Protective | l.h (Terminada)

33. ¿Dónde estás, linda?

Narra Luke Hemmings:

–Luke, no puedes, lo siento –Dice Jackson, mientras yo le sigo rogando como un tonto para que me deje entrar a la reunión urgente por el caso de __________.

–Por favor, Jackson, necesito estar en esa reunión –Le pido, con el tono de súplica más convincente que pueda tener. 

–Oye, sé lo que pasa con esa chica –Me mira fíjamente, como si tratara de buscar algo en mi mirada –. Es muy evidente que esto va más allá de una simple relación entre la chica y su guardaespaldas. Tú la quieres.

Simplemente asiento en respuesta, por lo que él decide continuar.

–No creo que sea bueno que veas qué le está pasando. Te lo digo por experiencia, Luke –Apoya una mano sobre mi hombro y me mira como con pena.

–Jackson –Comienzo a decir, tratando de contenerme para no protestar –, en serio necesito verla –Él sólo suspira, cansado, y me hace una seña con la mano para que lo siga.

Comienzo a caminar detrás de él, sintiendo la mirada expectante de todos en el lugar. Miro hacia atrás un instante, buscando a Michael. Cuando nuestras miradas se topan, sólo puedo sonreír con nerviosismo. Algo en la mirada de él me dice que no quiere que vaya, pero se contiene para no detenerme.

Atravesamos un par de pasillos y unas cuantas puertas antes de llegar a nuestro destino. Como soy el tipo con más suerte en este planeta (y eso es sarcasmo, obviamente), el gran Henry Jones estaba parado mirándome con esos ojos de serpiente que en cualquier momento está por atacar. Muchos agentes me miraron totalmente desconcertados, pero no se atrevieron a decir nada. Sólo se mantuvieron en silencio, mientras sus miradas divagan entre Henry, yo y el ordenador en donde piensan hacer la comunicación con los secuestradores.

Sin ningún tipo de vergüenza o duda, tomo una silla y la coloco justo donde pueda enterarme de todo lo que sucede. Henry me mira pasmado, pero logra volver a su postura de hombre serio en instantes.

–Agente Hemmings, lo quiero afuera en este instante –Dijo, duro.

–Usted me necesita, no pueden hacerlo sin mí. Yo sé más que cualquiera de ustedes sobre este caso –Digo, sonando un poco desesperado –. Si no le pruebo que le sirvo, puede echarme, pero déjeme enseñarle.

Él se queda pensativo unos segundo, observando mi rostro como si examinara cada facción, y luego mirarme en silencio por un minuto, asiente. Suspiro aliviado, pero luego me preparo para lo que estoy por ver. Sé que no será bueno, y que tal vez después de esto desee haberle hecho caso a Jackson. Aunque creo que tal vez eso no importe mucho ahora.

De repente, veo como el padre de __________ entra en la sala y se nos queda mirando, por lo que veo, nervioso. Henry le ofrece una silla, por lo que el señor Wells sólo asiente con la cabeza y sonríe levemente en agradecimiento, tomando asiento.

Cada minutos parecía una hora interminable. Estoy comenzando a desesperarme y realmente eso no me gusta. Pero después de unos aproximadamente diez minutos, ellos se comunican con nosotros. Primero es una habitación blanca sin nada en ella. A lo lejos se pueden escuchar pasos y unas cuantas personas hablando, pero nada muy claro. Luego, repentinamente, ella aparece, y ahí es cuando mi corazón parece detenerse.