the city, a place of fate

Capitulo diecisieteavo: Emil, Lukas y la revista Cosmopolitan.

Capitulo diecisieteavo: Emil, Lukas y la revista Cosmopolitan.

Emil estaba castigado, veía afuera de la ventana como las personas parecían estar divirtiéndose bajo el sol veraniego, no habían autos y todos mostraban sus piernas y hombros rojizos por los rayos ultra violetas. Emil de todas formas no saldría a esa hora, o quizá nunca, pero estar castigado solo lo hacia anhelar aún más saber que antes podía salir cuando quisiera. Al menos Li le mandaba mensajes de vez en cuando y no se aburría del todo, su hermano también le había cortado el internet.

Si hubiera sabido que se iba a enojar tanto solo porque le dijo –sin querer- a Mathias que su hermano mayor estaba tan jodidamente enamorado de él, y no solo se lo dijo a Mathias, estaban todos, bueno, es una exageración, pero a Antonio con el sobrino de su hermana y al novio de este, junto a Lovino medio enfadado –todos vivían en la misma calle- era tener básicamente a todo el vecindario enterado. Para el momento en que Lukas llego a casa la tarde del trágico accidente, ya lo sabía hasta el secretario en prácticas de Ivan. Era todo un caos horrendo y su hermano estaba que echaba humo por las orejas. Castigado por dos meses enteros. Justo esa noche Li lo había invitado a una fiesta a la casa de Ivan Braginsky, el tipo ruso del que los adultos en sus círculos rumoreaban cosas malas y que por ello era tan popular, y peor aún, era una fiesta de ricos. Emil siempre había querido ir a una de esas fiestas solo para tener la oportunidad de decir "pues no era la gran cosa".

Oh, su hermano quizá llegaría tarde. Salió de su cuarto, la escusa era que quería comer, Lukas estaba sentado, mirando fijo hacia la puerta de su cuarto, una sínica sonrisa en ese rostro inexpresivo lo dejo todo claro, aun lo estaba vigilando. Ni siquiera había ido a trabajar. Mierda, recorcholis.

Quizá en el turno nocturno algún amigo de su hermano lo cuidaría. Berwald o Tino o...

¿Eso de ahí eran revistas? Sus ojos miraron un poco confundidos y alterados a su hermano mayor, este se hizo el desentendido pero ambos sabían muy bien que el nórdico detestaba las revistas y lo último que haría en el mundo sería leerlas, al menos que estuviera muriéndose de aburrimiento. Una sonrisa sarnosa se formó en los labios de Emil y sin pensárselo agarro la revista que su hermano tenia abierta en la mesita al lado del sillón en el que estaba sentado y sin voltearse se la llevo a su cuarto. Era como molestar a un bebe, pronto Lukas querría de vuelta su estúpida revista y disfrutaría torturarlo con esa cosa.

Se lanzó a la cama con los codos soportando su peso y sus piernas jugando como las de una adolecente aburrida mientras se devoraba unas papas fritas con una mano y la otra sostenía su celular, la revista se mantuvo abierta en una página al azar, su teléfono finalmente dejo de parecerle divertido y fue entonces que sus ojos cayeron al título de la sección. "¿Cómo saber si le gustas a tu chico?" tenía un marcador. Un puto marcador de hojas. Lukas había hecho el test, no había que ser genio, seguramente su cerebro se había refrito de lo aburrido que estaba, a Emil le dio un poco de pena su hermano y se alejó de la revista preparado para buscar alguna película que lo distrajera, mas no pudo concentrarse, la revista se veía tan llamativa con su rosado fosforescente y ese marcador de hojas tan delator. Tomo un lápiz y arranco una hoja de su cuaderno, pensó en sus opciones, alguna chica que lo atrajera. Negó con la cabeza respondiéndose a sí mismo, todas las chicas de su facultad o eran unas cabezas huecas o iban tras algo "más confiable". Además habían respuestas que no se relacionaban con las mujeres para nada, eran demasiado, como decirlo, impropios de una dama.

Pensó entonces en la posibilidad de que un chico gustara de él, quizá su único amigo, sería bueno aclarar algunas cosas y no parecer un estúpido despistado.