LUNA
El es mi perdición.
Lo amo como nunca pensé amar a alguien
Simplemente amo todo de el pero se que el nunca podrá sentir lo mismo que yo.
El sólo me ve como una amiga y eso me parte el alma sin embargo si esa es la única manera en que puedo es...
Llegamos a mis aposentos más pronto de lo que me di cuenta. Lo primero que vi fue que en la cama, se encontraban mis maletas vacías. -¿Y mis cosas?- Les pregunté. -Ya todas están ordenadas y acomodadas en sus respectivos lugares señorita. Sus ropajes están guardados en los cajones y sus objetos personales en el tocador.- Me respondió Adonia en un tono muy amable. Ya era hora de que alguna más de las 4 hablará. No me gusta que permanezcan en silencio. Me siento incómoda además de que pienso que es injusto. -Okeey... Ammm ¿Puedo cambiarme?- -Por supuesto- Gredel se dirijio a uno de los cajones sacando un conjunto de ropa interior lila y una pijama verde pistache con azul pastel de camiseta ajustada de manga larga y pantalón esponjoso. Me los dio. Me dirijo detrás del biombo donde retiró mi vestido y mi ropa interior quedando desnuda. Me da mucha pena saber que detrás del biombo están esperándome cuatro doncellas fantasmas. Aun más raro. Me apresure a ponerme la nueva ropa interior y mi pijama. Hay una corriente de aire frío que siento por la habitación. Salí del biombo ya vestida hacia uno de los cajones buscando algo con que cubrirme Rebusque en uno hasta encontrar una sudadera de Vans blanco con negro.
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Al estar lista, Fedora y Hespier me ayudaron a deshacer el peinado dejando mi cabello suelto. Por último, me diriji al baño y me lave la cara para desmaquillarme. Listo. Vuelvo a ser la misma chica común de siempre. Me siento en la cama. Es muy suave, aunque las sabanas son algo frías pero con el calor de mi cuerpo tomarían mi temperatura. Me acuesto y tapó con las cobijas. Sorprendentemente, mis párpados comienzan a ser pesados. Creo que después de lo de hoy, estoy cansada. -El señor Hades nos puso a su disposición así que cualquier cosa que se le ofresca señorita, sólo pronuncie uno de nuestros nombres y de inmedianto acudirenos.- Me dijo Fedora. Por último, mis ahora 4 doncellas me hicieron una reverencia y se retiraron de mis aposentos cerrando la puerta tras ellas y dejándome completamente sola sólo con una lámpara en el Buró alumbrado la habitación. Se sentía tétrico y extraño estar en esta habitación. Tal vez se sentiría diferente si Nico durmiera conmigo. Nico... Me pregunto donde estará ¿Cumplirá su promesa de visitarme esta noche? Pero que digo... ¡Claro que lo hará! Siempre cumple sus promesas. Y mientras lo espero dormiré un poco. Me hace falta después de todas estas emociones de hoy. .......
Abrí de inmediato mis ojos al oír pasos en la habitación. Aunque me quede quieta, estaba atenta a lo que podria pasar. Puse oír cada movimiento. Era en vano que tratará de ser sigiloso. Sentí una mano tocar mi hombro. Me exalta y levante pensando que habría algún riesgo pero no lo había. Era Nico el que esta frente a mi. Ahora vestido con sus clásicos jeans y camiseta negros y su chaqueta de aviador. Antes de que pudiera decir algo el me calló con un corto beso para despues surrurarme -Shhh Ven conmigo Quiero mostrarte algo- -¿Cómo entraste?- Le susurre de la misma manera. -Tengo mis trucos.- Me respondió desviando la mirada hacia un rincón del cuarto den de había... ¡¿Una puerta secreta?! Woww Eso no me lo esperaba. -No puedo utilizar el viaje sombra aquí. Si lo hago, mi padre lo sabrá. Tengo que recurrir a otros métodos.- -Que ingenioso. Ni yo misma lo hubiera sospechado.- El me dedico media sonrisa -Entonces ¿Nos vamos?- No le respondí. Sólo asenti. Me levanté de la cama y me puse mis clásicos Converse. Nico y yo nos dirijimos A la puerta secreta tomados de la mano y el entrando primero. -¿A donde vamos?- Pregunte -A un lugar especial. - Dicho esto, nos adentramos en un túnel alumbrado por antorchas de fuego verde. Fuego griego. Lo último que oí fue la puerta que dirijia a mi habitación cerrarse tras nosotros. ...... Sentí que habíamos caminado por horas. Por más que avanzamos entre tuneles y pasillos no sentía un fin. -¿Falta mucho?- Le pregunté a Nico que seguía tomando mi mano conduciendome por el lugar. -No tanto. Ya vamos a llegar. - Contestó como si nada. Y no mentía. Después de unos cuantos pasos más, llegamos a tope con una puerta de tamaño y diseño modesto a compatacion de las demas puertas que habia visto en el Palacio. Nico soltó mi mano para girar las palancas que estaban a un lado de la puerta. Sonidos estruendoso y de óxido se hicieron sonar como eco entre las paredes. Los dientes me dolieron y la piel se me erizo al oirlos. -Ven.- Me indicó Nico ofreciéndole su mano. La tome sin dudar y me condujo a aquello que esa puerta guardaba del otro lado. Me quedé sin palabras. Sin aliento. Pasmada y estupefacta al ver tanta belleza que guarda ese inmenso lugar. No se si llamarle sala o habitación. Ese lugar es extremadamente grande, a lo alto, largo y ancho. No le veo fin. Mis piernas actuaron sin que yo diera orden. Dieron unos cuantos pasos hacia delante Di varias vueltas sobre mi misma admirando cada rincón. Nico me trajo a un inmenso jardín, pero no un jardín cualquiera. Es un jardín hecho en su totalidad de gemas, metales y minerales. Es hermoso. Las flores estan hechas de gemas. Rubíes, safiros, amatistas, esmeraldas, lapislazuli, aquamarine, topacios, ambar, jaspers, amazonitas, citrinos, granates... Hay infinidad de gemas aquí. Me cuesta trabajo decirlas todas.
