Capítulo 28: Lejos fue tiempo atrás.

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PoV Narrador Omnipresente

Ambos chicos despertaron confundidos en una banca enmedio de una ciudad desconocida.
No era Long Island, ni Nueva York. Mucho menos Estados Unidos.
Veían a las personas pasar como si nada.
Todo se veía más opaco.
Los colores eran mas grises.
Y la ropa que todos usaban era diferente.
Las mujeres llevaban vestidos, tacones, sombreros y guantes.
Los hombres gabardina, trajes elegantes, zapatos bien lustrados y sombreros.
Todo era diferente.
A Luna le sorprendió todo lo que estaban viendo
A Nico no mucho.
El hijo de Hades sabía perfectamente en donde se encontraban.
En la Venecia de 1936.

.......

LUNA

-¿Qué... ¿En donde...-
Dije algo confundida
-Venecia-
Dijo Nico sin ningún ánimo
Como si la palabra con tan solo pronunciará le dejará un sabor amargo en la boca.
-¿Viajamos por las sombras?-
-No... esto puede ser verdad-
-¿De que hablas? -
-¡De todo esto!
No tengo la fuerza suficiente para viajar hasta Venecia y todo parece diferente
Ve a las personas
Ve la ciudad
Es.. es tal y como la recuerdo.-
-Entonces... funcionó
Nico las regresiones funcionaron.
Y extrañamente yo estoy aquí..
¿Por que?-
-Debe ser por que en el momento en que me desmaye estábamos tomados de la mano-
Baje la vista hacia nuestras manos y aun seguían tomadas.
La solté rápido.
Se que a Nico le incomoda ese tipo de contacto así que era mejor no aprovecharse aunque yo lo deseara.
Vi mi mano. Me sorprendí.
Tenía puestos guantes negros cortos a la medida de mis manos.
-Nico que... Woww.-
Voltee a verlo y estaba impresionante.
Llevaba puesto un traje color negro pardo.
Con camisa blanca y corbata negra a juego.
Llevaba puestos zapatos de vestir
Lo mas sorprendente es que estaba peinado al estilo de los demás caballeros que veía pasar por las calles.
Pero que..
¿Nico peinado?
Esto no puede ser
Sin embargo se veía tremendamente guapo.
Sentí un leve ardor en mis mejillas señal de que me estaba empezando a sonrojar.
Miré a Nico a la cara y el tenía la misma expresión de asombro que vi en los campistas el día de la bendición de Afrodita.
"Dioses por favor otra vez no"
Cerré mis ojos deseando que lo que estaba pensando no fuera verdad.
Lentamente los fui abriendo y miré mi cuerpo.
¡Santo olimpo!
Esto no me puede estar pasando a mi.
Traía puesto un vestido de la época sin mangas color negro casi en su totalidad con excepción de los dobleces del cuello y los bordes de las bolsas que estaban en la cadera.
Esos eran de color blanco con puntos negros.
El vestido me llegaba justamente abajo de la rodilla y no era tan escotado.
Me ajustaba perfectamente a mi cuerpo.
También llevaba puesto un cinturón blanco con el vestido.
En mis manos traía puestos unos guantes negros cortos y una bolsa a juego con el vestido.
Traía unos tacones negros cerrados y no tan altos.
Abrí la bolsa que tenía en las manos y busque algo con lo que pusiera verme la cara.
Encontré un pequeño espejo
Perfecto.
Lo tome y lo abrí para encontrarme con alguien que ni en sueños hubiera imaginado que sería.
Mi cabello estaba perfectamente recogido hacia atrás en un peinado.
Algunos rizos caían por mi frente. Pero que diablos..
¡Mi cabello no es rizado!
Traía mascára en las pestañas y algo de delineador negro muy discrero
Mis labios estaban pintados de un color rojo mate, lo que hacia resaltar mi piel blanca y el maquillaje de los ojos.
Volví a ver a Nico y aun tenía esa mirada de tonto puesta en mi.
Debo admitir que me gustó ver su reacción
Por un momento olvide todo y pensé que tal vez le gustará verme así.
Luego recordé cuáles son sus verdaderos gustos
Borré la estúpida idea de mi cabeza.
-¿Que tanto miras Di Angelo?-
Le pregunté fingiendo un tono de molestia.
-Yo... este... nada.
Es que...
Así..
Vestida así...
Te vez...-
-Ya se. Extraña.-
-No..
Te vez hermosa. -
Abrí los ojos como platos
¿Escuché bien?
Santos Dioses del sagrado olimpo
¡¡Nico acaba de decir que me veo hermosa!!
Eso quiere decir que le resultó hermosa.
"Si, como cualquier amigo gay le diría a su amiga"
Demonios subconsciente ¡Callate!
Arruinas el momento.
No pude evitar sonrojarme por lo que dijo.
Reprimi una sonrisa
-G.. Gracias
Y tu no te quedas atrás
¿Ya viste como estas? -
-Yo estoy normal-
Saque el espejo de nuevo de mi bolso y lo puse enfrente de Nico.
-¿A esto le llamas normal? -
El se vio reflejado y por la expresión que puso creo que no se esperaba verse así.
-¡¿Quien tártaros se atrevió a vestirme y peinarme así?!-
-Creo que tu mismo genio.
Estos atuendos pueden ser para adecuarnos a la época en la que estamos.-
En ese momento una pareja de ancianos pasaron al lado nuestro; nos saludaron y sonrieron.
-Buongiorno-
Dijeron al unísono.
-¿Pueden vernos?-
Le pregunté a Nico
-Esto no se supone que pase.
Todos aquí están muertos ya.
No deberían hablarnos.
Mucho menos vernos-
-Tal vez tú poder sobre los muertos hace que seamos visibles para ellos y ellos para nosotros.
Estamos en tus recuerdos Nico
Tiene sentido.-
-Eso creo.
Bien.
Busquemos lo que sea que nos trajo aquí y larguemonos lo más rápido posible.
Estar aquí me pone nervioso.-
Nico se levantó de la banca y me ofreció su mano.
La tome y me levanté tambien.
Después me ofreció su brazo para que entrelazada el mío con el de el y lo hice sin dudarlo.

Un Amor Poco Común (Nico Di Angelo) Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora