‘No podré ir contigo, lo siento. Nos vemos mañana, te quiero.’ Le envié el mensaje a Ashton y seguí caminando. Luke, Calum y yo estábamos caminando por el estacionamiento en busca del auto de Luke. Después de la pelea Luke tuvo que ir a la dirección y hablar con la directora.
Pensé que iban a castigarlo pero cuando salió de la dirección la directora sólo le hizo un gesto y le dijo ‘Cuídala, Luke. Cumple con tu deber’. Eso me dejó muy, muy confundida. ¿Será que la directora sabe que es mi guardaespaldas?. Tal vez mis padres le comentaron sobre eso.
Él iba caminando a mi lado, no decía nada, sólo caminaba. Me puse a verlo de reojo. Gracias al invierno, su piel era de un blanco pálido, casi como la nieve. Sus mejillas estaban levemente rosadas y cada vez que respiraba hacía que saliera vapor de su nariz. Sus ojos estaban mirando hacia la nada, estaban perdidos en un punto. Me pregunto qué debe pasar por su mente en este momento. Pero Luke es tan misterioso, uno nunca sabe lo que pasa por su mente y menos por su vida.
No sabía si tenía padres, si tenía hermanos, no sabía su edad, ni de donde venía, básicamente no sabía nada sobre Luke Hemmings. Sólo sabía que era mi guardaespaldas y que iba a cuidarme de todas las personas que quieran hacerme daño, había comprobado eso en el salón de matemáticas.
Todos nos sobresaltamos al escuchar un sonido. Luke saca el celular de su bolsillo y mira algo serio la pantalla.
−Adelántense. Yo los alcanzo luego −Mira un segundo a Calum y le lanza las llaves −. Espérenme en el auto −Se va caminando y atiende el teléfono cuando está a unos metros de nosotros, bastante lejos.
Calum y yo seguimos caminando en silencio hasta el auto de Luke. Logro divisarlo a unos cuantos metros, junto a uno rojo.
Noto a Calum muy nervioso. Estaba como si hubiera una batalla en su cabeza. Tenía una duda y no sabía si preguntar o no.
−¿Sucede algo? −Le digo. Tenía mucha curiosidad de saber qué era lo que quería decirme. Se me queda mirando un rato, pensativo. Es algo raro, Calum siempre era directo. Él iba al grano, sin muchos rodeos. Pero, con los años, la gente a veces cambia algunas actitudes y, puede que haya dejado a ese chico sin temor a decir lo que piensa en el pasado. O tal vez la pregunta es muy incómoda. Suelta un suspiro, listo para hablar.
−¿Tú y Luke tienen… algo? −Mis ojos se abren como platos cuando escucho esas palabras. ¿Acaso Calum perdió la cabeza? No salgo ni saldré con Luke nunca. Es mi guardaespaldas y punto. Nada más. Carraspeo un poco y meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta.
−¿Qué dices, Calum? Luke y yo sólo somos amigos −Le digo. Claro… amigos. Pero no podía decirle que era mi guardaespaldas. Calum asiente y baja la cabeza mientras continuamos caminando.
−Disculpa. Es que Chris dijo que tú engañabas a Ashton con Luke, y por eso Luke se le tiró encima, o eso fue lo que me dijeron cuando los estaba esperando afuera de la dirección. Pensé que tal vez era…
−¿Cierto? −Le interrumpo. Él asiente −. Quien te haya dicho eso es bastante bueno con las mentiras −Digo molesta. En esta escuela están acostumbrados a distorsionar todas las historias. Nunca se sabe qué es real. Siempre andan contando chismes. He visto amistades de años romperse porque uno siempre cuenta el secreto del otro o por causa de los chismes que se inventan. Se apuñalan por la espalda unos a otros. Es difícil encontrar buenos amigos con tanta hipocresía alrededor −. Lo que pasó fue que Chris me dijo que engañaba a Ashton con Luke, y luego me llamó zorra. Le di una bofetada y quiso levantarme la mano. Luke no atacó a Chris, él estaba defendiéndome de ese idiota −Calum parecía… ¿molesto? Sí, molesto.
−Pues felicito a Luke. Chris es un imbécil, se lo merece −Presiona el botón para desactivar la alarma. Nos metemos en el auto y esperamos a Luke. Él llega unos 10 minutos después y se pone en marcha, deja a Calum en su casa y luego nos dirigimos a la mía y, temporalmente, la de Luke.
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Protective | l.h (Terminada)
Fanfic¿Alguna vez han sentido un miedo intenso, ese que te consume y te atormenta? Bueno..., yo estoy sintiendo ese miedo. Nunca pensé que eso podía llegar a pasarme. No he querido salir de mi casa en días, aunque tampoco me dejan salir. Cada vez que toca...