28. Secuestro

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Cierro el bolso y miro a mi alrededor, inspirando ese olor único de un hospital. No estaba segura de por qué, pero iba a extrañar este lugar. Creo que me gustó ser cuidada por Luke todo este tiempo. Me sentí protegida, querida. Y sólo él puede hacer que sienta eso de forma plena.

Siento que alguien me rodea por la cintura y apoya su mentón en mi hombro. Inmediatamente sé que es Luke. ¿Quién más podría ser?

–¿Ya estás lista? –Me pregunta, por lo que respondo asintiendo.

–Sí. Pero antes debo hacer algo –Digo, al mismo tiempo en que me aparto para correr hacia la puerta –. Sólo dame diez minutos.

Salgo de la habitación y hago el mismo recorrido que la noche anterior. Viendo un reloj de pared, me doy cuenta de que casi no me queda tiempo. Debo estar afuera de este hospital antes de las ocho, así lo acordamos con Luke. No queremos toparnos con Calum.

Llego finalmente a la habitación 257. Veo la puerta entreabierta, por lo que asomo un poco la cabeza para observar si hay alguien. Me encuentro con Bryce jugando con sus figuras de acción en el suelo. Su cabello estaba revuelto, sus ojos un poco rojos y su ropa algo sucia. En una mesa estaba servido su desayuno, que seguramente había sido el causante de sus manchas.

Una mujer sale del pequeño baño de la habitación y lo mira con dulzura, y tristeza. Estoy completamente segura de que es su madre. Ella se acerca a él y toca su pecho. Luego de eso, las lágrimas le corren por el rostro de forma incontrolable. Se me hace un nudo en la garganta mientras veo a la mujer llorando y a Bryce con la cabeza gacha, mientras las lágrimas amenazan con salir de sus ojos.

Suelto un pequeño sollozo, y la mujer deja lo suyo para fijar la vista en mí. Me aparto, dando pasos torpes hacia atrás. Ella sale y me mira algo confundida. Se limpia las lágrimas y su mirada seria se clava en mí. Pocos segundos después, Bryce sale y me observa emocionado, con esos ojos brillosos por las lágrimas. Él se lanza sobre mí y me abraza. Yo le devuelvo el abrazo con gusto. Su madre automáticamente cambia su mirada de seriedad por una llena de felicidad.

–Viniste –Dice Bryce, con una enorme sonrisa en su rostro.

–¿Has venido para visitarlo? –Me pregunta su madre, sin poder creerlo. Asiento, logrando que ella suelte un par de lágrimas más –. Gracias –Dice, y un sollozo se le escapa de los labios.

–Quería jugar con él un poco antes de irme –Ella asiente y me invita a pasar.

Ya adentro, Bryce hace que me siente y me extiende un muñeco, el cual tomo. Su madre me pide que me quede con él mientras ella va a arreglar unas cosas para la operación. La miro confundida y algo atónita, pero asiento.

Los dos estamos jugando en silencio, y es entonces que comienzo a preguntarme qué es lo que tiene Bryce, por qué debe operarse, y si es tan horrible como yo pienso.

Dejo el muñeco a un lado y me quedo observando a Bryce. Él también deja de jugar y me mira confundido. Le da un leve golpe a mi muñeco con el suyo, pero yo no le doy importancia, y sigo con mi mirada fija en él.

–¿Qué pasa, __________?

–¿Por qué estás aquí? –Le pregunto, ignorando su pregunta anterior.

Protective | l.h (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora