LUNA
Como siempre, mis sueños estaban plagados de el.
Nico Di Angelo estaba recostado sobre el cesped a media noche.
Por lo que pude ver, no estaba dormido. Sólo observaba el vacío del cielo.
Y yo detras de un pequeño arbol sólo observandolo a el
En la mayoría de mis sueños lo hacía
Sólo observandolo
Díganme acosadora si quieren.
Aun recuerdo el día en que lo conocí y me pongo a pensar en cuanto ha cambiado desde entonces.
Aquel niño lindo y risueño ya no existía y en su lugar quedó un chico serio, oscuro, misterioso y tremendamente guapo. ¿Y por que no? Sexy.
Al menos a mis gustos así era.
Lo encontraba encantador e irresistible.
Nunca me cansaba de pensar en el. De verlo.
Pero al momento en que me estaba ilusionando mi mente me recordaba la dolorosa realidad.
"Tu nunca vas a gustarle. Nunca se fijará en ti"
Me destroza por completo recordar aquel día..
Baje la mirada al suelo por pensar en todo eso.
Triste, me retire de aquel lugar sin hacer ningún ruido.
Camine unos cuantos metros preguntándome por que el destino tenía que ser tan cruel
O mejor dicho
¿Por que el amor tenía que ser tan cruel?
-Oh. Yo no diría que es cruel querida. -
Una voz femenina interrumpió mis tristes pensamientos.
Debo decir que me dio un tremendo susto y no supe reaccionar.
Ni siquiera para sacar mi espada o en el peor de los casos agarrar un palo.
Tonta.
-Q.. ¿Quien es? -
Trate de decir pero aun así sonaba tan asustada y tan ridícula que maldije en mi interior.
Una brisa cálida y con un olor a perfume de marca me rodeaba.
Espera..
¿Perfume de marca?
Me detuve un segundo a olfatear aquel aroma.
Chanel No. 5
Sólo conosco a unas cuantas personas que usan ese perfume.
Las hijas de Afrodita.
En especial Drew...
¿Podría ser...
Di media vuelta y me encontré con una mujer sumamente hermosa.
No pasaba de los 25.
Traia puesto un vestido rojo a la rodilla con tacones del mismo color.
Cabello color miel ondulado y perfectamente peinado.
Tez blanca
Maquillaje no tan cargado.
Modesto en cierto modo.
Con mascára en los ojos y labios del mismo color que el vestido.
El color de sus ojos era cambiante. Al igual que los de Piper.
Y para que menciono su cuerpo.
Símplemente era perfecta.
La mujer ideal para muchos hombres.
Sería bastante estúpida si no la hubiera reconocido.
-Señora Afrodita.-
Dije haciendo una reverencia
Tuve que hacerlo.
Era la tradición
Además tenía que hacerlo si no queria que un inmortal me hiciera polvo en ese instante.
Admito que tuve miedo al tenerla de frente.
Y también me sentí intimidada.
Me sentía un renacuajo al lado de ella
-Oh no es necesaria tanta formalidad linda, aunque lo agradesco.-
Ante sus palabras me puse de pie.
-¿Que deseas?-
Pregunté.
-¿Qué una chica no puede venir a hablar con otra chica?
¿Necesito permisos o algo así?-
-Pues... No pero...-
Dude un momento de lo que iba a pronunciar.
La presencia de la diosa del amor me estaba intimidado.
Me puse firme frente a ella y hablé lo más sería posible.
-Afrodita, con todo respeto no entiendo lo que hace aqui, y tampoco entiendo lo que pasó en la fiesta esta noche.-
-Simple. Te di mi bendición y cambie tu ropa de campista a un vestido precioso.
Por cierto ¿te gustó el vestido?
Apuesto a que si. -
-¡Ese no es el punto!-
Dije algo irritada.
"Ahhh tranquila Luna, es una diosa. No lo olvides"
Respire profundo y seguí hablando.
-Me refiero, ¿a que por que a mi?
Agradesco su bendición pero ¿¿por que precisamente a mi y precisamente en ese momento??
¿No podía hacerlo como los demás dioses que me han dado su bendición?
En privado
Además, yo nunca eh hecho nada por usted.
Nunca le he resado
Ni dedicarle victorias ni sacrificios.
Eso es lo que no entiendo.
¿Por que me daría alguien su bendición si nunca he hecho nada por ese alguien?-
Afrodita se me quedo viendo por un instante y después comenzó a reír.
¡¿Acaso todo esto era una cruel broma para su satisfacción?!
Cerré los puños deseando quitarle toda esa belleza del rostro.
-Querida pensé que eras lista como tu madre.
Al menos pensé que sabrias la razón.-
Me quedé muda
-¿Y cual es la razón según usted?-
-En primera, háblame de TU por favor.
En segunda, cariño, siempre hay una razón para todo lo que sucede en la vida.
Y en tu caso yo tengo varias razones por las cuales te otorgue mi bendición.
La primera... es en agradecimiento.
Se que querias mucho a mi hija Silena y se que ella te quería mucho a ti... -
Afrodita bajo la mirada.
Parecía triste al recordar a su difunta hija sin embargo siguió hablando.
-... Se que eran muy amigas.
Se que la cuidabas y ella a ti.
Se daban consejos mutuamente.
Muchas veces yo las escuché y me parecía algo adorable...
Cuando ella y Charles murieron, sentí tu dolor.
Vi como lloraste por su muerte y como los honraste junto con Clarisse.
Tu y Clarisse fueron las mejores amigas de Silena y eso nunca voy a poder pagarselos por completó.-
Unas lágrimas recorrieron mis mejillas.
El tan sólo recuerdo de Silena me hacía sentir triste.
Ella... yo la quería mucho
La llegue a considerar como una hermana.
Al oír las palabras de dolor de Afrodita me puse a pensar cuán doloroso sería para un padre perder a su hijo y más si el padre o madre fuera un dios.
¿En verdad a los dioses les dolerá la muerte de uno de sus hijos?
-Aunque no lo creas y no lo paresca, los dioses también pensamos en nuestros hijos y claro que no duele cuando alguno de ellos muere.
Nos sentimos vacíos.
Tal vez esa es otra razón por la que somos dioses...-
-Si.. puede que tenga.. digo tengas razón.-
Afrodita me sonrió de una manera muy dulce
Lo que me hizo pensar que tal vez, sólo tal vez la diosa del amor no fuera tan cruel como yo pensaba.
- La segunda razón fue por que nunca dejé de observarte.
De una linda y tierna niña te convertiste en una chica muy hermosa.
Por dentro y por fuera.
Al igual que mi hija Piper tu representas lo que en verdad significa el amor y la lealtad.
Si no supiera quien es tu madre diría que yo lo soy...-
Esas fueron las mismas palabras que me había dicho Silena años atrás.
Me pregunto si de cierto modo, Silena ya sabía que esto pasaría.
-... Además, no se si te has dado cuenta pero es muy raro que yo otorgue bendiciones. Incluso a mis propios hijos.
De hecho, tu eres la primera semidiosa que no es mi hija en obtener no solo mi bendicion, sino la de varios dioses en eones.-
-Pensé que todos tus hijos tenían tu bendición-
Dije algo confundida
-Te equivocas.
En el último siglo, sólo dos de mis hijos han recibido mi bendicion.
Silena y Piper.
Y ellas la han recibido por que no sólo han sido una cara bonita.
Ellas sabían el verdadero significado de lo que yo represento.
Yo no sólo soy glamour y belleza,
Soy amor verdadero, compromiso, lealtad, fidelidad, protección, sentimientos puros, ser bueno con los demas pero también sacrificio. Silena entendió muy bien esto último un poco antes de su muerte y Piper lo entendió hace tres años.
Tu, mi querida Luna, lo has entendido desde muy temprana edad. Y admiro eso.
Pero tambien lo has convertido en tu defecto fatídico.
Dar todo por aquellas personas que amas, sea cual sea el precio lo pagarás. Incluso si es a costa de tu propia felicidad.
Como por ejemplo, renunciar al amor de tu vida.
¿O me equivocó?-
Abrí los ojos como platos
Todo era cierto.
¡¡Demonios!! ¿cómo es que sabe tanto?
-Ya te lo dije, nunca dejé de observarte-
-¿Vas a seguir leyendo mis pensamientos o que?-
-Lo siento pero es inevitable.
Continuo.
La tercera razón no gira en torno a mi.
¿Alguna vez te has preguntado por que has recibido tantas bendiciones?
¿Por que tu y nadie más? -
-Para ser honesta, si.
Muchas veces me lo pregunté pero nunca he llegado a una conclusión.-
Afrodita asintió como si esa respuesta fuera la que ella estaba esperando
-Luna Brooks. No me corresponde a mi hablar de todo, pero las moiras han escrito tu destino desde antes que vinieras al mundo.
Puedo decir que incluso antes de esta Era, pero te diré que grandes cosas te esperan y cuando llegue el momento yo estaré ahí para apoyarte. -
Okey esto se está volviendo extraño.
Destino escrito, grandes cosas.
Ahhh lo normal para un semidios pero que te lo venga a decir la diosa más hermosa de todas...
-La cuarta y aparentemente última razón se enfoca más que nada en mi interés en ti.
-¿Y por que en mi?-
-Muy simple querida.
Eres una de las chicas más hermosas que he visto jamás. Y tal belleza no se puede pasar por desapercibida.
Es prácticamente un pecado y no me permitiría que pases por alto ante los ojos del mundo entero.
¿Acaso no has notado como te miran algunos chicos del campamento?
Antes de hoy eras sólo unos cuantos pero apuesto que después de esta noche todos los chicos estarán tras de ti.
Querida Luna, me he propuesto hacerte irresistible para cualquiera que se atreva a mirarte. -
-Pero.... yo..
Yo no deseo la atención de nadie.
No deseo llamar la atención.
Me siento mucho mejor pasando desapercibida
Hay miles de mujeres que matarían por eso pero yo no soy una de ellas.-
-Ohhh creo que tu si deseas la atención de alguien en especial.
Aquel con el que estabas soñando antes de que apareciera.-
Sentí mi cara arder de vergüenza.
-Yo... yo no... -
-No tiene caso que me lo ocultes o lo niegues.
Se que estas enamorada del hijo de Hades.
Esa es otra de las razones por las que estoy aquí y por la cual no te eh dejado de vigilar.
Tu dices haber renunciado a el pero sabes muy bien que no lo has hecho.
No dejas de pensar en el.
Ni siquiera te fijas en otros chicos por que tu corazón ya le pertenece y le pertenecera siempre a el...-
No supe que contestar.
Estaba paralizada ante las palabras de Afrodita.
Todo era cierto
Absolutamente todo.
-...Te has entregado al sentimiento del amor.
Pudiste haberlo evitado pero no lo hiciste.
Incluso se que le eres fiel a tus sentimientos hasta con el pensamiento.
Awww eso es tan tierno.-
-Aunque así lo fuera, sabes muy bien que el nunca va a fijarse en mi, ni en mi ni en ninguna otra chica...
Si, amo a Nico pero...-
Agache la cabeza para ocultar mi sonrojo
-... Yo no soy su tipo y nunca lo seré.. -
-Te sorprenderías de lo mucho que el tiempo puede cambiar.
Recuerda mis palabras cuando el momento llegue.
Veras que en los asuntos del corazón siempre tengo la razón.-
-Espera... ¿De que momento hablas?-
Escuché un sonido extraño.
Como el aleteo de un ave o algo así.
-Esa es mi señal. Tengo que irme pero antes... -
Afrodita trono los dedos y sonrió de nuevo
Ay no, mala señal.
-Espero que te guste el nuevo pijama y guardarropa que escogí para ti.
¡Nos vemos pronto!-
-Espera, ¿Qué?-
Afrodita desapareció al igual que como había llegado.
Entre una brisa calida y aroma a Chanel No. 5
Empecé a toser y todo a mi alrededor se ocurecio.
.......
Desperté en mi cama de mi cabaña.
Mi respiración estaba agitada.
Mi último recuerdo...
Me.. Me quedé dormida en el bosque..
Y Nico estaba conmigo.
De seguro el me trajo aquí.
Me quite las cobijas de encima.
En verdad deseaba que todo lo que pasó anoche hubiera sido un sueño, pero el único sueño que tuve fue con Afrodita.
Me pregunto que habrá querido decir con el guardaropa...
Dioses espero que no sea lo que estoy pensando
Primero que nada me fijé en lo que traía puesto.
El vestido había desaparecido y lo remplazaba un conjunto de pijama compuesto por una playera y un mini short de una tela delgada y fresca.
Tambien traia puesta la chaqueta de aviador de Nico.
Me quedaba algo grande pero aun asi la adoraba.
Baje de mi cama y me diriji al baño.
Me mire frente al espejo y era sorpendente lo que estaba viendo.
Ya no traía maquillage y mis ojeras habían desaparecido pero mi cabello...
Mi cabello estaba perfectamente peinado.
Aun tenía los caireles cayendo por mi espalda y es extraño por que cuando despierto mi cabello parece una melena de León.
Decidí darme una ducha.
Vaya que me hacía falta para poder despertar por completo.
Al terminar me diriji al baúl donde tengo mi ropa Y al ver lo que se encontraba ahí casi me da un infarto.
Todas mis camisetas del campamento ahora eran entalladas.
Lo suficiente para poder marcar mi figura.
Habia muchos mini shorts de mezclilla. 6 como mínimo.
¡¡Yo sólo recuerdo tener 1!!
Mis jeans al parecer estaban intactos al igual que mi ropa interior.
Pero también encontré unos cuantos vestidos, faldas, blusas y dos pares de zapatillas.
Todo a juego.
¿Y yo para que querría usar... todo eso?
Tomé sólo lo que necesitaba.
Ropa interior, camiseta del campamento unos jeans y mis Converse.
Me vestí rápidamente y salí de mi cabaña hacia el comedor.
Sólo espero que lo que dijo Afrodita no sea verdad.
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Un Amor Poco Común (Nico Di Angelo) Completa.
Hayran KurguLUNA El es mi perdición. Lo amo como nunca pensé amar a alguien Simplemente amo todo de el pero se que el nunca podrá sentir lo mismo que yo. El sólo me ve como una amiga y eso me parte el alma sin embargo si esa es la única manera en que puedo es...