Capítulo 74: Reconciliaciones

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Dedicado a: ClaudiaGmezOrdaz NayhaOwo
y glorymenji

PoV Narrador Omnipresente

En la habitación, Luna y Nico se encontraban charlando hacerca de todo lo que había pasado últimamente.
Ahora Luna recordaba con más claridad y también recordó la pelea que tuvo con Nico antes de su accidente
Le explicó por que le ocultó las cosas y el le pidió perdón por ser tan idiota y no confiar en ella.
Las cosas parecían ir bien para la pareja hasta que observaron que la puerta se abría para dejar ver a una mujer que no esperaban su visita.
A pesar de su apariencia, Luna y Nico la reconocieron de inmediato.
Nico se levantó y se puso a la defensiva.
Luna se endereso sentándose recta sobre la cama en la que estaba.
Atenea los miro con gesto serio.
-¿Podemos hablar?-
Pregunto la diosa directamente.
-¡No tiene ningún derecho a estar aquí!-
Reclamo el rey de los fantasmas.
Atenea lo miro neutral, sin reflejar ninguna exprecion en su rostro.
-Nico Di Angelo, el hijo de Hades.
Nunca pensé que precisamente tu salieras con mi hija.
Parece que a mis hijas les gustan los niños de los tres grandes ¿No es así?-
Atenea miro a Luna y esta estaba con los ojos bien abiertos y algo sonrojada por lo que dijo su madre.
Nico aun seguía a la defensiva dispuesto a reclamarle a la diosa todo lo que se había guardado durante tantos meses después de lo que le hizo a su Luna.
Y Luna obviamente, trató de calmarlo llamándolo una y otra vez.

-¡¿Cómo se atreve a venir aquí?!-
-Nico.-
-Después de lo que le hizo...-
-Nico.-
-¡¿No se da cuenta del daño que le provocó?!-
-Nico.-
-De cuanto sufrió por su "sabio" juicio.-
-Nico ya para.-
-Pero ella..-
-Nico... necesito hablar con ella.
A solas.
Podrías...-
-¡¡No!! Ni se te ocurra...-
-Se que quieres protegerme pero esto es sólo entre ella y yo.
Por favor, no pasará nada.-

Luna colocó su mano encima de la de Nico.
El hijo de Hades se tranquilizó al mirar los ojos suplicantes de la chica frente a el.
Esos ojos de borreguito a los que el no podía resistirse por mucho tiempo
Bufo algo molesto.
-¡Bien! Como quieras.
Pero no vengas a reclamarme después que te lo advertí.-
-No lo haré, lo prometo.-
-Estaré afuera por cualquier cosa ¿Si?-
-Si, esta bien. Gracias.-
Seguido de esto, Nico le dio un suave beso a Luna en la frente; le lanzó una mirada asesina a la diosa sin importarle de quien se tratara y salió azotando la puerta.
Al fin, madre e hija estaban solas.
Atenea se quedo unos momentos parada frente a su hija sólo observandola en completo silencio y Luna hacia lo mismo.
Atenea camino hacia el sillón cerca de la cama para sentarse y poder hablar cómoda con su hija
Luna seguía con la mirada cada paso y movimiento que la diosa daba.
Al sentarse, el silencio permanecia.

-¿No vas a decir nada?-
Pregunto la diosa.
-Es que no tengo nada que decir.-
Respondió cortante la chica.
Atenea le sostuvo una mirada algo blanda.
Luna estaba en todo su derecho de no querer hablar y de estar enojada pero justamente para eso la diosa estaba ahí.
Luna se lamio los labios y fruncio el ceño
Miraba el atuendo de su madre y era extraño que ella presisamente vistiera con esta ropa.
-¿Por que vienes a un hospital vestida tan elegante?-
Pregunto seria
Atenea río.
-Lusco ridícula ¿Verdad?-
-No. Luces muy bonita.
Eres hermosa pero esa no eres tu.
Pareces más Afrodita que tu.-

Atenea captó la idea.
Su hija tenía razón, así no era ella y su comparación con la diosa del amor no ayudaba en nada.
La diosa solía vestirse con prendas más olgadas y sencillas
Tal y como también se vestía Luna antes de la "bendición" de Afrodita y de que cambiará todo su guardaropa por algo más... femenino.
Atenea cerró los ojos visualisando su atuendo ideal.
Por un pequeño instante la mujer brilló haciendo que el vestido desapareciera y en su lugar usaba unos jeans de mezclilla junto con una blusa blanca y un suéter olgado color beige.
Su cabello dejó de estar suelto para recojerselo en un chongo bajo con algunos mechones recorriendo la frente de la diosa.
Además de verse sencilla, seguía viéndose linda.
Luna sonrio
-Mucho mejor.-
Atenea la miro.
Luna agachó su cabeza recordando todo lo que su padre le contaba de ella.
De lo maravillosa y linda que era.
Inteligente y sabía.
Pacífica y serena
Si, Luna se había formado una imagen de su madre desde pequeña, una imagen que ahora ya no existía
Luna se rió.

Un Amor Poco Común (Nico Di Angelo) Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora