como si nada a acostarse conmigo.

-¿tú de igual modo me juzgarías si también trabajara vendiendo mi cuerpo?

-hermana tu no trabajas de ese modo

-si, lo sé- la escuche bufar- ¿ me juzgarías?

-pero tu n...

-Contéstame Brais- pidió cabreada - no es tan difícil a pregunta.

Mordí mis nudillos mirando en otra parte que no fuera a mi hermana, la simple idea no me gustaba y me comenzaba a cabrear con todo esto.

-tu eres mi hermana... no me agradaría que vendieras tu cuerpo -la miro fijamente- yo buscaría cualquier trabajo para que dejes de trabajar en ese lugar de ese modo repugnante.

-ahora quiero que vayas a disculparte con ella y si es posible beses sus pies.

-Jessica, estoy enfadado con ella espera que las aguas se calmen y veré si quiero disculparme con ella- le digo mirándola, ella asiente levantándose del sofá.

- mamá te manda saludos

Asiento acompañándola hasta la puerta se voltea y planta un beso en mi mejilla.

-me agrada Mei como mi cuñada no me importa su trabajo trata de meditar lo que dirás porque ella está realmente mal con todo lo que le está pasando en estos momentos.

-¿porqué lo dices?-pregunte frunciendo las cejas.

-el estado de Lili es crítico en estos momentos- dijo caminando hacia el ascensor.


EXÓTICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora