Una vez mi papá me contó que cualquier cosa deja un rastro tras de sí para recordarnos que estuvo allí: las estrellas, a pesar de haber muerto, dejan su luz para alumbrarnos en la oscuridad; las cerillas dejan un humo que permite saber que se usó; un buen libro proporciona sentimientos que nos hacen querer releerlo; la lluvia nos cede una nostalgia que hace pedirla de regreso. Y así podría seguir, nombrando objetos que dejan huella para recordarlos, pero de lo que quiero hablar es del rastro que me dejaste, en concreto del corazón roto que me obsequiaste.
Un corazón roto no se le desea a nadie, pero el que tú me provocaste se lo pretendo a cualquiera. Cada presión en el pecho que tengo al pensarte me hace recordar los momentos felices. Cada lágrima que fluye en las noches me hace revivir el sabor de tus labios. Cada madrugada sin poder dormir me hace evocar el aroma del primer café que compartimos. Cada recuerdo de que partiste me hace rememorar que una vez estuvimos juntos y eso me hace extrañamente feliz. Incluso extrañándote a mi lado te veo recargada a mi costado.
Gracias a este corazón roto tengo las mejores experiencias de mi vida. Los indicios de que algún día compartimos tiempo y espacio siguen en mi mente, ni siquiera un corazón roto podrá borrarlos.
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Letras creando sentimientos.
PoetryEstar al comienzo de una relación conlleva muchos problemas, muchas ilusiones y algunas penas, pero no quiere decir que se deje de sufrir después; cuando ya estás compartiendo un vínculo con alguien no todo es amor y no todo es alegre, existen numer...