Un Amor Poco Común (Nico Di Angelo) Completa.

Capitulo 9: Me enseñan a jugar Mitomagia

LUNA

Después de desayunar Nico y yo nos dirigimos al bosque, en el mismo lugar que le mostré en la mañana.
El era la primer persona a quien se lo mostraba y no me arrepiento de haberlo hecho. Se que el guardara el secreto y también sabrá apreciar aquel lugar tanto como yo lo hago. También le agradesco guardar mi pequeño gran secreto sobre mi osito de peluche. Seria un poco vergonzoso e incomodo que todos se enteraran que aun duermo con peluches siendo una semidiosa pero por suerte Nico era de fiar y aunque solo lo conocía de un día ya confiaba plenamente en el.
Llegamos al árbol, nos sentamos y le entregue su juego de Mitomagia.
-Bueno en este juego no hay un instructivo como tal. Solo se juega por ataque y defensa.-
Explicó Nico.
-Como luchar contra monstruos de verdad- mencione
-No, es mas solo por los puntos.-
-Ah-
El dividió en dos sus cartas, la mitad me las entrego a mi y la otra mitad de las quedo el.
-Los dioses son como los puntos y vidas extra. También sirven para defensa y ataque pero solo como última opción.
Los héroes son utilizados para defensa y ataque.
Las criaturas mágicas son utilizadas solamente para recargar energía.
Los monstruos son soñé te para ataque. ¿Entendiste?-
-Más o menos. ¿Y cómo voy a saber cuando atacar o cuantos puntos me dan?-
-Yo te iré diciendo-
......
-No, ¡el deck de héroe solo se utiliza cuando ya has puesto en la línea de ataque al menos a un dios mayor!-dijo Nico algo frustrado
-Pero así no es como funciona en la vida real, no necesitas a un dios mayor para derrotar al León de Nemea.- Respondí inmediatamente.
Nico se golpeó la frente contra su mano y susurro algo que no entendí.
Entonces puedo poner a Hércules...¿pero solo si pongo primero a algún Dios? Ósea... ¿A uno de los doce principales?.- pregunte con las cartas en la mano.
-¡Sí! ¡Y luego usas el deck de expansión de criaturas míticas y eliges una que tenga una fuerza de ataque de más de veinticinco puntos!-
Sonreí al ver que había entendido por fin el como se jugaba (después de horas) así que saque una carta y la coloque en el piso.
-Exacto y luego yo...-
La caracola me interrumpió. Vi la ora en mi reloj y me di cuenta que era el llamado para comer.
-¡Nico son las 3:00! ¡Hemos estado aquí por 5 horas!-
-Demonios. Sentí el tiempo tan rápido.-
Nico que quejó igual que yo. Recogimos rápido el juego, los guarde en mi bolsa y nos dirigimos hacia el comedor.
....
Pasamos las siguientes horas en el campo de entrenamiento. Le enseñe nuevas formas de defensa a Nico quien parecía entender cada vez mas. Si seguía así pronto ya seria un experto.
Antes de que diera la hora de la cena Nico me acompaño a la cabaña 7, la de Apolo. Toque la puerta y me abrió Lee Fletcher, el jefe de cabaña.
-Hola Luna, ¿Qué pasa?-
-Lee sabes que hoy habrá fogata y... Me gustaría pedirte... Pues... Que me dejes participar junto contigo y tus hermanos. ¿Puedo?-
Le dije algo tímida pero en verdad quería cantar esa noche.
-Claro. No veo por que no puedas participar.-
-Gracias Lee, gracias- le dije entusiasmada para luego salir corriendo con Nico al lado.
-¿Fogata? ¿Para que?- preguntó Nico
-Es una costumbre del campamento hacer una fogata una o dos veces a la semana, se asan malvabiscos, se cantan canciones y se pasa un buen rato. En la fogata suelen participar los hijos de Apolo ya que es el dios de la música pero... Aveces suelo pedir permiso para participar junto a ellos. Quiero cantar esta noche.-
-¿Tu cantas?-
-Si...- dije encogiéndome los hombros.
-¡Me encantaría escucharte!-
No tuve palabras. Mi única reacción fue sonrojarme. Sentí como mi cara se calentaba hasta mas no poder.
Nico río burlonamente
-Te pusiste muy roja. ¿Tan mal lo haces?.- dijo reteniendo una risa.
-¡No canto mal y te lo demostrare esta noche! Solo que... Me da un poco de pena.-
-¿Por qué? Supongo que lo has hecho miles de veces.-
-Si pero aun me da pena.-
Baje la cabeza y tome mis dos brazos.
Nico dejo de reír y puso cara seria.
-Ya tranquila, se que lo harás bien. Así que sonríe y vamos a comer. Tengo hambre.-
Le dedique una pequeña sonrisa y le seguí al comedor.
Tenía que prepararme y relajarme para dar un show que no olvidaran jamás.