Placebo

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Empecé a regalarte mis noches, ya no las necesitaba porque me hacías soñar en el día. Comencé a pensarte en la escuela, ya no me faltaba porque mi futuro estaba resuelto contigo. Inicié a visitarte al atardecer, ya no lo pedía porque tu sonrisa me tenía cautivado. Te hacía sonreír con la consecuencia de mi desgaste. Te hacía ver estrellas cuando yo vivía en un eclipse. Te había dado mi tiempo cuando lo que me pedías era espacio. 

Tu amor resultó ser un placebo, un calmante del dolor que tú misma me causabas. Tu amor era un analgésico que lo único que hacía era ponerme a pensar que era feliz mientras lloraba todas las noches. Tu amor era un narcótico que me hizo imaginar que me dabas amaneceres cuando estaba en lo más oscuro. Creí que estar contigo me hacía feliz, pero era un sentimiento fingido, un placer que poco a poco se convertía en dolor.
-Soplar

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