Protective | l.h (Terminada)

27. El chico de las 8 a.m.

Todo lo que sucedió después de la charla con Luke fue muy confuso. No para mi mente, para mi corazón: Luke me besaba cada vez que tenía oportunidad, me decía cosas bonitas y me abrazaba como si yo fuera a desaparecer y nunca más me fuera a ver. Y era triste, porque yo me iría dentro de una semana.

Me di cuenta, en esa noche que parecía eterna, de que no quería irme. Nunca. Yo deseaba con todas mis ansias poder quedarme y estar siempre así con Luke. Y me siento rara por pensar esto, pero es cierto. No quiero alejarme de él, me siento bien estando a su lado. Pero confundida. Sí, él me está confundiendo. Algo tengo claro: Él me gusta. Pero no estoy todavía muy lista como para decidir si quiero empezar algo con él.

¿Y si es sólo algo pasajero? ¿Si después dejo de sentir esto?

–Hey, ¿qué pasa?

Sacudo mi cabeza y fijo mi atención en mi guardaespaldas, que está sentado a los pies de la camilla, mirándome con esos ojos tan lindos y esa sonrisa encantadora. Me pierdo en su mirada, sabiendo que no hay nada más hipnotizante en este mundo. Y sé que nunca nadie me había mirado con una sonrisa más radiante. Su cabello desordenado me da ganas de desordenarlo más, porque se ve tan adorable así.

Oh, Dios, soy tan cursi como mi padre.

–Sólo pensaba, es todo –Digo, con una sonrisa fingida.

–¿En mí? –Dice, con una sonrisa coqueta.

–Ya quisieras –Río y pongo los ojos en blanco.

Él me devuelve la risa, pero después, de a poco, se queda en silencio, mirándome atento. Estaba concentrado en mi rostro, y eso me hacía concentrarme en el suyo también. Ninguno de los dos apartaba la mirada. Él se acerca, sentándose a mi lado, toma mi mano y juega con mis dedos. Después, en un movimiento suave, entrelaza nuestras manos.

–Mañana te dejarán salir. Pensaba en invitarte a algún lado, ya sabes, como una cita –Sonríe tímidamente.

–¿U...una c...cita? –Tartamudeo tontamente.

¿Él quiere tener una cita? ¿Conmigo? Mierda, esto me pone nerviosa. Siempre me va mal en las primeras citas. Y no lo digo por decir, es que ya es como un disco rayado que siempre me repite una y otra vez lo mismo. Mis primeras citas dan pena. O tal vez, con la persona indicada, no pase lo mismo... Esperen. Entonces estoy diciendo que Luke es el indicado.

Bueno, eso no tiene nada de malo, pero ¿cómo sabré eso si apenas lo conozco? Sí, sé algunas cosas de él, pero no hemos estado juntos ni siquiera un año. No lo conozco perfectamente. Aunque... Tal vez sí, pero no quiero reconocerlo.

Vaya embrollo que tengo en la cabeza.

–Sí, una cita. ¿Te parece ir a la playa? 

–Me parece perfecto –Digo, distraída por el ruido de la puerta.

Luke se levanta y va directo a abrirla. Cuando la puerta está totalmente abierta, me sorprendo de ver como Blake, Logan, Michael y Adam cruzan por ella con globos, animales de peluches, y una canasta con un contenido desconocido para mí. Estaba tan segura de que me sacarían una sonrisa.