Capítulo 8

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Tres días pasaron volando. Literalmente, nada fue diferente.

Claro, si "nada" no contara la frialdad (aun más) por parte de Harry y la crueldad de sus órdenes como si fuera un monarca consentido de doce años. Su falsa indiferencia ante las improvisadas, y casi imposibles, órdenes que daba era irritante pero, yo me lo había buscado.

Eso era lo que había querído, ¿No es cierto? No quería nada más que fuera profesional conmigo y yo ser profesional con él, nada más y quizás solo era cuestión de tiempo para acostumbrarme a lo que Steel se había convertido.

Ese viernes, desde el momento en que llegué a las siete, escribí un reporte de varias estadísticas informales acerca de las ventas de fotografías a empresas internacionales durante dos horas. Pero aprovechando que en el piso inferior la cafetera funcionaba, y había un pequeño refri para masas dulces y porciones de pastel (sin contar fruta para el almuerzo), al acabar el reporte decidí no enviarlo y disfrutar de una taza de café con Michael, quien estaba comenzando a decirme tanto de Steel como él sabía.

-¿Por qué demonios es tan idiota?- pregunté en un susurro y Mike rio mientras sorbía el café.- Es tan serio y cree tener todo el mundo en su mano, quiere ser el macho alfa en todas partes.

-Su padre murió cuando era pequeño, Jess, segun sé, él le dijo algo como que debía ser el hombre de la familia y mantener todo bajo control y... Se lo tomó muy en serio.- admitió lentamente y asentí con la cabeza. ¿El dolor por la pérdida lo había vuelto tan estricto?

-Pero, tiene a alguien más para apoyarlo ¿Verdad? Sé que tiene una novia pero no se oía tan amable al teléfono.- murmuré frunciendo el ceño al oír las palabras de esa idiota de la novia de Steel.

-Bueno, su madre, la mujer de allí dentro, escasos amigos, una hermana y un hermanastro. Su padrastro también pero, ya sabes, no es como tener a su padre.- explicó mordiendo una tortita de crema.- Pero no sabía que tenía novia, nunca supe de ninguna. Es como muy estúpido con las mujeres, por eso el puesto de asistente está libre cada tres meses o menos.

-¿Qué pasó con las demás asistentes? ¿Solo se fueron porque era estúpido?- pregunté, intentando que mi voz no se oyera obvia o mostrara indicio alguno de que quizás yo conocía la razón.

-Digamos que... Les hizo algunas propuestas poco decentes a las chicas y...- jugó con las palabras antes de continuar.- Bueno, ellas no lo rechazaron pero, él no es un chico de relaciones y las chicas siempre querían "Más".- sorbió más café y me observó casi con temor.- Espero que no le digas que yo te dije esto, solo quiero que no... Quiero decir, espero que no intente nada contigo y...

-Sé defenderme, Mike, no te preocupes.- respondí riendo falsamente, aunque por dentro estaba gritándome que solo había sido una estúpida más.

-Lo sé, eres tan diferente a las zorras profesionales que vinieron antes que tú, me coqueteaban todo el tiempo y no solo a mí.- rio un poco, su risa despreocupada y contagiosa.- Lo siento, sé que eres mujer pero esas zorras profesionales...

-Espera, espera, espera, ¿Acabas de decirme zorra no profesional?- discutí, cubierta de humor y fingiendo estar indignada y él volvió a reír, un poco nervioso hasta que yo reí también.

-Sabes que no es lo que quería decir, Jessy, tú eres tan... Linda y distinta...- balbuceó sujetando mi mano entre la suya y a pesar de que sabía que no debía dejarlo decir nada más, me agradecí de que en su frase hubiera algo con que discutir.

-Gracias, pero, por favor Michael, nunca me llames así, ¿Sí? No me trae... Buenos recuerdos.- murmuré intentando no ser tan seria y él me sonrió comprensivo, apretando sus dedos con más fuerza alrededor de los míos.

Crazy Little Things In My Head (Crazy Little Things #1) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora