2. Mi guardaespaldas

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Narra John Wells:

Sabía que mi familia corría un gran riesgo desde el momento en que Dan Stoica juró vengarse. Lo peor es que su promesa se cumplió, y, tocó lo más importante en mi vida, mi pequeña __________. Después de pensarlo un poco, decidí pedirle a mi viejo amigo, Henry Jones, uno de sus mejores agentes. Tengo que proteger a __________, no puedo dejar que pase lo que pasó, no otra vez.

Luego de unas cuantas horas charlando con Henry, acepta sin ningún problema. Iba a enviarme a Luke Hemmings, según Henry, el mejor agente que tiene. El trato fue que el muchacho fuera seguridad de __________ e investigue el caso.

Espero que Luke pueda cuidar bien de mi pequeña, porque cuidar a __________ no es nada fácil.

Narra __________ Wells:

En todo el día no salí de mi habitación, estaba demasiado asustada, y mis padres no quieren que vaya a la escuela por unos cuantos días. Ya hablaron con mis profesores y me dieron unas dos semanas, pero, Alexia va a traerme las tareas y a llevárselas a los profesores.

Mis padres tuvieron que irse de urgencia a una reunión. Es raro, ya que me dejaron con Úrsula, la empleada y mi aliada en esta casa. De todas las empleadas ella es mi favorita, porque desde que soy una niña ha estado con nosotros. Si llega a entrar alguien no creo que Úrsula y yo podamos defendernos. Yo tal vez pueda correr pero, no creo que Úrsula con la edad que tiene pueda correr tan rápido, y no dejaría que le pase algo a Úrsula.

Juego algo en mi teléfono mientras espero a comer el postre sorpresa que tiene Úrsula preparándose para mí en el refrigerador. Hablo de unas cuantas cosas con ella, y después de dar un respingo al ver la hora, saca lo que tiene en el refrigerador y me lo da. Helado casero. Es una de sus especialidades, lo hace tan delicioso que creo que ni un intolerante a la lactosa podría resistirse a ese helado.

–Disfrútalo, pequeña –Me dice con su acento Alemán y esa gran sonrisa.

–Gracias, Úr –Suelta una sonora carcajada por el apodo y se dirige a puerta.

–Tengo que irme, pequeña –La miro aterrada y entonces se acerca rápidamente para acurrucarme contra su pecho –. No tengas miedo, sólo iré al supermercado unos minutos y volveré como un rayo, lo prometo.

–Pero..., ¿Qué tal si vuelven? –Ella levanta mi rostro para mirarme directo a los ojos.

–No lo harán, confía en mí –Me da un beso en la sien y cruza por la puerta de cocina. Segundos después escucho la puerta de la casa cerrarse, y el terror me invade en un abrir y cerrar de ojos.

Respiro profundamente para tratar de calmarme, aunque no tiene resultado. Guardo el helado, que por cierto no terminé, en el refrigerador y me quedo en la cocina pensando un poco, sentada sin hacer nada.

Escucho un ruido raro proveniente de la sala. La puerta. De un salto me levanto de la silla y agarro lo primero que encuentro. Camino cuidadosamente hacia la sala de estar, con una cuchara de madera grande en la mano. Veo la gran espalda de un chico, y eso hace que mis nervios aumenten. Era mucho más grande que yo, demasiado. Me voy acercando sin que se dé cuenta, hasta estar a una distancia prudente.

–No te muevas –Mi voz era temblorosa. Ese chico se da vuelta, haciéndose ver. ¡Dios!. Nunca había visto unos ojos tan hermosos, era como ver un dios griego. Ese chico era completamente bello. Me avergüenzo de mí misma por pensar eso de otra persona que no sea Ashton, pero no puedo mentir. Él se ríe cuando ve lo que uso como arma.

–¿Es en serio? ¿Una cuchara de madera? –Su mirada burlona seguida por unas carcajadas del mismo modo hizo que me enfadara, aunque, debo admitir, que esa voz gruesa y esas carcajadas eran encantadoras.

–¿Qué quieres? –Digo un poco harta por su burla hacia mi forma de defenderme.

–Cumplir con mi trabajo –Mi nerviosismo aumentó con esas palabras. ¿A qué se refiere con “cumplir con su trabajo”?.

–¿Cumplir con tu trabajo? –Él asiente –. ¡Voy a llamar a la policía si no te vas en este instante! –Me mira burlonamente – ¡Voy a reportarte con el FBI! –Su risa se hace presente y se acerca un poco, pero para cuando lo apunto con la cuchara hacia el cuello. Levanta las manos hasta la altura de la cabeza mientras mira la cuchara, y luego las baja para mirarme con una sonrisa que me hace derretirme por dentro.

–No creo que puedas reportarme conmigo mismo –¿De qué habla?.

–¿Qué?.

–Mucho gusto, soy Luke Hemmings, el agente del FBI que investigará tu caso y, tu nueva seguridad –Me quedo boquiabierta al escuchar esas palabras.

Protective | l.h (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora