Te encontré el día que la tristeza me vestía, cuando la sonrisa estaba desgastada y la nariz irritada; hablamos cuando la esperanza estaba perdida, la risa olvidada y los ojos hinchados; nos besamos cuando los labios estaban secos y las manos seguían frías. Me encontraste cuando no tenía nada, cuando era el vestigio de mi pasado y no alcanzaba la sombra de mi futuro.
Te encontré no porque te estuviera buscando, sino porque poco a poco me había ido encaminando a ti. Sin saberlo, cada día gris era una cortina de humo para el arcoíris que me tenías preparado; cada derrota era un día aferrado a tus brazos; cada desvelada era un nuevo despertar junto a ti; cada lágrima marcaba el camino que tus dedos no dejarían de tocar. Todo lo que alguna vez me dañó se hizo exactamente para que me ayudaras a repararme, no porque no pudiera por mi cuenta, sino porque contigo era más fácil.
En la vida no hay error, no hay decisión que no perjudique al futuro. Tal vez en su momento no lo vi, pero hoy me doy cuenta de que pasé por varias pruebas que iban agrietando mi corazón hasta hacerlo lo suficientemente grande para que pudieras entrar. La vida me dañó lo necesario para que hoy que por fin te he encontrado sepa valorar de lo que tanto he escapado. Hoy que sé lo que es caer me agrada tener a alguien no para que me sostenga, sino que me ayude a levantarme; a alguien no para que me dé calor, sino para que me acompañe en el frío; a alguien no para que alivie el dolor,sino para que me enseñe a vivir con él. Hoy después de tanto puedo ver que tenía que perderme porque solo ahí iba a encontrarte y, como broma del destino, iba a terminar encontrándome también.
ESTÁS LEYENDO
Letras creando sentimientos.
PoesíaEstar al comienzo de una relación conlleva muchos problemas, muchas ilusiones y algunas penas, pero no quiere decir que se deje de sufrir después; cuando ya estás compartiendo un vínculo con alguien no todo es amor y no todo es alegre, existen numer...
