Un Amor Poco Común (Nico Di Angelo) Completa.

Capítulo 40: La primera noche

LUNA

Ahora ya estábamos de nuevo en el campamento.
Lo sabía por que en el lugar donde aparecemos fue en la cabaña 13.
Ni siquiera pude pronunciar una sola palabra por que en cuando nos hicimos sólidos, el me tomo por la cintura, me acerco a el y me beso desesperadamente.
Lo único que hizo fue continuar con lo que nos habíamos quedado.
Estoy segura que el deseaba hacerlo desde su antigua casa en Venecia y mucho más ahora después del concierto.

Los besos se estaban volviendo peligrosamente intensos.
Ambos teníamos la respiración agitada y pesada.
Uno que otro jadeo se nos escapó de la boca.
Sobre todo a mi.
El bajaba tímidamente las caricias a mis caderas.
Mientras lo hacía, empezó a caminar hacia delante haciendo que yo retrocediera hasta topar con pared.
Al sentir la pared a mis espaldas Nico me atrapó en ella dejándome sin escapatoria.
Sus manos empezaron a jugar con los pliegues de la falda del vestido
Mi estómago estaba revuelto.
Sentía cosquillas.
Y también nervios.

Recordé lo que me dijo Afrodita mientras sentía las manos de Nico recorrer mi cuerpo.
"Y lo que pasara cuando lleguen al campamento"
Todo encajaba.
Ella sabía que esto iba a ocurrir.
¿En verdad hoy sería la noche?
Empecé a sentir un bulto creciente en los pantalones de Nico mientras su respiración se aceleraba.
Me sentía diferente.
Me sentía...
Anciosa.
Excitada.
Deseada.
Sentía mi piel arder
Quería arrancarle la ropa a Nico de un sólo Tajo.
¿Pero que me pasa?
Mientras, los besos de Nico en mi clavícula hacían que mi cerebro se derritiera.
Todo esto me hacía sentir en el mismísimo cielo.

-Esta vez no quiero parar-
Le dije en un susurro.
-Yo tampoco-
Me dijo con voz ronca antes de atacar mis labios nuevamente.
Nico me beso con tanta firmeza que creí que nuestros labios jamás se desprenderian.
Busco con desesperación el cierre de mi vestido
Cuando lo encontró se detuvo un momento.
Me miró a los ojos.
No hubo palabras.
La mirada lo decía todo.
El volvió a unirnos en el beso mientras bajaba lentamente el cierre de mi vestido.
Después, lo dejó caer al suelo.
Me sonroje al estar así frente de Nico.
Lo vi de reojo.
El tenía una ceja levantada, mirada pervertida, paso su lengua finamente por sus labios para después morder su labio inferior.
-Sabías que esto pasaría.. -
Dijo casi en susurro.
-¿A que te refieres?-
-Tu ropa interior..-
Asimile sus palabras.
Mi cabeza bajo lentamente para encontrarme con la tremenda sorpresa.
¡Santos dioses!
Ahora entiendo por que Afrodita trono los dedos y dijo que no estaba del todo adecuada.

Llevaba puesto un conjunto de lenceria negro con encajes del mismo color y detalles en plateado y rojo.
El sujetador era bastante provocativo.
Enmarcaba a la perfección mis senos y los abultada de una manera extraña para mi.
En cuanto a las panties, eran enmarcadas
El encaje hacia que se vieran deseables.
Sobretodo coquetas.
Me puse roja
-Yo...
Te juro que esto no es mío
Esto no es lo que me puse en la mañana yo...
No lo entiendo.-
-No hace falta.
Me encanta.-

Nico se acercó peligrosamente a mi de nuevo
Ambas manos rozaron mis caderas para después bajar a mi trasero.
Lo acarició suavemente y después lo apretó con brusquedad.
Lanze un suspiro
Me gustó lo que acababa de hacer
En verdad lo disfrutaba
Las cosas no estaban parejas.
El aun tenía ropa puesta.
Me separe levemente de el.
Juguetee con el borde de su camisa
Lentamente la fui levantando hasta quitarsela por completo
Nico quedó con el torso desnudo.
Aun no podia creer lo apuesto y sexy que es.
Con sus pectorales y abdomen bien marcados.
Roce con la punta de mis dedos cada uno de sus músculos.
Sentí como Nico se estremeció con mi leve tacto.
Baje mis manos hacia la bragueta de su pantalon
La tome y la baje de la misma manera en la que el bajo el cierre de mi vestido.